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martes, 18 de octubre de 2011

Una mujer indígena perdió a su bebé y otra dará a luz

Pagina Siete

Cinco mujeres embarazadas de la marcha indígena llegaron al Hospital Municipal La Merced de Villa Fátima. Una de ellas está a punto de dar a luz, otras dos corren el riesgo de pérdida y una más ya perdió a su bebé: era su primer embarazo.

“Sólo una de mis compañeras y yo sabíamos que estaba embarazada, no pensé que perdería el bebé”, dijo la vicepresidenta de la Central de Pueblos Indígenas del Beni (CPIB), de 41 años, que perdió a su bebé la madrugada del domingo.

Llegó al hospital con una hemorragia aguda y los médicos no pudieron salvar a su bebé. Tenía apenas dos meses de embarazo. Ella fue una de las mujeres que estuvo en la represión policial el 25 septiembre. Desde entonces empezó a sentir dolores y su malestar se hizo más intenso. “Me dieron una patada y me caí. Después, cuando fui al río a bañarme, me di cuenta que tenía varios moretes en el pecho, en los brazos y en las piernas”, dijo.

Para ella, estar en la marcha significa una responsabilidad muy grande, por lo que en ningún momento consideró la posibilidad de abandonarla. Fue por eso que no le dijo a nadie de su embarazo. “Yo esperaba estar bien”, afirma con tristeza. Ya había sufrido un desmayo cerca de Yolosa y cuando volvió a sentirse mal en Sacramento quiso ver a un médico, pero había mucha gente, sobre todo niños, que esperaban su turno para ser atendidos. Así que decidió esperar. En Chuspipata llovía y por diversas ocupaciones, relacionadas con la marcha que debía atender, no se presentó ante el médico. “Yo estaba al frente de mi organización”, dijo con pesar. A las tres de la mañana empezaron los dolores y al amanecer se fue a la ambulancia que la trasladó de inmediato a La Paz. “Tenía tanta ilusión con este bebé porque yo no tengo ni uno”, comentó. Pese a la pena, piensa reincorporarse a la marcha de inmediato, apenas la den de alta el martes.

Yhessy Gonzales, de 18 años, y Ruth Quenebo, de 37, corren el riesgo de perder a sus bebés, por lo cual se encuentran en reposo absoluto.

María Regina Nujo ya tiene nueve meses de embarazo. El sábado sintió contracciones y se trasladó a La Paz de inmediato. En el hospital sus dolores se calmaron. Su esposo, Víctor Hugo Molina, y sus dos hijos pequeños están con ella. El hijo mayor de la apareja tiene cinco años y se quedó en su comunidad con otros familiares . Éste será el primer parto que se dé en un hospital. Los otros tres partos los atendió su esposo, Víctor Hugo, en el campo. El parto de María Nujo, de 27 años, se espera para el martes, según Renán Crespo, gerente y médico del Hospital La Merced.

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