viernes, 14 de octubre de 2011

Indígenas llegan a Sacramento, sufren por la altitud y el camino empinado

Los marchistas que se movilizan en defensa del TIPNIS llegaron esta tarde a Sacramento, tras recorrer unos 22 kilómetros desde Yolosa. La gente se quejó de dolores musculares, de cabeza y mareos, incluso una de las mujeres se desmayó, informó la enviada especial de La Razón.

A la exigencia física que implica caminar por un tramo que se vuelve cada vez más empinado hay que añadir que la altitud sobre el nivel del mar va en ascenso. Yolosa (a unos 85 kilómetros de la sede de Gobierno) está a 1.180 metros y Trinidad, donde comenzó la marcha el 15 de agosto, a 236.

Además, otros problemas de salud afectan a los indígenas tales como los malestares estomacales, resfríos, los dolores en las articulaciones, las diarreas y las ampollas en los pies.

La mujer que se desmayó es Cintia Versol, de la comunidad Sirionó de Beni, informa la periodista de La Razón.

Junto con la marcha viaja un grupo de médicos que brinda atenciones a los indígenas. La Alcaldía destinó además dos ambulancias y un consultorio móvil. La carrera de Psicología de la Universidad Mayor de San Andrés envió un vehículo para transportar a niños y mujeres embarazadas.

Hoy se cumplen dos meses desde que los indígenas comenzaron en Trinidad su recorrido rumbo a la sede de gobierno en contra de que la construcción del segundo tramo de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atraviese el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Los marchistas decidieron no aceptar la consulta previa que propuso el gobierno y establece la ley corta sobre la construcción del tramo por el TIPNIS.

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