sábado, 15 de octubre de 2011

La marcha indígena en defensa del Tipnis está 59 km de La Paz

La columna indígena de 2.000 marchistas trepó ayer 21 kilómetros desde Yolosa hasta la verde serranía de Sacramento, zona de los Yungas. Los marchistas que defienden el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) se desplazaron cuesta arriba por ese sendero angosto camino a La Paz, conocido como una de las rutas más peligrosas del mundo.
A dos meses de caminata, solo restan 59 kilómetros para llegar a la sede de Gobierno. A pesar de los incidentes, como la refriega policial del 25 de septiembre, los indígenas se sienten fortalecidos por el apoyo de parte de la población del país y por la sumatoria de marchistas del Consejo Nacional de Marqas y Ayllus del Qullusuyu (Conamaq) y de indígenas del Tipnis.
Sin embargo, prevén los originarios, este será el tramo más difícil de avanzar porque es de subida y el frío combinado con la altura comienzan a sentirse más cuanto más cerca están de La Cumbre.
El comité político de la movilización ha confirmado que la marcha se reanuda hoy rumbo a Chuspipata, ocho kilómetros adelante de Sacramento. “En Chuspipata vamos a pasar el fin de semana”, dijo Yenny Suárez, presidenta del comité.
No ha sido nada fácil llegar hasta Sacramento. La caminata duró algo más de seis horas y ese trajín fulminó a tres personas que se desplomaron al suelo, abatidas por falta de aire y por la deshidratación, de acuerdo al reporte de los médicos de la Alcaldía de La Paz que asisten a los indígenas.
A lo lejos, el cuerpo de la marcha se ve como una serpiente de colores enroscada sobre las serranías de Nor Yungas y que trepa lento. Las piedras del camino son cuchillos que cortan suelas y pies con el roce de la caminata. El aire falta a cada paso.
“Los aviones levantan vuelo en contra del viento”, contestó Fernando Vargas, presidente de la subcentral del Tipnis, cuando se le preguntó qué harán para sortear los apuros para llegar hasta el kilómetro cero de La Paz. Camina a paso vivo y al frente; sus costillas rotas ya no le duelen tanto.
A su lado va Pedro Nuni, asambleísta indígena por el MAS, que asegura que mientras más les cuesta esa llegada a La Paz, cobra mayor fuerza el movimiento indígena para exigir al presidente Evo Morales el respeto de sus territorios, sanciones contra los responsables de la represión policial del 25 de septiembre y abrogación de la Ley Corta de consulta sobre la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.
En Sacramento, los indígenas se han cobijado en una pequeña propiedad donde hay techo que los protegerá de las lluvias que caen casi todas las noches en los Yungas. Sin embargo, aún queda algo de alimento y agua que donaron algunos pobladores de Caranavi y Coroico.
Adolfo Chávez, presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), aclaró que respetarán el auto de bueno gobierno que rige por las elecciones judiciales.
La marcha se reanudará a partir de las 8:00, para llegar a Chuspipata hasta antes del mediodía.

El ‘vice’ confirma la consulta
El vicepresidente Álvaro García Linera aseguró que el Gobierno obedecerá y garantizará el resultado de la consulta previa a los pueblos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) sobre la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari San Ignacio de Moxos por ese parque nacional.
Señaló que la decisión orgánica y colectiva de los pueblos indígenas que habitan esa reserva natural será cumplida por el Estado.
“Nosotros como Estado cumpliremos lo que las comunidades de los pueblos indígenas decidan al interior del Parque Isiboro Sécure. La decisión tomada de manera organizada y colectiva el Gobierno la acatará estrictamente, es lo que dice la ley y lo que recomiendan los tratados internacionales de los pueblos indígenas”, aseveró.
Sostuvo que las autoridades estarán atentas a lo que las poblaciones del parque decidan, además que estarán a “disposición” de los marchistas de esa región que se dirigen desde el 15 de agosto a la ciudad de La Paz./ABI

PARA SABER

- Adhesiones. Activistas de derechos indígenas y ambientalistas de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz se sumaron a la caminata del movimiento originario, que rechaza la apertura de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por el corazón del Tipnis.

- Redes. Una campaña de solidaridad organizada por activistas paceños, denominada Acción Directa-Tipnis, recauda abrigos y sombrillas para los indígenas en el atrio de la iglesia San Francisco de La Paz. Jeanine Macías, voluntaria de esa campaña, llegó hasta Sacramento para entregar un lote de abrigos a los marchistas.

- Cascadas. Las serranías de Nor Yungas presentan a su paso espesas neblinas y cascadas de agua que bañan algunos de los tramos angostos de la ruta antigua a La Paz. A los marchistas les cayó como agua bendita, porque la caminata los deshidrató.

- Logística. El pasado viernes, el Gobierno Municipal de La Paz prestó asistencia médica y una dotación de agua a los indígenas.

- Sorpresa. El frío de las gélidas montañas del altiplano agarró desprevenidos a los indígenas del oriente boliviano. Por la característica de sus atuendos, tuvieron que soportar el clima con poleras. Esperan que en las donaciones de La Paz haya abrigos.

- Peligro. Los niños son los más propensos a sufrir caídas mientras escalan las montañas del altiplano. Los padres los cargan mientras pueden

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