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domingo, 9 de enero de 2011

Matrimonios andinos con energía y ritos ancestrales

La unión o matrimonio andino busca establecer un lazo espiritual con la naturaleza y lograr la bendición de esta, mediante un ritual que toma en cuenta las tradiciones de comunidades rurales, pero que en la ciudad de La Paz, se da sólo en lugares específicos.

Mesas con nueces, lana de colores, coca, incienso, entre otros, se constituyeron en uno de los puntos de estas ceremonias.

Los elementos para la celebración fuera del campo son elegidos por el amauta que oficia el acontecimiento, lo que dista un poco del área rural, donde se obedecen las costumbres particulares de cada comunidad y sus líderes.

En otros casos, la ceremonia puede tomar características de la cultura andina y de otra que tenga que ver con las creencias de algún miembro de la pareja, creando así una fusión.

Unión aymara en Salahumani

Guiomar Arandia y Marcelo Fuentes se unieron el 21 de septiembre del 2007 en una celebración andina en el mirador de Salahumani -entre La Paz y El Alto-, un lugar de amplia energía para ceremonias aymaras.

La preparación de la unión -el término “matrimonio” en este caso es muy occidentalizado- comenzó tiempo antes, cuando se realizaron rituales con los cuatro elementos de la naturaleza: agua, fuego, aire y tierra para, a través de éstos, establecer una relación estrecha con la Pachamama para ser bendecidos por ella a futuro.

Todo comenzó semanas antes con una milluchada, que sirvió como rito de paso y que consiste en sacar toda la energía negativa para iniciar un nuevo ciclo. La ceremonia se realizó en la casa en la que vivirá la pareja. Días después se ofrendó la primera mesa para la Pachamama.

La ceremonia y las nueces

La unión fue celebrada por los amautas del Consejo de Religiosidad Milenaria Indígena Curmi A y fue la primera realizada en el mirador de Salahumani. Todo inició con el lavado de pies a la pareja a cargo de los amautas, con agua de manantial para la purificación.

[CMSDataProperties.LoadTransformation]: Transformation 'gsi.gn3quote.P7QuoteList' not found. Como punto central de la celebración, en dos mesas se incluyeron manzanas verdes, k’oa, lana de colores, pasas y almendras. A todos los asistentes se les repartió nueces para que sean abiertas y vean en el interior del fruto el estado de su salud. Además, los amautas determinan leyendo el interior de las nueces qué clase de unión tendrá la pareja a futuro.

Luego, los contrayentes descalzos se paran sobre un aguayo negro que simboliza un espacio vacío, nuevo y fértil como un vientre materno. El momento culminante de la ceremonia fue la ofrenda de la mesa, en el que se evocan a las illas y los apus -espíritus milenarios- mirando y elevando la mesa hacia los nevados Illimani, el Huayna Potosí y al Illampu.

Posteriormente, se realiza una comida comunitaria y las recomendaciones finales de los amautas basados en señales que dieron los contrayentes durante la ceremonia.

Una boda hindú y andina

Shirley Torres y Stephan Von Rohr, un alemán hinduista, se casaron el 19 de diciembre pasado en un lugar de mucha energía cósmica y significado para el mundo andino: Alkamari, en el Valle de las Ánimas.

En el lugar existe un ecoalbergue desde donde se observa el imponente Illimani y también el Mururata.

[CMSDataProperties.LoadTransformation]: Transformation 'gsi.gn3quote.P7QuoteList' not found. Decidieron que el amauta Lucas Choque, representante del Consejo Nacional de Amautas y Guías Espirituales de Bolivia, oficie los ritos del matrimonio con elementos de la religión hindú. Uno de los detalles fue que en la mesa de ofrenda se pusieron flores de loto, elemento que simboliza buenos augurios en el hinduismo, además se eligió la fecha y hora por el ascendente de cáncer y la fase lunar.

La mesa andina estaba constituida con coca, copal, hierbas, dulces de azúcar, lana de colores -que simboliza el arco iris- incienso, entre otros.

En esta unión también estuvieron presentes las nueces, pero -en este caso- fueron abiertas por el padrino y el novio, y luego leídas por el amauta.

A la hora exacta la pareja se hincó, fue bendecida en aymara por el amauta para después quemar la mesa en una fogata especialmente preparada para la ocasión y que estuvo encendida durante toda la ceremonia. En el mundo andino así como en el hinduismo el fuego es un elemento muy importante.

En lugar de los anillos la pareja decidió utilizar collares que simbolicen su unión. Al finalizar, el novio interpretó una canción en sánscrito y la pareja fumó una pipa de tabaco junto a los invitados, como símbolo de comunión entre los asistentes

En cuanto a la vestimenta, cada quien decidió por mantener su estilo y ambos coincidieron al usar colores claros. La novia tuvo detalles de bindis hindús, una pluma de halcón y otra de cóndor, el vestido tenía un sol y una luna unidos a la altura del pecho, y muchas estrellas.

En ambas uniones el consumo de alcohol no formó parte importante de la celebración. Por otro lado, fue decisión de cada pareja casarse, además, por lo civil o religioso.

Fue la primera vez que el amauta Lucas Choque realizó una unión de este tipo cerca de la ciudad de La Paz.

Según su opinión, más allá de todas las tradiciones que encierra el uso de elementos en ceremonia, todo ello tiene el significado superior de unirse a la naturaleza y su espiritualidad para ser bendecidos y alcanzar la felicidad.

“El significado de las uniones tiene más importancia en las comunidades”

Para antropólogo y comunicador social Milton Eizaguirre, en el mundo andino se considera al matrimonio como una unión socialmente reconocida no necesariamente vinculada con la Iglesia Católica o civil.

Para llegar a esta unión existen diferentes fases que se inician “robando” a la novia. Allí, el hombre asume una intencionalidad de matrimonio. De no respetar esta situación se arriesga a quedar sin pareja y, por ende, a una muerte social porque los hombres casados son quienes asumen posiciones de liderazgo en la comunidad.

Eizaguirre, que también es jefe del departamento de extensión y difusión cultural del Museo de Etnografía y Folklore, señala que las parejas unidas son consideradas como personas completas que van ganando prestigio a partir de su unión en la comunidad. Pero las tradiciones implican una serie de rituales que van desde una música especial, un periodo de convivencia, la pedida de mano, hasta conseguir los padrinos.

Al momento de la unión existen elementos significativos, desde la posición en que se sientan los padres y padrinos, el orden en el que reciben los regalos y en el que se sirven las bebidas alcohólicas. “En el espacio urbano es un poco complicado si uno no tiene un nexo con su contexto rural, que en muchos casos se ha perdido. “Pero esta unión tiene su desarrollo en las comunidades ganando del prestigio y un lugar respetado en ella, en la ciudad esto no tiene mucho sentido”, explica Eizaguirre.

1 comentario:

  1. Hola. hace unos años estuve en el salar de uyuni, es el lugar mas hermoso que he conocido, ahora quiero unirme en matrimonio en ese lugar, me gustaria saber si me pueden dar algun tipo de informaciòn o contacto para celebrar la union atraves de una ceremonia andina. Gracias silvana.artemantilla@gmail.com

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