Los pobladores de la organización social y campesina Ponchos Verdes de Aramasí, que el pasado 19 de noviembre se enfrentaron por tierras en un conflicto que cobró la vida de una persona, consolidaron ayer un acuerdo para pacificar la zona con la mediación del viceministro de Tierras, Jhonny Cordero, según informó el Instituto de Reforma Agraria (INRA).
“Siendo una preocupación para las autoridades los recientes problemas suscitados a raíz de conflictos por tierras en esta zona, llegando incluso a lamentar el deceso de un ciudadano, decidimos encarar en primera instancia la pacificación”, dijo el Viceministro de Tierras.
Después de la reunión en el INRA Cochabamba, se logró un acuerdo. En primera instancia los servidores públicos, autoridades de organizaciones sociales, dirigentes y representantes del polígono 15 (zona de Blanco Rancho - Aramasí) se comprometieron a evitar enfrentamientos y garantizar una pacífica convivencia en toda el área de saneamiento y evitar de esta manera enfrentamientos.
Asimismo, el Ministerio Público hará las investigaciones sobre las denuncias de tráfico de tierras, avasallamientos y otros delitos denunciados tanto por el INRA Cochabamba y el Viceministro de Tierras.
El director del INRA en Cochabamba, Víctor Hugo Claure, informó que el proceso de saneamiento del polígono 015 se encuentra con un recurso jerárquico en la Dirección Nacional del INRA y se espera que esta instancia emita la resolución dentro el plazo establecido en la normativa agraria vigente.
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miércoles, 31 de diciembre de 2014
Ponchos Verdes pacifican Aramasí
Los Tacana III aprovecharon el lagarto
La Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Tacana III, situada en el municipio de Rurrenabaque, aprovechó este año un total de 4.900 cueros de lagarto, según informó la responsable del área en la Gobernación del Beni, Verónica Rodas.
“Hemos visto los problemas que han tenido este año, principalmente con el transporte de sus cueros porque no cuentan con una movilidad para traerlos”, indicó.
De la misma manera, los originarios de esa parte de la provincia Ballivián aprovecharon un total de seis toneladas de carne de lagarto, pese a la distancia que existe para traer el producto a los centros de acopio establecidos en Trinidad.
Rodas informó que los beneficiarios aprovechan el producto en el río Beni y en los lagos de la zona.
Para la gestión 2014 el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras autorizó un cupo de 33 mil cueros que fueron distribuidos a 10 Territorios Comunitarios de Origen, ocho comunidades campesinas y 24 comunidades indígenas del Beni.
“Hemos visto los problemas que han tenido este año, principalmente con el transporte de sus cueros porque no cuentan con una movilidad para traerlos”, indicó.
De la misma manera, los originarios de esa parte de la provincia Ballivián aprovecharon un total de seis toneladas de carne de lagarto, pese a la distancia que existe para traer el producto a los centros de acopio establecidos en Trinidad.
Rodas informó que los beneficiarios aprovechan el producto en el río Beni y en los lagos de la zona.
Para la gestión 2014 el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras autorizó un cupo de 33 mil cueros que fueron distribuidos a 10 Territorios Comunitarios de Origen, ocho comunidades campesinas y 24 comunidades indígenas del Beni.
lunes, 29 de diciembre de 2014
Cinco etnias en peligro de extinción en La Paz
Según Unidad de Antropología Promoción de Saberes y Conocimientos Ancestrales del Viceministerio de Descolonización, los pueblos originarios y sus lenguas están en peligro de extinción en el departamento de La Paz, donde cinco culturas se encuentran sin ninguna posibilidad de contacto por la lejanía y las dificultades de acceso a las zonas donde habitan.
La información fue proporcionada por el técnico de Promoción de Saberes y Conocimientos Ancestrales, Leonardo Mollo Conde, quien manifestó que se inició un proceso de investigación y recuperación sobre la vida de estos pueblos.
De acuerdo a Mollo, uno de los pueblos que aún sobrevive es el de los Tacana, ubicada al norte del departamento de La Paz, en los municipios de Ixiamas, Tumupasa y San buenaventura, de la provincia Abel Iturralde. Su organización político social se evidencia en su sistema de autoridades que fuera implantada por la orden religiosa de los franciscanos: corregidor, cacique, policía, etc.
Su economía gira en torno a la agricultura, caza, pesca, recolección y artesanía. En la religiosidad existen reminiscencias todavía de su antigua religión que, actualmente, se practica con muchos elementos reservados.
Otra comunidad son los Esse Ejja, que también habitan en la provincia Abel Iturralde de La Paz, en las comunidades de Portachuelo Alto y Portachuelo Bajo. La organización político social tiene que ver mucho con la primera autoridad del pueblo, quien es el “capitán”, cargo que ostenta por ser el más hábil en las actividades productivas y de beneficio común.
La fuente de su economía es fundamentalmente la caza, pesca y recolección, generando un autoabastecimiento y la venta hacia comunidades más cercanas.
También está el pueblo Cavineño, que se encuentra en las provincias Abel Iturralde y Ballivián, cuyos asentamientos se encuentran en las comunidades de Buen Destino, Misión, Cavinas y Carmen Alto. Aún se investiga cuál fue su organización política social, debido a que gran parte de su existencia sufrieron explotación bajo un régimen de esclavitud, principalmente en la industria gomera.
Sus pobladores trabajan como obreros en la industria de la goma y en la ganadería. Su religión está basada en creencias como espíritus del monte y las aguas.
La población de Araona, es otro de los pueblos más conocidos, ubicado al norte del departamento de La Paz, habitan en la comunidad de Puerto Araona, donde la organización político social contempla un grupo de contacto reciente, no existe un factor de poder que recaiga en una persona, no existe un líder. En lo económico son dedicados a las actividades agrícolas, sin producción de excedentes. Creen en los espíritus.
El pueblo Mosetén, ubicado en la provincia Sud Yungas, vive por las comunidades de Covendo, Muchanes y Santa Ana. La organización político social contempla el cacicazgo, policías, etc. Mantienen autoridad tradicional, llamado “Konsasiki” y el chamán reproduce la identidad cultural. La economía se centra en la pesca y la agricultura, que es comercializada, hacia las ciudades más cercanas. La religión tiene una relación inseparable entre la vida material y espiritual.
La información fue proporcionada por el técnico de Promoción de Saberes y Conocimientos Ancestrales, Leonardo Mollo Conde, quien manifestó que se inició un proceso de investigación y recuperación sobre la vida de estos pueblos.
De acuerdo a Mollo, uno de los pueblos que aún sobrevive es el de los Tacana, ubicada al norte del departamento de La Paz, en los municipios de Ixiamas, Tumupasa y San buenaventura, de la provincia Abel Iturralde. Su organización político social se evidencia en su sistema de autoridades que fuera implantada por la orden religiosa de los franciscanos: corregidor, cacique, policía, etc.
Su economía gira en torno a la agricultura, caza, pesca, recolección y artesanía. En la religiosidad existen reminiscencias todavía de su antigua religión que, actualmente, se practica con muchos elementos reservados.
Otra comunidad son los Esse Ejja, que también habitan en la provincia Abel Iturralde de La Paz, en las comunidades de Portachuelo Alto y Portachuelo Bajo. La organización político social tiene que ver mucho con la primera autoridad del pueblo, quien es el “capitán”, cargo que ostenta por ser el más hábil en las actividades productivas y de beneficio común.
La fuente de su economía es fundamentalmente la caza, pesca y recolección, generando un autoabastecimiento y la venta hacia comunidades más cercanas.
También está el pueblo Cavineño, que se encuentra en las provincias Abel Iturralde y Ballivián, cuyos asentamientos se encuentran en las comunidades de Buen Destino, Misión, Cavinas y Carmen Alto. Aún se investiga cuál fue su organización política social, debido a que gran parte de su existencia sufrieron explotación bajo un régimen de esclavitud, principalmente en la industria gomera.
Sus pobladores trabajan como obreros en la industria de la goma y en la ganadería. Su religión está basada en creencias como espíritus del monte y las aguas.
La población de Araona, es otro de los pueblos más conocidos, ubicado al norte del departamento de La Paz, habitan en la comunidad de Puerto Araona, donde la organización político social contempla un grupo de contacto reciente, no existe un factor de poder que recaiga en una persona, no existe un líder. En lo económico son dedicados a las actividades agrícolas, sin producción de excedentes. Creen en los espíritus.
El pueblo Mosetén, ubicado en la provincia Sud Yungas, vive por las comunidades de Covendo, Muchanes y Santa Ana. La organización político social contempla el cacicazgo, policías, etc. Mantienen autoridad tradicional, llamado “Konsasiki” y el chamán reproduce la identidad cultural. La economía se centra en la pesca y la agricultura, que es comercializada, hacia las ciudades más cercanas. La religión tiene una relación inseparable entre la vida material y espiritual.
Espacios de accionar indígena están contaminados por intereses políticos
El informe anual de la Defensoría del Pueblo destaca que el proceso de construcción de escenarios participativos de las naciones y pueblos indígena, originario-campesinos, se ha distorsionado totalmente por la contaminación de intereses políticos al interior de sus comunidades, ayllus, markas y suyus.
Asegura también que el ejercicio de los derechos de los indígenas originarios y campesinos a cinco años de su reconocimiento en el actual texto constitucional, se halla aún invisibilizado en las políticas públicas del nivel central, departamental y municipal.
Observando esta realidad la representación departamental de la Defensoría del Pueblo, realizó acciones concretas con esta población, específicamente en el tema de seguimiento a la práctica de sus formas propias de administración de justicias sujetas a la normativa constitucional y la Ley 073 de Deslinde Jurisdiccional.
Durante la gestión se ha trabajo en encuentros al interior de sus organizaciones, particularmente con el suyu Jatun Killakas, Asanajaqis, que involucra a tres provincias concretas del Sur del Departamento: Eduardo Avaroa, Sebastián Pagador y Ladislao Cabrera.
Además se facilitó y promovió espacios de diálogo intercultural entre operadores de la justicia ordinaria y la Justicia Indígena, Originaria y Campesina, para la plena vigencia del pluralismo jurídico, con la participación de vocales del Tribunal Departamental de Justicia y el Ministerio Público así como la identificación de dificultades y avances del tema. En diferentes reuniones, la Defensoría expresó su preocupación por actos irregulares en la práctica de la justicia por autoridades originarias, que de manera recurrente han ido vulnerando derechos y garantías constitucionales, así como las acciones de violencia de las cuales son objeto particularmente adultos mayores y mujeres, quienes son privados y coartados en el ejercicio del derecho a la tierra, cuya vulneración afecta otros derechos, toda vez que sus economías se sustentan en la producción agrícola.
"Va a ser muy importante continuar incidiendo en estas acciones que realiza la Defensoría del Pueblo, donde también es importante remarcar las acciones realizadas a favor de las naciones y pueblos indígenas de alta vulnerabilidad, siendo identificados histórica y ancestralmente como tales a los pueblos urus del lago Poopó y los Uru Chipaya. Cada uno con diferentes contextos, realidades y problemáticas propias que motivaron nuestra intervención", refiere el informe anual de la Defensoría del Pueblo.
Asegura también que el ejercicio de los derechos de los indígenas originarios y campesinos a cinco años de su reconocimiento en el actual texto constitucional, se halla aún invisibilizado en las políticas públicas del nivel central, departamental y municipal.
Observando esta realidad la representación departamental de la Defensoría del Pueblo, realizó acciones concretas con esta población, específicamente en el tema de seguimiento a la práctica de sus formas propias de administración de justicias sujetas a la normativa constitucional y la Ley 073 de Deslinde Jurisdiccional.
Durante la gestión se ha trabajo en encuentros al interior de sus organizaciones, particularmente con el suyu Jatun Killakas, Asanajaqis, que involucra a tres provincias concretas del Sur del Departamento: Eduardo Avaroa, Sebastián Pagador y Ladislao Cabrera.
Además se facilitó y promovió espacios de diálogo intercultural entre operadores de la justicia ordinaria y la Justicia Indígena, Originaria y Campesina, para la plena vigencia del pluralismo jurídico, con la participación de vocales del Tribunal Departamental de Justicia y el Ministerio Público así como la identificación de dificultades y avances del tema. En diferentes reuniones, la Defensoría expresó su preocupación por actos irregulares en la práctica de la justicia por autoridades originarias, que de manera recurrente han ido vulnerando derechos y garantías constitucionales, así como las acciones de violencia de las cuales son objeto particularmente adultos mayores y mujeres, quienes son privados y coartados en el ejercicio del derecho a la tierra, cuya vulneración afecta otros derechos, toda vez que sus economías se sustentan en la producción agrícola.
"Va a ser muy importante continuar incidiendo en estas acciones que realiza la Defensoría del Pueblo, donde también es importante remarcar las acciones realizadas a favor de las naciones y pueblos indígenas de alta vulnerabilidad, siendo identificados histórica y ancestralmente como tales a los pueblos urus del lago Poopó y los Uru Chipaya. Cada uno con diferentes contextos, realidades y problemáticas propias que motivaron nuestra intervención", refiere el informe anual de la Defensoría del Pueblo.
sábado, 27 de diciembre de 2014
Chipayas se unen para las elecciones subnacionales 2015
Los habitantes de los ayllus Aransaya, Manasaya, Aiparavi y Vistullani del municipio de Chipaya se unieron para llevar a un solo candidato a las elecciones subnacionales del 29 de marzo de 2015.
Aquel hecho fue oficializado, tras recibir del Tribunal Electoral Departamental de Oruro (TEDO), la personería jurídica de su agrupación ciudadana Movimiento Uru-Chipaya por la Libertad (Muchil).
El candidato de esta agrupación política, Elías Paredes Mamani, indicó que irán a las elecciones municipales con la sigla Muchil que pertenece a Chipaya, municipio que se encuentra en la provincia Sabaya, del departamento de Oruro.
"El objetivo no es ir a interés personal, sino que la población nos ha dado ese aval para ir adelante en las elecciones municipales 2015, porque el pueblo de Chipaya ha sufrido los cinco años recientes, no hay proyectos, no hay obras y hasta el 2014, todas las autoridades ediles eran del Movimiento Al Socialismo (MAS), han hecho sufrir a la niñez y nuestra ejecución presupuestaria fue del cero por ciento", dijo.
Ante esos antecedentes, Paredes manifestó que se organizaron y pidieron un "verdadero proceso de cambio".
"Si bien se apoya a nuestro tata Evo Morales, algunas personas se adueñaron de éste partido político. Por eso estamos obligados de sacar esta agrupación ciudadana, pero tampoco queremos participar con la derecha. Ante esa exigencia el Órgano Electoral nos dio la personería jurídica para participar en las elecciones", afirmó.
Argumentó que de los ayllus Aransaya, Manasaya, Aiparavi y Vistullani irán como candidatos para el Concejo Municipal de Chipaya con sus respectivos suplentes.
CAMPAÑA
Respecto a su campaña, el candidato pidió el apoyo de todos los habitantes de Chipaya para salir adelante en las elecciones subnacionales 2015 e ir en contra del partido en función de gobierno.
Aquel hecho fue oficializado, tras recibir del Tribunal Electoral Departamental de Oruro (TEDO), la personería jurídica de su agrupación ciudadana Movimiento Uru-Chipaya por la Libertad (Muchil).
El candidato de esta agrupación política, Elías Paredes Mamani, indicó que irán a las elecciones municipales con la sigla Muchil que pertenece a Chipaya, municipio que se encuentra en la provincia Sabaya, del departamento de Oruro.
"El objetivo no es ir a interés personal, sino que la población nos ha dado ese aval para ir adelante en las elecciones municipales 2015, porque el pueblo de Chipaya ha sufrido los cinco años recientes, no hay proyectos, no hay obras y hasta el 2014, todas las autoridades ediles eran del Movimiento Al Socialismo (MAS), han hecho sufrir a la niñez y nuestra ejecución presupuestaria fue del cero por ciento", dijo.
Ante esos antecedentes, Paredes manifestó que se organizaron y pidieron un "verdadero proceso de cambio".
"Si bien se apoya a nuestro tata Evo Morales, algunas personas se adueñaron de éste partido político. Por eso estamos obligados de sacar esta agrupación ciudadana, pero tampoco queremos participar con la derecha. Ante esa exigencia el Órgano Electoral nos dio la personería jurídica para participar en las elecciones", afirmó.
Argumentó que de los ayllus Aransaya, Manasaya, Aiparavi y Vistullani irán como candidatos para el Concejo Municipal de Chipaya con sus respectivos suplentes.
CAMPAÑA
Respecto a su campaña, el candidato pidió el apoyo de todos los habitantes de Chipaya para salir adelante en las elecciones subnacionales 2015 e ir en contra del partido en función de gobierno.
miércoles, 24 de diciembre de 2014
Postergan ley de yuquis por observaciones
La Asamblea Departamental postergó el tratamiento de la ley de protección del pueblo indígena yuqui hasta el 2015 debido a observaciones realizadas por los propios indígenas que más que una ley declarativa piden acciones para salvar a su población.
El asambleísta por esta región Abel Iaira informó que se requiere un programa integral en salud, educación y producción.
Explicó que esta propuesta de ley con cuatro artículos fue socializada con la población yuqui, pero fue observada porque no define un presupuesto.
Además, aseguran que la ley debe hablar en presente y no en futuro. “El artículo tres habla de implementará proyectos, pero queremos que se cambie por el termino implementar, debido a que las acciones de atención deben ser urgentes”, dijo.
Esta determinación fue tomada en la última sesión del año de la Asamblea Departamental, la misma será retomada el 15 de enero del 2015. Las modificaciones a esta propuesta de ley serán tratadas cuando la Asamblea Departamental retorne de sus receso de fin de año.
El asambleísta dijo que hace unos seis años, el pueblo contaban con un programa que les prestaba ayuda integral en las áreas de salud, educación y producción. En salud tenían un seguro que cubría los gastos de los enfermos que eran atendidos en el hospital Viedma.
Explicó que con la transición de Prefectura a Gobernación este programa y su seguro de salud fueron suspendidos por observaciones que hizo la Gobernación al funcionamiento de este programa. “Requerimos que se restablezca este programa y el seguro debido a que cuando tenemos gente enferma no tenemos con que pagar las cuentas y tenemos que pedir ayuda”, añadió.
La semana pasada, 20 yuquis acompañados de 40 niños viajaron hasta Santa Cruz para pedir ayuda a la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) y a la Gobernación cruceña. Varios comenzaron a ser atendidos y tratados contra la tuberculosis.
Población en peligro de extinción
El censo de población y vivienda estableció que existen 217 yuquis en la comunidad de Via Recuaté, ubicada entre los municipios de Puerto Villarroel y Chimoré. A ello se suma que cada año muere el 2 por ciento de la población yuqui por enfermedades como la micosis pulmonar y la tuberculosis. También son afectados por parasitosis y anemia. El asambleísta Marco Carrillo informó que este año murieron cuatro indígenas, por lo que la población está en peligro de extinción.
El asambleísta por esta región Abel Iaira informó que se requiere un programa integral en salud, educación y producción.
Explicó que esta propuesta de ley con cuatro artículos fue socializada con la población yuqui, pero fue observada porque no define un presupuesto.
Además, aseguran que la ley debe hablar en presente y no en futuro. “El artículo tres habla de implementará proyectos, pero queremos que se cambie por el termino implementar, debido a que las acciones de atención deben ser urgentes”, dijo.
Esta determinación fue tomada en la última sesión del año de la Asamblea Departamental, la misma será retomada el 15 de enero del 2015. Las modificaciones a esta propuesta de ley serán tratadas cuando la Asamblea Departamental retorne de sus receso de fin de año.
El asambleísta dijo que hace unos seis años, el pueblo contaban con un programa que les prestaba ayuda integral en las áreas de salud, educación y producción. En salud tenían un seguro que cubría los gastos de los enfermos que eran atendidos en el hospital Viedma.
Explicó que con la transición de Prefectura a Gobernación este programa y su seguro de salud fueron suspendidos por observaciones que hizo la Gobernación al funcionamiento de este programa. “Requerimos que se restablezca este programa y el seguro debido a que cuando tenemos gente enferma no tenemos con que pagar las cuentas y tenemos que pedir ayuda”, añadió.
La semana pasada, 20 yuquis acompañados de 40 niños viajaron hasta Santa Cruz para pedir ayuda a la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) y a la Gobernación cruceña. Varios comenzaron a ser atendidos y tratados contra la tuberculosis.
Población en peligro de extinción
El censo de población y vivienda estableció que existen 217 yuquis en la comunidad de Via Recuaté, ubicada entre los municipios de Puerto Villarroel y Chimoré. A ello se suma que cada año muere el 2 por ciento de la población yuqui por enfermedades como la micosis pulmonar y la tuberculosis. También son afectados por parasitosis y anemia. El asambleísta Marco Carrillo informó que este año murieron cuatro indígenas, por lo que la población está en peligro de extinción.
lunes, 22 de diciembre de 2014
La contaminación obliga a emigrar a los Weenhayek
El pueblo Weenhayek se está viendo obligado a dejar sus tierras originarias próximas a Villa Montes por la contaminación del río Pilcomayo. En los últimos años 150 familias han tenido que emigrar debido a la mala salud que goza este río, cuya contaminación está acabando con las especies de peces que habitan en él y lapidando la fuente de subsistencia de este pueblo que desde sus orígenes se ha destacado por su carácter pescador.
Ante esta situación, cerca de 150 familias Weenhayek han optado por dejar sus tierras ancestrales y marcharse a la vecina República Argentina para tratar de sobrevivir. Allí, por su condición de indígenas, reciben una pensión y una canasta alimentaria con la que alimentar a sus familias, según recoge el diario La Razón. Se estima que el pueblo Weenhayek está conformado por 5.670 familias
Este diario ha denunciado en numerosas ocasiones la contaminación del río Pilcomayo y el alto contenido de residuos tóxicos procedentes principalmente de las minas de Potosí, Oruro y los excesos de las empresas mineras para con el río.
Sin embargo, la situación de la cuenca del río Pilcomayo es cada vez más grave. Un análisis realizado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) pone en evidencia el alto grado de toxicidad del río y sus afluentes potosinos, Tarapaya y La Ribera.
Según dicho estudio, estos ríos tienen unos niveles de arsénico mil veces superior a lo señalado por la Ley de Medio Ambiente y 5.000 veces mayor a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este mismo estudio revela que un total de 20 ingenios mineros botaban cada día más de 1.200 toneladas de desechos contaminantes a los ríos.
Es por todo esto que el pueblo Weenhayek, ante la pasividad de las empresas y las autoridades, han tenido que hacer las maletas y abandonar la tierra que habitaron durante 500 años, dejando atrás sus prácticas ancestrales de pesca que han sido su modo de vida durante todos estos años.
Ante esta situación, cerca de 150 familias Weenhayek han optado por dejar sus tierras ancestrales y marcharse a la vecina República Argentina para tratar de sobrevivir. Allí, por su condición de indígenas, reciben una pensión y una canasta alimentaria con la que alimentar a sus familias, según recoge el diario La Razón. Se estima que el pueblo Weenhayek está conformado por 5.670 familias
Este diario ha denunciado en numerosas ocasiones la contaminación del río Pilcomayo y el alto contenido de residuos tóxicos procedentes principalmente de las minas de Potosí, Oruro y los excesos de las empresas mineras para con el río.
Sin embargo, la situación de la cuenca del río Pilcomayo es cada vez más grave. Un análisis realizado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) pone en evidencia el alto grado de toxicidad del río y sus afluentes potosinos, Tarapaya y La Ribera.
Según dicho estudio, estos ríos tienen unos niveles de arsénico mil veces superior a lo señalado por la Ley de Medio Ambiente y 5.000 veces mayor a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este mismo estudio revela que un total de 20 ingenios mineros botaban cada día más de 1.200 toneladas de desechos contaminantes a los ríos.
Es por todo esto que el pueblo Weenhayek, ante la pasividad de las empresas y las autoridades, han tenido que hacer las maletas y abandonar la tierra que habitaron durante 500 años, dejando atrás sus prácticas ancestrales de pesca que han sido su modo de vida durante todos estos años.
Indígenas de la etnia Mashco Piro incursionaron violentamente en una comunidad nativa en la frontera de Perú con Brasil
Las autoridades peruanas evalúan la posibilidad de evacuar a la comunidad nativa de Monte Salvado, en la región amazónica de Madre de Dios, tras la incursión de unos 200 indígenas de la etnia en aislamiento voluntario Mashco Piro, informó hoy el Ministerio de Cultura.
Un comunicado oficial señaló que el Viceministerio de Interculturalidad "coordina una intervención multisectorial con los ministerios del Interior y de Defensa para garantizar la seguridad de la población" de Monte Salvado.
Confirmó que el sábado pasado unos 200 indígenas Mashco Piro llegaron a esa comunidad, a 153 kilómetros de la ciudad de Puerto Maldonado, la capital de la provincia de Tambopata, en la región Madre de Dios.
Los indígenas exigieron comida a los comuneros "luego de haber generado graves daños a la infraestructura del pueblo", aunque no se reportó "ningún herido por este incidente", según el comunicado.
Dos días antes, el grupo de indígenas ya había entrado en Monte Salvado "pero encontró la comunidad vacía, pues la mayoría de la población se había desplazado a Puerto Maldonado por las elecciones regionales".
"En esta incursión dañaron algunas casas, sacrificaron a los animales domésticos y de corral, y se llevaron utensilios como sogas, machetes y ollas. Asimismo, malograron ropa, frazadas y los mosquiteros de los pobladores. Luego de esto, el grupo de indígenas Mashco Piros se retiró", añadió la nota.
Tras regresar a la población, 39 comuneros, entre mujeres, hombres y niños, se refugiaron en el puesto de control "por temor a ser atacados" y actualmente "se encuentran en buen estado, pero requieren alimentos y seguridad".
Por su parte, los Mashco Piro se han retirado de la zona, pero su retorno en los próximos días "es inminente", indicó el ministerio.
Un comunicado oficial señaló que el Viceministerio de Interculturalidad "coordina una intervención multisectorial con los ministerios del Interior y de Defensa para garantizar la seguridad de la población" de Monte Salvado.
Confirmó que el sábado pasado unos 200 indígenas Mashco Piro llegaron a esa comunidad, a 153 kilómetros de la ciudad de Puerto Maldonado, la capital de la provincia de Tambopata, en la región Madre de Dios.
Los indígenas exigieron comida a los comuneros "luego de haber generado graves daños a la infraestructura del pueblo", aunque no se reportó "ningún herido por este incidente", según el comunicado.
Dos días antes, el grupo de indígenas ya había entrado en Monte Salvado "pero encontró la comunidad vacía, pues la mayoría de la población se había desplazado a Puerto Maldonado por las elecciones regionales".
"En esta incursión dañaron algunas casas, sacrificaron a los animales domésticos y de corral, y se llevaron utensilios como sogas, machetes y ollas. Asimismo, malograron ropa, frazadas y los mosquiteros de los pobladores. Luego de esto, el grupo de indígenas Mashco Piros se retiró", añadió la nota.
Tras regresar a la población, 39 comuneros, entre mujeres, hombres y niños, se refugiaron en el puesto de control "por temor a ser atacados" y actualmente "se encuentran en buen estado, pero requieren alimentos y seguridad".
Por su parte, los Mashco Piro se han retirado de la zona, pero su retorno en los próximos días "es inminente", indicó el ministerio.
Guaraníes SOS
Apenas promulgada la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, febrero de 2009, Wilson Changaray entonces presidente de la Asamblea del Pueblo Guaraní, comentó: “Los originarios de nuestro pueblo guaraní, conjuntamente con todos los pueblos indígenas del país, haremos prevalecer la nueva Constitución Política del Estado, porque en ella están incluidas todas nuestras propuestas que han sido aprobadas”. La nueva Constitución, Capítulo Cuarto, reconoce los derechos de las Naciones y Pueblos Indígenas.
Población
Según el Plan Interministerial de Emergencia Para el Pueblo Guaraní (autor Bernabé Paredes Barja), la provincia Cordillera, departamento de Santa Cruz, “alberga 112 comunidades, con una población total de 35 mil guaraníes. En Chuquisaca, las provincias Luís Calvo y Hernando Siles cuentan con una población de 15 mil 227, repartida en 87 comunidades. En las provincias O’Connor y Gran Chaco, departamento de Tarija, son 47 comunidades y una población de 795 familias”. El Plan de Emergencia Guaraní (PEG), añade: “La población indígena en la región del Chaco boliviano asciende a 79 mil 829 habitantes de los cuales 77 mil 126 son guaraníes; 2 mil 525 son weenhayek y 178 son tapieté”.
Territorio
La extensión territorial del Chaco boliviano es de 127 mil 755 kilómetros cuadrados, de los cuales corresponden al Chaco cruceño 86 mil 245 kilómetros cuadrados; al Chaco chuquisaqueño, 18 mil 772 kilómetros cuadrados y al Chaco tarijeño, 22 mil 737 kilómetros cuadrados. De esta extensión, aproximadamente el 35 por ciento corresponde a las guaraníes, en tierras comunidades de origen y propiedades comunales que se encuentran en tierras empobrecidas y sin condiciones para poder trabajar en actividades agrícolas, quedándose las tierras más valiosas y fértiles en manos de ”terceros”.
La tierra
A lo largo y ancho del territorio chaqueño en los departamentos Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca, el problema de tenencia de tierra, es evidente, incluso, con anterioridad al actual gobierno del presidente Evo Morales Ayma.
En localidades de Huacareta y el Ingre (Chuquisaca) aún se recuerdan violentos enfrentamientos ocurridos durante el inicio de la Reforma Agraria, decretada en 1952 por el Movimiento Nacionalista Revolucionario.
El problema de la tierra, se transformó en una herramienta política para la entonces fuerte representación del Movimiento Bolivia Libre (MBL), cuya principal sede estaba hasta antes de su derrota, en el 2002, en la ciudad de Sucre.
Aquel caldo de cultivo fue aprovechado por diversas Organizaciones No Gubernamentales extranjeras, dedicadas al adoctrinamiento de capitanes; líderes comunitarios y mujeres destacadas de las comunidades guaraníes como afirmó el abogado chaqueño-chuquisaqueño Bernabé Paredes Barja, autor de “Análisis, comentarios y sugerencias al Plan Interministerial de Emergencia para el Pueblo Guaraní”.
Después de los violentos sucesos de Sucre (sábado 24 y domingo 25 de noviembre 2007), el gobierno del Movimiento Al Socialismo promulgó el miércoles 28 de noviembre un decreto que autoriza la expropiación de 180 mil hectáreas de tierra para la “reconstitución del territorio guaraní”.
La medida coincidió con el primer aniversario del lanzamiento de la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria.
El espíritu del decreto de expropiación sostiene que “a lo largo de la historia el pueblo indígena Guaraní ha sido despojado de sus tierras y territorios, sin que la Reforma Agraria ni la aplicación de la Ley 1715 del 18 de octubre de 1996 haya reparado esta realidad lo que imposibilitó al pueblo guaraní tener las condiciones necesarias y el espacio físico suficiente para el desarrollo de su identidad, cultura e instituciones”. El decreto del 28 de noviembre también argumentó que existe la necesidad de expropiar “de manera inmediata la superficie de 180 mil hectáreas, dentro del área de influencia del pueblo Guaraní de Chuquisaca, ubicada en las provincias Luis Calvo y Hernado Siles”.
Actualidad
En diciembre 2014, parece que muy poco cambió la vida del pueblo guaraní pues, noticias provenientes del Chaco (compartido por los departamentos de Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca), reiteran la existencia de grandes problemas en salud, educación y trabajo, que permita a esta etnia, trascender de la miseria hacia espacios de crecimiento y desarrollo.
Se sabe, por ejemplo, que enfermedades causadas por la desnutrición, entre ellas la tuberculosis estaría diezmando a familias de gran vulnerabilidad alimenticia, a tal punto que grupos desesperados de guaraníes dejan territorios para trasladarse a las grandes ciudades, en busca de urgente socorro médico que salve sus vidas.
En las puertas de la propia Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente (Cidob), en Santa Cruz por ejemplo, decenas de guaraníes exigen apoyo para salvar a sus familias de la terrible tuberculosis, enfermedad generada por la desnutrición y el hambre.
La nueva Asamblea Legislativa Plurinacional tiene ante sí el reto de defender a las etnias guaraníes, con leyes que se cumplan
Población
Según el Plan Interministerial de Emergencia Para el Pueblo Guaraní (autor Bernabé Paredes Barja), la provincia Cordillera, departamento de Santa Cruz, “alberga 112 comunidades, con una población total de 35 mil guaraníes. En Chuquisaca, las provincias Luís Calvo y Hernando Siles cuentan con una población de 15 mil 227, repartida en 87 comunidades. En las provincias O’Connor y Gran Chaco, departamento de Tarija, son 47 comunidades y una población de 795 familias”. El Plan de Emergencia Guaraní (PEG), añade: “La población indígena en la región del Chaco boliviano asciende a 79 mil 829 habitantes de los cuales 77 mil 126 son guaraníes; 2 mil 525 son weenhayek y 178 son tapieté”.
Territorio
La extensión territorial del Chaco boliviano es de 127 mil 755 kilómetros cuadrados, de los cuales corresponden al Chaco cruceño 86 mil 245 kilómetros cuadrados; al Chaco chuquisaqueño, 18 mil 772 kilómetros cuadrados y al Chaco tarijeño, 22 mil 737 kilómetros cuadrados. De esta extensión, aproximadamente el 35 por ciento corresponde a las guaraníes, en tierras comunidades de origen y propiedades comunales que se encuentran en tierras empobrecidas y sin condiciones para poder trabajar en actividades agrícolas, quedándose las tierras más valiosas y fértiles en manos de ”terceros”.
La tierra
A lo largo y ancho del territorio chaqueño en los departamentos Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca, el problema de tenencia de tierra, es evidente, incluso, con anterioridad al actual gobierno del presidente Evo Morales Ayma.
En localidades de Huacareta y el Ingre (Chuquisaca) aún se recuerdan violentos enfrentamientos ocurridos durante el inicio de la Reforma Agraria, decretada en 1952 por el Movimiento Nacionalista Revolucionario.
El problema de la tierra, se transformó en una herramienta política para la entonces fuerte representación del Movimiento Bolivia Libre (MBL), cuya principal sede estaba hasta antes de su derrota, en el 2002, en la ciudad de Sucre.
Aquel caldo de cultivo fue aprovechado por diversas Organizaciones No Gubernamentales extranjeras, dedicadas al adoctrinamiento de capitanes; líderes comunitarios y mujeres destacadas de las comunidades guaraníes como afirmó el abogado chaqueño-chuquisaqueño Bernabé Paredes Barja, autor de “Análisis, comentarios y sugerencias al Plan Interministerial de Emergencia para el Pueblo Guaraní”.
Después de los violentos sucesos de Sucre (sábado 24 y domingo 25 de noviembre 2007), el gobierno del Movimiento Al Socialismo promulgó el miércoles 28 de noviembre un decreto que autoriza la expropiación de 180 mil hectáreas de tierra para la “reconstitución del territorio guaraní”.
La medida coincidió con el primer aniversario del lanzamiento de la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria.
El espíritu del decreto de expropiación sostiene que “a lo largo de la historia el pueblo indígena Guaraní ha sido despojado de sus tierras y territorios, sin que la Reforma Agraria ni la aplicación de la Ley 1715 del 18 de octubre de 1996 haya reparado esta realidad lo que imposibilitó al pueblo guaraní tener las condiciones necesarias y el espacio físico suficiente para el desarrollo de su identidad, cultura e instituciones”. El decreto del 28 de noviembre también argumentó que existe la necesidad de expropiar “de manera inmediata la superficie de 180 mil hectáreas, dentro del área de influencia del pueblo Guaraní de Chuquisaca, ubicada en las provincias Luis Calvo y Hernado Siles”.
Actualidad
En diciembre 2014, parece que muy poco cambió la vida del pueblo guaraní pues, noticias provenientes del Chaco (compartido por los departamentos de Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca), reiteran la existencia de grandes problemas en salud, educación y trabajo, que permita a esta etnia, trascender de la miseria hacia espacios de crecimiento y desarrollo.
Se sabe, por ejemplo, que enfermedades causadas por la desnutrición, entre ellas la tuberculosis estaría diezmando a familias de gran vulnerabilidad alimenticia, a tal punto que grupos desesperados de guaraníes dejan territorios para trasladarse a las grandes ciudades, en busca de urgente socorro médico que salve sus vidas.
En las puertas de la propia Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente (Cidob), en Santa Cruz por ejemplo, decenas de guaraníes exigen apoyo para salvar a sus familias de la terrible tuberculosis, enfermedad generada por la desnutrición y el hambre.
La nueva Asamblea Legislativa Plurinacional tiene ante sí el reto de defender a las etnias guaraníes, con leyes que se cumplan
domingo, 21 de diciembre de 2014
Los yuquis deambulan y claman por ayuda humanitaria
El esposo de Carmen ha muerto de tuberculosis y ella no quiere pronunciar su nombre. No lo hace porque en la cultura de los yuquis decir en voz alta el nombre del ser querido que se ha ido de este mundo es como echarse sal en carne viva, como meterse un puñal en la garganta, como volver a recordar la tarde aquella en que le dieron el último adiós en el cementerio improvisado, bajo un cielo lloroso y rodeados de familiares y vecinos que cada vez son menos.
Carmen está en Santa Cruz y no en Mbia Recuaté, en su tierra natal, en la cuna suya y de los pocos Mbia (conocidos como yuquis) que quedan en este mundo. Ella no ha venido sola a la gran ciudad, lo ha hecho con 23 adultos y 45 niños. Todos comparten una preocupación: se sienten muy enfermos y quieren saber qué tipo de hongo es el que se les ha metido en los pulmones. Para eso han viajado durante dos días y lo han hecho a pie, en balsa y en trufi cargando un grito de socorro que tienen atorado en el pecho. “Allá nos estamos muriendo de tuberculosis, de neumonía, de anemia y de otras cosas y nadie nos tiende una mano”, dice Jonatán Isategua, el líder del grupo.
Cuando Jonatán dice allá, se refiere a Mbia Recuaté, ese núcleo humano anclado en la provincia Carrasco de Cochabamba, a esa jungla tropical donde los Yuquis son cada vez menos. Ellos se cuentan a menudo y, hasta la anterior semana, en su comunidad eran poco más de 200, la mayoría niños y adultos, porque los viejos, con sus defensas bajas por la mala alimentación, le dan menos pelea a la tuberculosis, y los jóvenes han preferido salir a las ciudades a ganarse la vida.
Los números son un termómetro de que algo malo está pasando.
El Censo de Población y Vivienda de 2012 ya dio una señal de alerta al revelar el estado de emergencia para 15 de las 36 etnias de Bolivia.
Según aquellos resultados, existen 14 culturas amazónicas y una altiplánica que cuentan con menos de 1.000 habitantes y, por lo tanto, se encuentran en riesgo de desaparecer. Los yukis forman parte del grupo de etnias más vulnerables puesto que el dato del último censo dice que apenas eran 342 personas hasta ese año, de los que solo 209 vivían en el área rural.
Jonatán y los suyos no necesita conocer los datos del censo para saber que corren el peligro de convertirse solo en un recuerdo. Sabe que en su comunidad todos conocen en qué estado de salud se encuentran y eso los ha puesto en alerta. “El 30% de los que viven en Mbia Recuaté están enfermos”, dice, sentado en la acera del edificio de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob). Hasta ahí han llegado como refugiados temporales, y lo han hecho con poco equipaje, sin colchas ni mudas de ropa.
Natán Guaguasu, 26 años, el flaco que camina con zapatos de regalo dos números más grandes de lo que él calza, cuenta, emocionado, que alguien en la Cidob le dijo que hay una canción que dice que la raza yuqui no morirá nunca jamás. Eso le da esperanza, porque asegura que en su comunidad no se mienten y saben que van camino al exterminio.
La canción a la que se refiere es a una chobena de Armando Terceros que se llama Lamento yuqui, y aquí, en el refugio de la Cidob, los que han venido se lamentan.
“En las noches nos hace frío”, se queja Raquel Guagasuera: pálida, con ocho hijos en su haber y notoriamente enferma. “Tengo los síntomas de la tuberculosis, de la neumonía y de la anemia”, dice, sin saber a ciencia cierta que así sea. “He visto a compañeros en mi comunidad a los que después les declaran esos males”, cuenta preocupada.
En Santa Cruz ya la ha visto un médico y, después de examinarla, le ha dicho que gran parte de sus males se deben a que no ingiere alimentos que son imprescindibles para equilibrar la dieta diaria. La dieta de los yuquis, explican, se basa en arroz, plátano, yuca, y cuando consiguen cazar algún animal en el bosque, consumen la carne.
Pero eso no ocurre a menudo, porque el bosque en el que viven se está quedando sin árboles por culpa de los asentamientos humanos y la expansión agrícola.
Jonatán aclara que ellos gozan de un seguro de salud indígena y que es en un hospital del trópico de Cochabamba, donde los han atendido en los últimos años, pero que han decidido ya no acudir ahí porque sienten que hay algunos funcionarios aburridos, que no les han sabido precisar qué clase de enfermedad tienen y que les hacen sentir que están cansados de ellos. “Por eso hemos venido a Santa Cruz. No nos iremos hasta que aquí nos atiendan a todos. No queremos retornar para morir en nuestra comunidad”, dice Jhonatán, que tiene los ojos amarillos, señal de que la tuberculosis alguna vez estuvo en su cuerpo. Hasta hace poco no dejaba de toser y temió por su vida.
Ellos pusieron su esperanza en los médicos de Santa Cruz y no en la del doctor que los atiende en Mbia Recuaté, donde existe una posta bonita pero que no tiene remedios ni instrumentos para curar ni insumos para hacer análisis y diagnosticar las enfermedades, que son como una condena que arrastra la etnia yuqui.
Los miembros de esta expedición, bajo una sola voz, demandan atención del Gobierno y dicen que no han venido para mendigar en la ciudad, que camina alocada en un ambiente navideño, sino para buscar el compromiso de las autoridades.
Enterados de como están, recuerdan que en el artículo 31 de la CPE dice que las naciones y pueblos indígenas originarios en peligro de extinción, en situación de aislamiento voluntario y no contactados, serán protegidos y respetados en sus formas de vida individual y colectiva.
Desde La Paz, el diputado indígena y masista Bienvenido Zacu, dijo que demandará al Ejecutivo una atención de emergencia para que se movilice hasta Mbia Recuaté una comisión del Ministerio de Salud. Además, se comprometió a viajar a Santa Cruz para atender personalmente a los que llegaron para buscar ayuda. “Es preocupante todo esto”, dice Zacu, que prometió no quedarse con los brazos cruzados.
Desde la Defensoría del Pueblo de Bolivia, enterados del drama que soportan los yuquis, están elaborando un informe sobre la dura realidad.
Jonatán Isategua, el líder de la comitiva, le toma la palabra pero advierte que el tiempo corre en contra. “A estas alturas de la historia de los yuquis, las promesas tienen que hacerse realidad porque de lo contrario desapareceremos ante la mirada pasiva de la sociedad”.
“Hemos salido a la ciudad para que sepan que estamos sufriendo”, advierte Jonatán, que mira con esos ojos amarillos que tiene
Carmen está en Santa Cruz y no en Mbia Recuaté, en su tierra natal, en la cuna suya y de los pocos Mbia (conocidos como yuquis) que quedan en este mundo. Ella no ha venido sola a la gran ciudad, lo ha hecho con 23 adultos y 45 niños. Todos comparten una preocupación: se sienten muy enfermos y quieren saber qué tipo de hongo es el que se les ha metido en los pulmones. Para eso han viajado durante dos días y lo han hecho a pie, en balsa y en trufi cargando un grito de socorro que tienen atorado en el pecho. “Allá nos estamos muriendo de tuberculosis, de neumonía, de anemia y de otras cosas y nadie nos tiende una mano”, dice Jonatán Isategua, el líder del grupo.
Cuando Jonatán dice allá, se refiere a Mbia Recuaté, ese núcleo humano anclado en la provincia Carrasco de Cochabamba, a esa jungla tropical donde los Yuquis son cada vez menos. Ellos se cuentan a menudo y, hasta la anterior semana, en su comunidad eran poco más de 200, la mayoría niños y adultos, porque los viejos, con sus defensas bajas por la mala alimentación, le dan menos pelea a la tuberculosis, y los jóvenes han preferido salir a las ciudades a ganarse la vida.
Los números son un termómetro de que algo malo está pasando.
El Censo de Población y Vivienda de 2012 ya dio una señal de alerta al revelar el estado de emergencia para 15 de las 36 etnias de Bolivia.
Según aquellos resultados, existen 14 culturas amazónicas y una altiplánica que cuentan con menos de 1.000 habitantes y, por lo tanto, se encuentran en riesgo de desaparecer. Los yukis forman parte del grupo de etnias más vulnerables puesto que el dato del último censo dice que apenas eran 342 personas hasta ese año, de los que solo 209 vivían en el área rural.
Jonatán y los suyos no necesita conocer los datos del censo para saber que corren el peligro de convertirse solo en un recuerdo. Sabe que en su comunidad todos conocen en qué estado de salud se encuentran y eso los ha puesto en alerta. “El 30% de los que viven en Mbia Recuaté están enfermos”, dice, sentado en la acera del edificio de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob). Hasta ahí han llegado como refugiados temporales, y lo han hecho con poco equipaje, sin colchas ni mudas de ropa.
Natán Guaguasu, 26 años, el flaco que camina con zapatos de regalo dos números más grandes de lo que él calza, cuenta, emocionado, que alguien en la Cidob le dijo que hay una canción que dice que la raza yuqui no morirá nunca jamás. Eso le da esperanza, porque asegura que en su comunidad no se mienten y saben que van camino al exterminio.
La canción a la que se refiere es a una chobena de Armando Terceros que se llama Lamento yuqui, y aquí, en el refugio de la Cidob, los que han venido se lamentan.
“En las noches nos hace frío”, se queja Raquel Guagasuera: pálida, con ocho hijos en su haber y notoriamente enferma. “Tengo los síntomas de la tuberculosis, de la neumonía y de la anemia”, dice, sin saber a ciencia cierta que así sea. “He visto a compañeros en mi comunidad a los que después les declaran esos males”, cuenta preocupada.
En Santa Cruz ya la ha visto un médico y, después de examinarla, le ha dicho que gran parte de sus males se deben a que no ingiere alimentos que son imprescindibles para equilibrar la dieta diaria. La dieta de los yuquis, explican, se basa en arroz, plátano, yuca, y cuando consiguen cazar algún animal en el bosque, consumen la carne.
Pero eso no ocurre a menudo, porque el bosque en el que viven se está quedando sin árboles por culpa de los asentamientos humanos y la expansión agrícola.
Jonatán aclara que ellos gozan de un seguro de salud indígena y que es en un hospital del trópico de Cochabamba, donde los han atendido en los últimos años, pero que han decidido ya no acudir ahí porque sienten que hay algunos funcionarios aburridos, que no les han sabido precisar qué clase de enfermedad tienen y que les hacen sentir que están cansados de ellos. “Por eso hemos venido a Santa Cruz. No nos iremos hasta que aquí nos atiendan a todos. No queremos retornar para morir en nuestra comunidad”, dice Jhonatán, que tiene los ojos amarillos, señal de que la tuberculosis alguna vez estuvo en su cuerpo. Hasta hace poco no dejaba de toser y temió por su vida.
Ellos pusieron su esperanza en los médicos de Santa Cruz y no en la del doctor que los atiende en Mbia Recuaté, donde existe una posta bonita pero que no tiene remedios ni instrumentos para curar ni insumos para hacer análisis y diagnosticar las enfermedades, que son como una condena que arrastra la etnia yuqui.
Los miembros de esta expedición, bajo una sola voz, demandan atención del Gobierno y dicen que no han venido para mendigar en la ciudad, que camina alocada en un ambiente navideño, sino para buscar el compromiso de las autoridades.
Enterados de como están, recuerdan que en el artículo 31 de la CPE dice que las naciones y pueblos indígenas originarios en peligro de extinción, en situación de aislamiento voluntario y no contactados, serán protegidos y respetados en sus formas de vida individual y colectiva.
Desde La Paz, el diputado indígena y masista Bienvenido Zacu, dijo que demandará al Ejecutivo una atención de emergencia para que se movilice hasta Mbia Recuaté una comisión del Ministerio de Salud. Además, se comprometió a viajar a Santa Cruz para atender personalmente a los que llegaron para buscar ayuda. “Es preocupante todo esto”, dice Zacu, que prometió no quedarse con los brazos cruzados.
Desde la Defensoría del Pueblo de Bolivia, enterados del drama que soportan los yuquis, están elaborando un informe sobre la dura realidad.
Jonatán Isategua, el líder de la comitiva, le toma la palabra pero advierte que el tiempo corre en contra. “A estas alturas de la historia de los yuquis, las promesas tienen que hacerse realidad porque de lo contrario desapareceremos ante la mirada pasiva de la sociedad”.
“Hemos salido a la ciudad para que sepan que estamos sufriendo”, advierte Jonatán, que mira con esos ojos amarillos que tiene
Exodo Weenhayek
A pesar de ser considerado un pueblo nómada, la comunidad indígena Weenhayek, vocablo que en la lengua del mismo nombre significa “diferente”, nunca se imaginó que tendría que emigrar a otros países como Argentina por la enfermedad del río Pilcomayo, que ha sido depredado en sus riquezas piscícolas y contaminado por los residuos minerales.
Se calcula que el pueblo Weenhayek está constituido por 5.670 familias, de las cuales en los últimos años emigraron 150 a la República Argentina, donde como indígenas reciben cada mes una canasta familiar además de contar con una pensión, según el Capitán Grande Moisés Sapiranda.
Contrario a sus creencias en “ajats” o dioses de la naturaleza, nadie respetó a la Madre Tierra en la región villamontina donde aparecieron “dueños” del río y de los peces del Pilcomayo. Algunos incluso de alto rango militar, que se enriquecieron obligando a trabajar ilegalmente a los cons- criptos utilizando métodos de pesca prohibidos, como trampas, ante la mirada pasiva de las autoridades. El antropólogo alemán Volker von Bremen, quien trabajaba como asesor de la institución Misereor en la región del Chaco, afirma que “el mayor problema es la contaminación del Pilcomayo, que tiene efectos a largo plazo e incluso puede llevar al nacimiento de niños con deformaciones”.
Contaminación minera
Los problemas comenzaron a escucharse hace algunos años luego de los estudios realizados por diversos científicos sobre la contaminación minera que sufrían las aguas del río, causada según ellos por toneladas de minerales que depositan en las aguas diariamente las minas de Oruro y Potosí, donde nace el torrente.
Pero luego de que se confirmara el colapso de un dique de colas de la Empresa Minera Santiago Apóstol (EMSA) el 11 de julio pasado, en Potosí, la amenaza empezó a hacerse una cruda realidad.
El biólogo y presidente de la Fundación Amigos del Pilcomayo, Maximiliano Vandeven, explica que si la contaminación en el río es muy alta puede causar la muerte inmediata de los peces y animales que estén en contacto con el agua, y esto sería una gran pérdida para las personas que subsisten de la pesca.
La actividad pesquera movía 15 millones de bolivianos anuales por venta directa en el río. Y aunque las autoridades tomaron algunas medidas preventivas como la suspensión de concesiones pesqueras a los militares, todo se hizo demasiado tarde. Tan tarde que ahora ni a ellos mismos les interesa la pesca en ese afluente, pues ya dejó de ser un negocio.
Un análisis realizado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) menciona los elevados índices de contaminación. “Los ríos potosinos de Tarapaya y La Ribera que sirven de afluentes del Pilcomayo tenían una concentración de arsénico mil veces más que el valor señalado por la Ley del Medio Ambiente, y 5.000 veces superior a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Se encontraron 99 miligra- mos de plomo en cada litro de agua y lo permisible es tan sólo de 0,05 mg/l”. Según esta investigación, un total de 20 ingenios mineros botaban cada día más de 1.200 toneladas de desechos contaminantes a los ríos Tarapaya y La Ribera.
Asimismo, otro estudio realizado por las universidades Juan Misael Saracho (Bolivia) y Nijmegen (Holanda), publicado en 2001, evidenció que las concentraciones de zinc y cobre en el hígado de los peces del río Pilcomayo eran de tres a cuatro veces más altas que en los del río Bermejo. “Si los niveles de contaminación son bajos, los peces transportarían el plomo al organismo del ser humano, que causaría problemas en el sistema nervioso, estomacal y a largo plazo puede ocasionar cáncer y una muerte silenciosa”, dice Vandeven.
La concesión a los militares duró cerca de cuarenta años, tiempo en el que cobraban 50 bolivianos a cada comerciante que quería ingresar a la zona del Kilómetro Nueve (lugar sumamente angosto del río donde se usaban trampas), que se sumaban a las ganancias por la venta de pescado. Al menos 30 conscriptos realizaban estas actividades diarias de la Tercera División y de otras divisiones del Grupo Pisagua y del Regimiento Campero, actividades que fueron denunciadas por representantes de Derechos Humanos en la ciudad de Tarija.
Teófilo Cuéllar, líder weenhayek, cuenta que pidió que se suprima el uso no autorizado de trampas o chalanas. “Los comerciantes ganaban abasteciendo los mercados con pescados que compraban en dos y cinco bolivianos la unidad y los vendían hasta en 40”, añade.
Los diques de colas de las empresas mineras, del departamento de Potosí, son un peligro para la biodiversidad y los seres humanos y el Gobierno reconoce que no hay control. Según declaraciones del Ministro de Minería y Metalurgia, César Navarro, no se hace un control a esas instalaciones en el país y se cometió el error de no exigir medidas ambientales.
Ni los municipios, ni las empresas petroleras, ni las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) han podido ayudar al pueblo Weenhayek. La pesca fue su principal ingreso económico, su fuente de vida e incluso la base de su identidad en siglos. Al parecer, ya no podrán transmitir sus prácticas a sus descendientes y se verán obligados a dejar la tierra que habitaron durante 500 años.
sábado, 20 de diciembre de 2014
Yuquis con tuberculosis buscan ayuda en Santa Cruz
Al menos diez indígenas del pueblo Yuqui del departamento de Cochabamba, dejaron su comunidad Bia Recuaté del municipio Puerto Villaroel porque están enfermos de tuberculosis y se dirigieron a la ciudad de Santa Cruz en busca de ayuda.
El informe corresponde al vicecacique del Consejo Yuqui, José Isategua, quien dijo hace cinco días que los yuquis se encuentran en la sede de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) para que los médicos los revisen, pues no cuentan con recursos económicos.
Contó que su esposa, Catalina Iguazu y otra mujer de nombre Raquel Guaguasubera, presentan un cuadro crónico de tuberculosis. "Una está muy delicada de salud, es mi esposa, también Raquel Guaguasubera. Nosotros hemos acudido a Santa Cruz para pedir ayuda y no tener problemas respiratorios", declaró
El informe corresponde al vicecacique del Consejo Yuqui, José Isategua, quien dijo hace cinco días que los yuquis se encuentran en la sede de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) para que los médicos los revisen, pues no cuentan con recursos económicos.
Contó que su esposa, Catalina Iguazu y otra mujer de nombre Raquel Guaguasubera, presentan un cuadro crónico de tuberculosis. "Una está muy delicada de salud, es mi esposa, también Raquel Guaguasubera. Nosotros hemos acudido a Santa Cruz para pedir ayuda y no tener problemas respiratorios", declaró
Un indígena guaraní es el nuevo presidente de la Asamblea cruceña
Filemón Suárez, asambleísta indígena que representa al pueblo guaraní, es el nuevo presidente de la Asamblea Legislativa Departamental (ALD) de Santa Cruz, que este viernes eligió al reemplazante de Ruth Lozada.
La nueva autoridad asumió el cargo en acto público realizado en ambientes de la ALD.
Lozada deja el cargo de presidenta de la Asamblea para jurar el próximo 22 de diciembre como la nueva gobernadora de Santa Cruz, en reemplazo de Rubén Costas que buscará la reelección en el cargo en las elecciones del próximo 29 de marzo de 2015.
Suárez fue elegido con 18 votos a favor y la Bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) se abstuvo de participar en la votación de la elección de la nueva autoridad legislativa.
El nuevo presidente estará a la cabeza de la Asamblea hasta mayo del próximo año, cuando ingresen los nuevos asambleístas y asuma el nuevo gobernador para la gestión 2015-2020.
Además se confirmó que hasta fines de diciembre al menos siete asambleístas dejarán el cargo para habilitarse como candidatos a las próximas elecciones subnacionales, se trata de Alcides Villagomez, Lilian Justiniano, Wilson Añez, Mario Alberto Justiniano, Ronald Moreno, María Ariasm José Luis Martínez.
La nueva autoridad asumió el cargo en acto público realizado en ambientes de la ALD.
Lozada deja el cargo de presidenta de la Asamblea para jurar el próximo 22 de diciembre como la nueva gobernadora de Santa Cruz, en reemplazo de Rubén Costas que buscará la reelección en el cargo en las elecciones del próximo 29 de marzo de 2015.
Suárez fue elegido con 18 votos a favor y la Bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) se abstuvo de participar en la votación de la elección de la nueva autoridad legislativa.
El nuevo presidente estará a la cabeza de la Asamblea hasta mayo del próximo año, cuando ingresen los nuevos asambleístas y asuma el nuevo gobernador para la gestión 2015-2020.
Además se confirmó que hasta fines de diciembre al menos siete asambleístas dejarán el cargo para habilitarse como candidatos a las próximas elecciones subnacionales, se trata de Alcides Villagomez, Lilian Justiniano, Wilson Añez, Mario Alberto Justiniano, Ronald Moreno, María Ariasm José Luis Martínez.
viernes, 19 de diciembre de 2014
Un rey negro descendiente de africanos vive como campesino pobre en Bolivia
Julio Pinedo no tiene trono ni séquito, sólo una capa roja con orlas doradas y una corona metálica. Pero es reconocido en la comunidad negra de Bolivia como un rey descendiente de un monarca africano traído como esclavo desde el Congo por colonizadores españoles. Pinedo vive en la pobreza en un apacible poblado de Los Yungas, tórrida región agrícola de La Paz, y utiliza su capa y corona sólo en festividades locales como recordatorio de sus ancestros reales y su origen africano.
De 73 años, el rey negro de Bolivia tiene las manos callosas por las faenas agrícolas, que a diario cumple como cualquier otro campesino de Mururata, un poblado donde habitan unas 60 familias a unos 100 kilómetros al norte de La Paz. "Yo nací en 1941, aquí en Mururata, como mis abuelos.
Yo soy nieto de Bonifacio Pinedo, el rey negro", se presenta amable y ceremonioso don Julio, quien recuerda que fue criado desde niño por su linajudo ancestro, pues sus padres fallecieron en un accidente cuando él era pequeño.
Simple y directo, reconoce que su rango es más simbólico y honorífico. En la granja "yo produzco cítricos, naranja, mandarinas, coca y café también", cuenta. Y explica que la historia de sus raíces le fue transmitida por su abuelo: "A mis ancestros los han traído aquí (a Los Yungas) cuando invadieron los españoles; los trajeron a las comunidades a trabajar la tierra".
El rey negro, que es reconocido como tal por la comunidad negra de Bolivia, tiene un único hijo y heredero: el "príncipe Rolando", que trabaja en La Paz como oficinista en el Congreso. Su esposa, la "reina doña Angélica Larrea", atiende un pequeño negocio al menudeo en el que lucen una veintena de botellas de soda, unas cuantas latas de sardinas, botellones de aceite y algunas unidades de pan, si es que la panadera de Mururata los ha horneado.
Nuestro rey simbólico
Su abuelo fue Bonifacio I, coronado en 1932 y descendiente del príncipe congolés Uchicho. Pinedo lo sucedió en 1992, pero recién fue entronizado en 2007 en una ceremonia oficial en Mururata, un pequeño villorrio de estrechas calles de tierra, precariamente conectado por caminos escarpados con Coroico, una pujante localidad turística de Los Yungas.
Según el relato familiar, hacia 1820 el príncipe Uchicho fue secuestrado y llevado a esa región agrícola y productora de coca y café en las postrimerías de la colonización española, que duró del siglo XV al XIX, para trabajar en los cocales. Hoy en día, la imagen de Pinedo otorga a la población afroboliviana, de unas 26.000 personas, "una fuerte identificación cultural y un fuerte sentido de pertenencia", explica a la AFP el primer diputado negro en la historia de Bolivia, Jorge Medina, elegido legislador por afrobolivianos e indígenas lugareños de Los Yungas.
Los afrodescendientes que viven en Bolivia son reconocidos por el Estado como "nación originaria", con una influencia muy fuerte en la música de aires andinos del país. Bailes como la "saya" y "caporales" están impregnados de tambores africanos. Pedro Andaveres, un investigador de la cultura afroboliviana, señala que no existen datos exactos de cuántos negros fueron traídos al nuevo Continente, aunque algunas cifras mencionan entre 50 a 60 millones, de los que una mitad murió en el trayecto.
"Se cree que al Alto Perú llegaron cerca de medio millón, pero no hay cifras de cuántos llegaron a lo que hoy es Bolivia. Nos trajeron (los españoles) primero a (las minas de) Potosí y luego a esta región de Yungas", dice Andaveres.
El experto asegura a la AFP que toda la historia de los afrobolivianos ha sido borrada durante la colonia española y luego, en la república, por criollos mineros, latifundistas y terratenientes: "Nos han borrado nuestra historia, nos han borrado nuestros dialectos originales, nos han borrado nuestras religiones". Pero queda el recuerdo de un monarca, estima el diputado Medina. Julio Pinedo "es nuestro rey simbólico, no le rendimos pleitesía como a un rey de España, pero hay respeto hacia él", dice.
De 73 años, el rey negro de Bolivia tiene las manos callosas por las faenas agrícolas, que a diario cumple como cualquier otro campesino de Mururata, un poblado donde habitan unas 60 familias a unos 100 kilómetros al norte de La Paz. "Yo nací en 1941, aquí en Mururata, como mis abuelos.
Yo soy nieto de Bonifacio Pinedo, el rey negro", se presenta amable y ceremonioso don Julio, quien recuerda que fue criado desde niño por su linajudo ancestro, pues sus padres fallecieron en un accidente cuando él era pequeño.
Simple y directo, reconoce que su rango es más simbólico y honorífico. En la granja "yo produzco cítricos, naranja, mandarinas, coca y café también", cuenta. Y explica que la historia de sus raíces le fue transmitida por su abuelo: "A mis ancestros los han traído aquí (a Los Yungas) cuando invadieron los españoles; los trajeron a las comunidades a trabajar la tierra".
El rey negro, que es reconocido como tal por la comunidad negra de Bolivia, tiene un único hijo y heredero: el "príncipe Rolando", que trabaja en La Paz como oficinista en el Congreso. Su esposa, la "reina doña Angélica Larrea", atiende un pequeño negocio al menudeo en el que lucen una veintena de botellas de soda, unas cuantas latas de sardinas, botellones de aceite y algunas unidades de pan, si es que la panadera de Mururata los ha horneado.
Nuestro rey simbólico
Su abuelo fue Bonifacio I, coronado en 1932 y descendiente del príncipe congolés Uchicho. Pinedo lo sucedió en 1992, pero recién fue entronizado en 2007 en una ceremonia oficial en Mururata, un pequeño villorrio de estrechas calles de tierra, precariamente conectado por caminos escarpados con Coroico, una pujante localidad turística de Los Yungas.
Según el relato familiar, hacia 1820 el príncipe Uchicho fue secuestrado y llevado a esa región agrícola y productora de coca y café en las postrimerías de la colonización española, que duró del siglo XV al XIX, para trabajar en los cocales. Hoy en día, la imagen de Pinedo otorga a la población afroboliviana, de unas 26.000 personas, "una fuerte identificación cultural y un fuerte sentido de pertenencia", explica a la AFP el primer diputado negro en la historia de Bolivia, Jorge Medina, elegido legislador por afrobolivianos e indígenas lugareños de Los Yungas.
Los afrodescendientes que viven en Bolivia son reconocidos por el Estado como "nación originaria", con una influencia muy fuerte en la música de aires andinos del país. Bailes como la "saya" y "caporales" están impregnados de tambores africanos. Pedro Andaveres, un investigador de la cultura afroboliviana, señala que no existen datos exactos de cuántos negros fueron traídos al nuevo Continente, aunque algunas cifras mencionan entre 50 a 60 millones, de los que una mitad murió en el trayecto.
"Se cree que al Alto Perú llegaron cerca de medio millón, pero no hay cifras de cuántos llegaron a lo que hoy es Bolivia. Nos trajeron (los españoles) primero a (las minas de) Potosí y luego a esta región de Yungas", dice Andaveres.
El experto asegura a la AFP que toda la historia de los afrobolivianos ha sido borrada durante la colonia española y luego, en la república, por criollos mineros, latifundistas y terratenientes: "Nos han borrado nuestra historia, nos han borrado nuestros dialectos originales, nos han borrado nuestras religiones". Pero queda el recuerdo de un monarca, estima el diputado Medina. Julio Pinedo "es nuestro rey simbólico, no le rendimos pleitesía como a un rey de España, pero hay respeto hacia él", dice.
jueves, 18 de diciembre de 2014
Pueblos Mosetén y Leco eligen asambleístas
Los pueblos Leco y Mosetén del departamento de La Paz eligieron a sus asambleístas para la gestión 2015-2020 del Legislativo paceño, quienes fueron presentados ayer por la Cpilap.
Lucrecia Josesito fue elegida como legisladora titular de los mosetenes y va como suplente José Flores. Mientras José Antolin Durán representará a los lecos en la Asamblea Departamental y Verónica Quispe es la legisladora suplente.
El presidente de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (Cpilap), Eusebio Wasna, informó aún restan que las naciones: Tacana y Araona elijan a sus representantes.
“Ya está decidido entre los indígenas de ambos pueblos, hay acuerdos que se han respetado y ahora van como asambleístas”, declaró Wasna a Erbol.
El afroboliviano y kallawaya también tienen una representación directa, cada uno, ante la Asamblea Legislativa Departamental de La Paz, sin embargo, no se definió quiénes los representarán.
Lucrecia Josesito fue elegida como legisladora titular de los mosetenes y va como suplente José Flores. Mientras José Antolin Durán representará a los lecos en la Asamblea Departamental y Verónica Quispe es la legisladora suplente.
El presidente de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (Cpilap), Eusebio Wasna, informó aún restan que las naciones: Tacana y Araona elijan a sus representantes.
“Ya está decidido entre los indígenas de ambos pueblos, hay acuerdos que se han respetado y ahora van como asambleístas”, declaró Wasna a Erbol.
El afroboliviano y kallawaya también tienen una representación directa, cada uno, ante la Asamblea Legislativa Departamental de La Paz, sin embargo, no se definió quiénes los representarán.
domingo, 14 de diciembre de 2014
Piden proteger elementos culturales de los yamparas
Tras la declaratoria del Pujllay y el Ayarichi como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la reconocida antropóloga Verónica Cereceda propuso encarar un proyecto integral de recuperación y preservación de todos los elementos de las expresiones yamparas para beneficio de las comunidades en base a sus usos y costumbres.
El pasado 27 de noviembre, la UNESCO anunció que el “Pujllay y Ayarichi: música y danzas de la cultura yampara” ingresaban a la lista mundial de Patrimonio Inmaterial. Fue el resultado de un proceso que empezó en 2010 cuando la Fundación para la Investigación Antropológica y el Etnodesarrollo “Antropólogos del Surandino” (ASUR) en acuerdo con la Gobernación de Chuquisaca emprendió las investigaciones para la carpeta de postulación según los requerimientos de la UNESCO.
El estudio de respaldo estuvo a la cabeza de Verónica Cereceda quien trabajó estrechamente con la etnomusicóloga Rosalía Martínez y la especialista en etnodanza Laura Flety, entre otras personas.
El reconocimiento de la UNESCO en lugar de ser un fin es sólo el inicio, pues trae consigo una serie de compromisos para preservar las expresiones culturales de los yamparas, señaló Cereceda.
PUNTOS CRÍTICOS
La investigadora identificó algunos puntos críticos que deben motivar acciones para garantizar la autenticidad del Pujllay y el Ayarichi.
“No puede ser que lleguen miles de visitantes y vean que los bailarines no tienen abarcas o están tocando con instrumentos de plástico. No pues, la danza tiene que ser perfecta, con todo su esplendor. Por ejemplo, en el Pujllay se ha perdido el tocoro, un pinquillo grande, ahora tocan con pinquillos pequeños hechos de tubos de plástico, tendremos que rehacer todo eso”, señaló.
Sobre el turismo dijo que debe ser controlado para evitar el impacto nocivo de grandes flujos de extranjeros a las comunidades indígenas, vulnerando sus usos y costumbres.
Asimismo, es necesario recuperar la calidad de los textiles de antaño ya que de un tiempo a esta parte, según observó la antropóloga, el enfoque comercial provocó que las tejedoras jóvenes dejen de prestar atención a la calidad de los hilos, el entramado y otros elementos. Para ello propuso trabajar con unas 300 tejedoras de alta calidad que se constituyan en guías para el resto de las mujeres y transmitan sus saberes.
Gestiones
Cereceda indicó que sostendrá una reunión con el titular de Culturas, Pablo Groux, para elaborar una agenda de compromisos e impulsar todas estas acciones.
El pasado 27 de noviembre, la UNESCO anunció que el “Pujllay y Ayarichi: música y danzas de la cultura yampara” ingresaban a la lista mundial de Patrimonio Inmaterial. Fue el resultado de un proceso que empezó en 2010 cuando la Fundación para la Investigación Antropológica y el Etnodesarrollo “Antropólogos del Surandino” (ASUR) en acuerdo con la Gobernación de Chuquisaca emprendió las investigaciones para la carpeta de postulación según los requerimientos de la UNESCO.
El estudio de respaldo estuvo a la cabeza de Verónica Cereceda quien trabajó estrechamente con la etnomusicóloga Rosalía Martínez y la especialista en etnodanza Laura Flety, entre otras personas.
El reconocimiento de la UNESCO en lugar de ser un fin es sólo el inicio, pues trae consigo una serie de compromisos para preservar las expresiones culturales de los yamparas, señaló Cereceda.
PUNTOS CRÍTICOS
La investigadora identificó algunos puntos críticos que deben motivar acciones para garantizar la autenticidad del Pujllay y el Ayarichi.
“No puede ser que lleguen miles de visitantes y vean que los bailarines no tienen abarcas o están tocando con instrumentos de plástico. No pues, la danza tiene que ser perfecta, con todo su esplendor. Por ejemplo, en el Pujllay se ha perdido el tocoro, un pinquillo grande, ahora tocan con pinquillos pequeños hechos de tubos de plástico, tendremos que rehacer todo eso”, señaló.
Sobre el turismo dijo que debe ser controlado para evitar el impacto nocivo de grandes flujos de extranjeros a las comunidades indígenas, vulnerando sus usos y costumbres.
Asimismo, es necesario recuperar la calidad de los textiles de antaño ya que de un tiempo a esta parte, según observó la antropóloga, el enfoque comercial provocó que las tejedoras jóvenes dejen de prestar atención a la calidad de los hilos, el entramado y otros elementos. Para ello propuso trabajar con unas 300 tejedoras de alta calidad que se constituyan en guías para el resto de las mujeres y transmitan sus saberes.
Gestiones
Cereceda indicó que sostendrá una reunión con el titular de Culturas, Pablo Groux, para elaborar una agenda de compromisos e impulsar todas estas acciones.
Crean instituto de la lengua y cultura guaraya
En un ambiente de fiesta, al son de violines y guitarras, en Ascensión de Guarayos se dio por creado el Instituto de la Lengua y Cultura Guaraya, dependiente del Instituto Plurinacional de Estudio de Lengua y Cultura (Ipnelc). La Resolución Administrativa 35/ 2.014 fue entregada por el ministro de Educación, Roberto Aguilar.
“El instituto se constituye en una autoridad en cuanto a orientación, realización, investigación y normalización de la lengua, que cada día se está perdiendo, porque tiene menos hablantes, dijo la autoridad de la educación.
Eladio Uraeza, presidente de la Central de Organizaciones de Pueblos Nativos Guarayos (Copnag), dijo que la lengua viene a ser como un arma para luchar contra la aculturación, en este caso particular del pueblo guarayo.
A su vez, el ministro Aguilar prometió hacer una nivelación en cuanto a pagos de horas trabajadas a docentes para acabar con la “deuda a los maestros que trabajan 120 horas al mes pero que el Estado les paga solo 88”/DA
“El instituto se constituye en una autoridad en cuanto a orientación, realización, investigación y normalización de la lengua, que cada día se está perdiendo, porque tiene menos hablantes, dijo la autoridad de la educación.
Eladio Uraeza, presidente de la Central de Organizaciones de Pueblos Nativos Guarayos (Copnag), dijo que la lengua viene a ser como un arma para luchar contra la aculturación, en este caso particular del pueblo guarayo.
A su vez, el ministro Aguilar prometió hacer una nivelación en cuanto a pagos de horas trabajadas a docentes para acabar con la “deuda a los maestros que trabajan 120 horas al mes pero que el Estado les paga solo 88”/DA
De Gengis Khan a los Urus
Días atrás, científicos afirmaron que migraciones provenientes de Asia, poblaron extensas áreas de lo que hoy es América Latina, corroborando la explicación del desaparecido antropólogo Mario Montaño Aragón, respecto a que, por ejemplo, los idiomas “aymara y quichua son de orígenes turco-antaicos”. Es decir, dos variantes dialectales de la familia turco-antaico. El frondoso vocabulario es similar con características fonéticas tan próximas que ya no acepta discusión alguna sobre el particular.
Aconsejo, dijo, viajar a las tierras de Gengis Khan para que se convenzan que los idiomas aymara y quichua tienen su origen en las lenguas turco-antaicas de Centro Asia.
El antropólogo destacó también que la palabra “ayllu” es la choza mongola llamada “aul” y en ella viven el aulo o ayllus. “Cuando estuve en Shangai, prosigue Montaño Aragón, pregunté cómo se dice criatura en el idioma chino, me respondieron sencillamente ‘wawa’ o ‘guagua’ como en aymara o quichua”.
Es decir, que los habitantes andinos tenemos sangre y genes de aquellas latitudes y, de esta herencia tampoco se salvan muchas etnias bolivianas, entre ellas, la de los Urus que puebla el lago Poopó, en el departamento de Oruro.
Comentemos algo sobre los hombres del agua, como gustan ellos, llamarse.
HISTORIA
Para comprender el hondo significado de la etnia Urus es imprescindible referirnos a su particular historia; a una execrable y distorsionada historia, a una leyenda negra que tiene sus raíces en el Collado; que se acentúa con el gobierno Inca; que se hace fuerte en la Colonia y cuya detestable herencia la estamos presenciando hoy mismo.
LA COLONIA
Los cronistas de la Colonia española, Ludovico Bertonio, el padre Acosta y el padre Calancha, coinciden en que los Urus son: “Una nación que de ordinario son pescadores”; “Ellos mismos no se tienen por hombres. Cuentan ellos, que preguntados qué gente eran, respondieron que ellos no eran hombres, sino Uros, como si fueran otro género”; “Son aquellos pescadores de la Laguna y los isleños de aquel archipiélago, gente belígera, guerreadora, temeraria en lo que intenta y sin miedo de la justicia en lo que acometen o porque tienen fácil la huida, o porque es dificultoso prenderlos o porque los más los aborrecen de muerte a los españoles y les enamora poco la Ley Evangélica” ( Citado por Mario Montaño Aragón en Síntesis histórica de Oruro, 1972).
La visión de los cronistas de la Colonia ha influido, definitivamente, en la visión algunos historiadores bolivianos (con honrosas excepciones), que repiten esta leyenda negra.
ASOMBROSO GRUPO
Por el contrario, el arqueólogo e historiador boliviano, Roy Querejazu Lewis, en su obra Bolivia Prehispánica, Editorial Juventud, 1989, refiriéndose al pueblo Urus, afirma que es un: “asombroso y curioso grupo étnico” y prosigue: “Esta etnia proviene, al parecer, de las antiguas migraciones proto-agrícolas y pre-cerámicas que se produjeron a través del Estrecho de Behring hace más de 8 mil años antes de Cristo(…) De todas maneras, los Urus de hoy se nos presentan como la única supervivencia de pueblos proto-agrícolas, de cultura también cazadora, pescadora y recolectora, en todo el territorio andino de Bolivia. En origen pertenecerían a la Cuarta Cultura Sudamericana, portadora de las puntas líticas de jabalina tipo Ayampitín. Una vez llegados a Suramérica, ocuparon las regiones lacustres del Altiplano Andino, dando origen al denominativo de “Hombres de Agua”.
LOS MÁS ANTIGUOS
Ni los cronistas de la Colonia, ni historiadores influidos por corrientes europeas del Siglo Diecinueve, comprendieron por qué preferían ser “Urus y no hombres”. La explicación es simple: para ellos, ser diferentes fue y es una forma de sobrevivencia contra el avasallamiento cultural y de sus tierras.
Los Urus están conscientes de que, además de ser el pueblo más antiguo que pisa el altiplano andino; más viejo que el sol, tienen otra gran diferencia respecto a los “hombres secos”: ni el viento, ni las heladas ni el intenso frío, les hacen daño y por último, según sus portavoces, “tienen sangre negra” que les hace aún más diferentes del resto de los mortales. Es decir, que su propia visión, es la única defensa que tienen contra el mundo exterior.
Según el antropólogo Jehán Vellard, los Urus llaman a los otros hombre “Kont sun’chay” que traducido a la lengua española, significa “los hombres secos”, los “hombres terrenales”. Vellard, reproduce una conversación que tuvo con un anciano Urus, que a la letra dice: “Nosotros, el pueblo del lago, los kot-Suñs, no somos hombres. Mucho antes que los incas, antes que el Padre del cielo, Tatitu, creara a los hombres, los aymaras, los quechuas y los blancos, aún antes que el sol alumbrara el mundo, antes de la última aurora, que anunciaba la época actual, cuando la tierra estaba aún sumergida dentro de una semioscuridad. Iluminada solamente por la luna y las estrellas, más brillantes que hoy, el lago Titicaca mucho más extenso que el que tú conoces, se extendía hasta los confines del altiplano. Ya antes, nuestros padres vivían aquí. Nosotros no somos hombres. Nuestra sangre es negra, es por eso que nosotros no podemos ahogarnos; nosotros no sentimos el frío del lago durante las noches de invierno; las neblinas, las heladas que penetran a los hombres y les hacen morir de neumonía no nos hacen mal. El rayo no nos puede golpear. Nosotros no hablamos la lengua de los hombres y ellos no comprenden lo que nosotros decimos. Nuestra cabeza es diferente de aquella de otros indios. Somos un pueblo aparte, muy viejo, el más viejo, el pueblo del lago. Los Kot Suñs, nosotros no somos hombres”.
Aconsejo, dijo, viajar a las tierras de Gengis Khan para que se convenzan que los idiomas aymara y quichua tienen su origen en las lenguas turco-antaicas de Centro Asia.
El antropólogo destacó también que la palabra “ayllu” es la choza mongola llamada “aul” y en ella viven el aulo o ayllus. “Cuando estuve en Shangai, prosigue Montaño Aragón, pregunté cómo se dice criatura en el idioma chino, me respondieron sencillamente ‘wawa’ o ‘guagua’ como en aymara o quichua”.
Es decir, que los habitantes andinos tenemos sangre y genes de aquellas latitudes y, de esta herencia tampoco se salvan muchas etnias bolivianas, entre ellas, la de los Urus que puebla el lago Poopó, en el departamento de Oruro.
Comentemos algo sobre los hombres del agua, como gustan ellos, llamarse.
HISTORIA
Para comprender el hondo significado de la etnia Urus es imprescindible referirnos a su particular historia; a una execrable y distorsionada historia, a una leyenda negra que tiene sus raíces en el Collado; que se acentúa con el gobierno Inca; que se hace fuerte en la Colonia y cuya detestable herencia la estamos presenciando hoy mismo.
LA COLONIA
Los cronistas de la Colonia española, Ludovico Bertonio, el padre Acosta y el padre Calancha, coinciden en que los Urus son: “Una nación que de ordinario son pescadores”; “Ellos mismos no se tienen por hombres. Cuentan ellos, que preguntados qué gente eran, respondieron que ellos no eran hombres, sino Uros, como si fueran otro género”; “Son aquellos pescadores de la Laguna y los isleños de aquel archipiélago, gente belígera, guerreadora, temeraria en lo que intenta y sin miedo de la justicia en lo que acometen o porque tienen fácil la huida, o porque es dificultoso prenderlos o porque los más los aborrecen de muerte a los españoles y les enamora poco la Ley Evangélica” ( Citado por Mario Montaño Aragón en Síntesis histórica de Oruro, 1972).
La visión de los cronistas de la Colonia ha influido, definitivamente, en la visión algunos historiadores bolivianos (con honrosas excepciones), que repiten esta leyenda negra.
ASOMBROSO GRUPO
Por el contrario, el arqueólogo e historiador boliviano, Roy Querejazu Lewis, en su obra Bolivia Prehispánica, Editorial Juventud, 1989, refiriéndose al pueblo Urus, afirma que es un: “asombroso y curioso grupo étnico” y prosigue: “Esta etnia proviene, al parecer, de las antiguas migraciones proto-agrícolas y pre-cerámicas que se produjeron a través del Estrecho de Behring hace más de 8 mil años antes de Cristo(…) De todas maneras, los Urus de hoy se nos presentan como la única supervivencia de pueblos proto-agrícolas, de cultura también cazadora, pescadora y recolectora, en todo el territorio andino de Bolivia. En origen pertenecerían a la Cuarta Cultura Sudamericana, portadora de las puntas líticas de jabalina tipo Ayampitín. Una vez llegados a Suramérica, ocuparon las regiones lacustres del Altiplano Andino, dando origen al denominativo de “Hombres de Agua”.
LOS MÁS ANTIGUOS
Ni los cronistas de la Colonia, ni historiadores influidos por corrientes europeas del Siglo Diecinueve, comprendieron por qué preferían ser “Urus y no hombres”. La explicación es simple: para ellos, ser diferentes fue y es una forma de sobrevivencia contra el avasallamiento cultural y de sus tierras.
Los Urus están conscientes de que, además de ser el pueblo más antiguo que pisa el altiplano andino; más viejo que el sol, tienen otra gran diferencia respecto a los “hombres secos”: ni el viento, ni las heladas ni el intenso frío, les hacen daño y por último, según sus portavoces, “tienen sangre negra” que les hace aún más diferentes del resto de los mortales. Es decir, que su propia visión, es la única defensa que tienen contra el mundo exterior.
Según el antropólogo Jehán Vellard, los Urus llaman a los otros hombre “Kont sun’chay” que traducido a la lengua española, significa “los hombres secos”, los “hombres terrenales”. Vellard, reproduce una conversación que tuvo con un anciano Urus, que a la letra dice: “Nosotros, el pueblo del lago, los kot-Suñs, no somos hombres. Mucho antes que los incas, antes que el Padre del cielo, Tatitu, creara a los hombres, los aymaras, los quechuas y los blancos, aún antes que el sol alumbrara el mundo, antes de la última aurora, que anunciaba la época actual, cuando la tierra estaba aún sumergida dentro de una semioscuridad. Iluminada solamente por la luna y las estrellas, más brillantes que hoy, el lago Titicaca mucho más extenso que el que tú conoces, se extendía hasta los confines del altiplano. Ya antes, nuestros padres vivían aquí. Nosotros no somos hombres. Nuestra sangre es negra, es por eso que nosotros no podemos ahogarnos; nosotros no sentimos el frío del lago durante las noches de invierno; las neblinas, las heladas que penetran a los hombres y les hacen morir de neumonía no nos hacen mal. El rayo no nos puede golpear. Nosotros no hablamos la lengua de los hombres y ellos no comprenden lo que nosotros decimos. Nuestra cabeza es diferente de aquella de otros indios. Somos un pueblo aparte, muy viejo, el más viejo, el pueblo del lago. Los Kot Suñs, nosotros no somos hombres”.
Indígenas lucharon desde una maloca contra el cambio climático
Desde una maloca -casa comunitaria de los pueblos de la Amazonia-, que formaba parte de la muestra "Voces por el Clima”, los indígenas en Lima plantearon sus iniciativas y conocimientos para enfrentarse al cambio climático.
"Voces por el Clima” formó parte de las actividades paralelas a la COP20 y planteó que la lucha contra el cambio climático tiene que ser asumida por todos los ciudadanos y no solo por los gobiernos y las autoridades.
La Maloca Indígena ocupaba un área de 320 metros cuadrados y fue instalada con apoyo del Gobierno de Noruega. La casa comunitaria formó parte del "Pabellón de los Pueblos Indígenas”, que comprendía cuatro áreas de exhibición, denominadas "Vida plena indígena”, un auditorio y un total de 40 paneles temáticos.
El viceministro peruano del Ambiente, Gabriel Quijandría, enfatizó que este pabellón era "un espacio habilitado para todos los pueblos indígenas del mundo”.
"Voces por el Clima”, que se mostró en la sede del Jockey Club de Lima, fue inaugurada por el presidente de Perú, Ollanta Humala. "No olvidemos que esta lucha contra el cambio climático puede darnos la oportunidad de forjar la alianza más grande y profunda de la humanidad y que nos permita reconciliarnos con el planeta”, remarcó el gobernante.
La exposición reflejó las propuestas e iniciativas en relación al cambio climático e hizo énfasis en temas como Bosques, Montañas y Agua, Océanos, Energía y Ciudades Sostenibles. Los visitantes entraron al lugar por el pabellón Umbral, en el que se explicaba qué es el cambio climático, las metas de la COP20 y los avances de Perú en este tema.
En el pabellón dedicado a los bosques se informó que casi el 60 % del territorio peruano está compuesto por bosques. En el pabellón sobre los océanos se mostró que estos "juegan un rol crítico en la regulación del clima y el amortiguamiento del cambio climático a nivel global” y que se debe reducir el impacto de actividades humanas.
En el pabellón sobre montañas y agua se expuso la forma en la que el cambio climático y el crecimiento demográfico y urbano están produciendo cada vez mayores cambios en las montañas. El pabellón de la energía se refirió a la segunda política transversal de mitigación y adaptación frente al cambio climático y transmitió la posibilidad de diversificación de la matriz de energía, utilizando más energías limpias.
El último pabellón, sobre ciudades sostenibles, se dedicó a un tema considerado emblemático en Perú, en el que en los últimos 50 años se ha duplicado el número de habitantes en las ciudades. (EFE)
"Voces por el Clima” formó parte de las actividades paralelas a la COP20 y planteó que la lucha contra el cambio climático tiene que ser asumida por todos los ciudadanos y no solo por los gobiernos y las autoridades.
La Maloca Indígena ocupaba un área de 320 metros cuadrados y fue instalada con apoyo del Gobierno de Noruega. La casa comunitaria formó parte del "Pabellón de los Pueblos Indígenas”, que comprendía cuatro áreas de exhibición, denominadas "Vida plena indígena”, un auditorio y un total de 40 paneles temáticos.
El viceministro peruano del Ambiente, Gabriel Quijandría, enfatizó que este pabellón era "un espacio habilitado para todos los pueblos indígenas del mundo”.
"Voces por el Clima”, que se mostró en la sede del Jockey Club de Lima, fue inaugurada por el presidente de Perú, Ollanta Humala. "No olvidemos que esta lucha contra el cambio climático puede darnos la oportunidad de forjar la alianza más grande y profunda de la humanidad y que nos permita reconciliarnos con el planeta”, remarcó el gobernante.
La exposición reflejó las propuestas e iniciativas en relación al cambio climático e hizo énfasis en temas como Bosques, Montañas y Agua, Océanos, Energía y Ciudades Sostenibles. Los visitantes entraron al lugar por el pabellón Umbral, en el que se explicaba qué es el cambio climático, las metas de la COP20 y los avances de Perú en este tema.
En el pabellón dedicado a los bosques se informó que casi el 60 % del territorio peruano está compuesto por bosques. En el pabellón sobre los océanos se mostró que estos "juegan un rol crítico en la regulación del clima y el amortiguamiento del cambio climático a nivel global” y que se debe reducir el impacto de actividades humanas.
En el pabellón sobre montañas y agua se expuso la forma en la que el cambio climático y el crecimiento demográfico y urbano están produciendo cada vez mayores cambios en las montañas. El pabellón de la energía se refirió a la segunda política transversal de mitigación y adaptación frente al cambio climático y transmitió la posibilidad de diversificación de la matriz de energía, utilizando más energías limpias.
El último pabellón, sobre ciudades sostenibles, se dedicó a un tema considerado emblemático en Perú, en el que en los últimos 50 años se ha duplicado el número de habitantes en las ciudades. (EFE)
sábado, 13 de diciembre de 2014
La diabetes estalla en el pueblo Xavante al establecer contacto con la “modernidad”
Hasta hace pocas décadas, los xavantes eran nómadas, se movían por las grandes extensiones de la sabana tropical del Mato Grosso, viviendo de la recolección de frutos y de la caza. Sin embargo, estas áreas fueron paulatinamente ocupadas por la agricultura moderna —sobre todo con la plantación de soya—, por la crianza de ganado y por el surgimiento de nuevas ciudades. Esto ha provocado un contacto directo entre los indígenas y la cultura occidental, la sustitución de los alimentos tradicionales, una disminución de su actividad física y la adopción de un estilo de vida ajeno a sus hábitos y su cultura ancestral…
Hasta hace pocos años la diabetes mellitus tipo 2 era una enfermedad desconocida para el pueblo Xavante. Una investigación reciente de la Universidad de São Paulo descubrió qu el mal tiene hoy una altísima prevalencia en esta población aislada de la Amazonia, brote que los científicos atribuyen a cambios radicales en la alimentación y estilo de vida indígena.
Con el cuerpo pintado para celebrar un rito llamado Wai’a estos niños Xavante pasaron a la adolescencia cumpliendo una ceremonia que todavía se celebra en la aldea Pimentel Barbosa, en el Estado de Mato Grosso. | Foto Rosa Gauditano
Con el cuerpo pintado para un rito llamado Wai’a, estos niños Xavante pasaron a la adolescencia cumpliendo una ceremonia que aún se celebra en la aldea Pimentel Barbosa, Estado de Mato Grosso. | Foto Rosa Gauditano
Pueblo emblemático del Mato Grosso (un popular equipo del fútbol profesional brasileño se llama Xavantes), como muchos otros pueblos en la Amazonia no escapa al acelerado contacto con la “modernidad” que rompe los límites de su territorio aislado en los bosques cada vez más invadidos por la agricultura soyera, la sobre explotación de la madera y actividades extractivas de alta intensidad como la minería y la industria petrolera.
ataviados con rompaje de un bambú llamado tebe, estos niños cumplen el ritual para pasar de la niñez a la adolescencia cantando y bailando toda la noche. | Foto Rosa Gauditano
Ataviados con rompaje de un bambú llamado tebe, estos niños cumplen el ritual para pasar de la niñez a la adolescencia cantando y bailando toda la noche de choza en choza. | Foto Rosa Gauditano
Al romperse el aislamiento voluntario de los pueblos indígenas, el equilibrio de la naturaleza tambien se rompe y las poblaciones originarias obligadas hoy a entrar en contacto con los megaproyectos agroindustriales y extractivistas —que dan surgimiento a nuevas ciudades en medio de la deforestacion—, se exponen también a enfermedades que jamás conocían y ante las que no han desarrollado los anticuerpos necesarios, pues su ritmo de evolución fisiológica es distinto al de las poblaciones euro-americanas.
Los ríos están contaminados y los niños son las principales víctimas mortales de enfermedades como la difteria o la hepatitis. Entre los adultos la diabetes es una de las enfermedades que apareció en el mundo Xavante como el SIDA en el mundo occidental de los años ochenta, producto de un abrupto cambio en el medio ambiente.
El periodista José Pichel Andrés, de la agencia noticiosa DiCyT*, entrevistó al investigador Amaury Dal Fabbro que acaba de publicar los resultados de su estudio en en la revista Ethnicity & Disease. “La diabetes mellitus era desconocida para ellos hasta finales del siglo pasado”, dice el académico.
La prevalencia de diabetes mellitus entre personas de 20 años o más se sitúa en un 18,4% en hombres y un 40,6% en mujeres, una tasa altísima en comparación con el 12% del conjunto de la población brasileña. Además, “estos individuos tienen una alta prevalencia de obesidad asociada a la diabetes, un 50,8%”, destaca el científico. Por el contrario, la hipertensión arterial se sitúa en un 17,5%, una cifra que no es muy elevada pero que contrasta con el 4% que tenían los indígenas xavantes en un estudio realizado en la década de 1960.
El caso de los xavantes no es único. Amaury Dal Fabbro ha estudiado también a los japoneses emigrados a Brasil y los resultados son muy similares al de los indígenas. “Estos dos grupos étnicos tenían una prevalencia muy baja de la diabetes mientras se alimentaron de acuerdo con su modo de vida tradicional, pero tras el contacto con la cultura occidental comenzaron a cambiar sus hábitos y a mostrar índices más altos”, apunta el investigador, que trata de investigar cómo el cambio en el estilo de vida provoca este efecto y cuál es la base genética que contribuye a que suceda.
Hasta hace pocas décadas, los xavantes eran nómadas, se movían por las grandes extensiones del Cerrado, una amplia región ecológica de sabana tropical del Mato Grosso, y vivían de la recolección de frutos y de la caza. Sin embargo, poco a poco estas áreas fueron ocupadas por la agricultura moderna —sobre todo con la plantación de soya—, por la crianza de ganado y por el surgimiento de nuevas ciudades. Esto ha provocado un contacto directo entre los indígenas y la cultura occidental, la sustitución de los alimentos tradicionales, una disminución de su actividad física y la adopción de un estilo de vida ajeno a su cultura ancestral.
De hecho, a la vista de los resultados, ya se están realizando múltiples acciones de educación para la salud, que incluyen un video narrado en idioma xavante en el que los investigadores hablan acerca de la diabetes, de la comida tradicional de los indios y de estilos de vida saludables.
“Los profesionales de la salud que atienden a los pueblos indígenas ya están siendo advertidos acerca de la diabetes mellitus y de la obesidad y tienen fármacos disponibles en las aldeas”, indica Amaury Dal Fabbro.
Además, los investigadores están muy interesados en realizar un seguimiento de la salud de estos pueblos a lo largo del tiempo, de manera que su objetivo a partir de ahora será comprobar las posibles complicaciones que se asocian a la diabetes y mejorar el trabajo de asistencia y prevención.
Hasta hace pocos años la diabetes mellitus tipo 2 era una enfermedad desconocida para el pueblo Xavante. Una investigación reciente de la Universidad de São Paulo descubrió qu el mal tiene hoy una altísima prevalencia en esta población aislada de la Amazonia, brote que los científicos atribuyen a cambios radicales en la alimentación y estilo de vida indígena.
Con el cuerpo pintado para celebrar un rito llamado Wai’a estos niños Xavante pasaron a la adolescencia cumpliendo una ceremonia que todavía se celebra en la aldea Pimentel Barbosa, en el Estado de Mato Grosso. | Foto Rosa Gauditano
Con el cuerpo pintado para un rito llamado Wai’a, estos niños Xavante pasaron a la adolescencia cumpliendo una ceremonia que aún se celebra en la aldea Pimentel Barbosa, Estado de Mato Grosso. | Foto Rosa Gauditano
Pueblo emblemático del Mato Grosso (un popular equipo del fútbol profesional brasileño se llama Xavantes), como muchos otros pueblos en la Amazonia no escapa al acelerado contacto con la “modernidad” que rompe los límites de su territorio aislado en los bosques cada vez más invadidos por la agricultura soyera, la sobre explotación de la madera y actividades extractivas de alta intensidad como la minería y la industria petrolera.
ataviados con rompaje de un bambú llamado tebe, estos niños cumplen el ritual para pasar de la niñez a la adolescencia cantando y bailando toda la noche. | Foto Rosa Gauditano
Ataviados con rompaje de un bambú llamado tebe, estos niños cumplen el ritual para pasar de la niñez a la adolescencia cantando y bailando toda la noche de choza en choza. | Foto Rosa Gauditano
Al romperse el aislamiento voluntario de los pueblos indígenas, el equilibrio de la naturaleza tambien se rompe y las poblaciones originarias obligadas hoy a entrar en contacto con los megaproyectos agroindustriales y extractivistas —que dan surgimiento a nuevas ciudades en medio de la deforestacion—, se exponen también a enfermedades que jamás conocían y ante las que no han desarrollado los anticuerpos necesarios, pues su ritmo de evolución fisiológica es distinto al de las poblaciones euro-americanas.
Los ríos están contaminados y los niños son las principales víctimas mortales de enfermedades como la difteria o la hepatitis. Entre los adultos la diabetes es una de las enfermedades que apareció en el mundo Xavante como el SIDA en el mundo occidental de los años ochenta, producto de un abrupto cambio en el medio ambiente.
El periodista José Pichel Andrés, de la agencia noticiosa DiCyT*, entrevistó al investigador Amaury Dal Fabbro que acaba de publicar los resultados de su estudio en en la revista Ethnicity & Disease. “La diabetes mellitus era desconocida para ellos hasta finales del siglo pasado”, dice el académico.
Sedentarismo, diabetes y obesidad
“Vivían en el aislamiento, con poco contacto con la población brasileña, y se alimentaban de frutos, raíces, carne de caza y pescado”, relata dal Fabbro, que dirigió el equipo investifgador de la Universidad de Sâo Paulo. La creciente aproximación de las ciudades a estas poblaciones indígenas ha introducido en su dieta alimentos antes desconocidos a la vez que ha alterado su forma de vida, “adoptando un estilo más sedentario que antes”. El resultado es una obesidad creciente y, de acuerdo con esta investigación, que ha incluido a casi 1.000 adultos, una cifra de diabéticos sorprendente.La prevalencia de diabetes mellitus entre personas de 20 años o más se sitúa en un 18,4% en hombres y un 40,6% en mujeres, una tasa altísima en comparación con el 12% del conjunto de la población brasileña. Además, “estos individuos tienen una alta prevalencia de obesidad asociada a la diabetes, un 50,8%”, destaca el científico. Por el contrario, la hipertensión arterial se sitúa en un 17,5%, una cifra que no es muy elevada pero que contrasta con el 4% que tenían los indígenas xavantes en un estudio realizado en la década de 1960.
El caso de los xavantes no es único. Amaury Dal Fabbro ha estudiado también a los japoneses emigrados a Brasil y los resultados son muy similares al de los indígenas. “Estos dos grupos étnicos tenían una prevalencia muy baja de la diabetes mientras se alimentaron de acuerdo con su modo de vida tradicional, pero tras el contacto con la cultura occidental comenzaron a cambiar sus hábitos y a mostrar índices más altos”, apunta el investigador, que trata de investigar cómo el cambio en el estilo de vida provoca este efecto y cuál es la base genética que contribuye a que suceda.
Hasta hace pocas décadas, los xavantes eran nómadas, se movían por las grandes extensiones del Cerrado, una amplia región ecológica de sabana tropical del Mato Grosso, y vivían de la recolección de frutos y de la caza. Sin embargo, poco a poco estas áreas fueron ocupadas por la agricultura moderna —sobre todo con la plantación de soya—, por la crianza de ganado y por el surgimiento de nuevas ciudades. Esto ha provocado un contacto directo entre los indígenas y la cultura occidental, la sustitución de los alimentos tradicionales, una disminución de su actividad física y la adopción de un estilo de vida ajeno a su cultura ancestral.
Labor urgente de prevención
Con este panorama, las enfermedades crónicas pueden aumentar. Por eso, la principal utilidad de este estudio es alertar sobre la necesidad de realizar acciones preventivas.De hecho, a la vista de los resultados, ya se están realizando múltiples acciones de educación para la salud, que incluyen un video narrado en idioma xavante en el que los investigadores hablan acerca de la diabetes, de la comida tradicional de los indios y de estilos de vida saludables.
“Los profesionales de la salud que atienden a los pueblos indígenas ya están siendo advertidos acerca de la diabetes mellitus y de la obesidad y tienen fármacos disponibles en las aldeas”, indica Amaury Dal Fabbro.
Además, los investigadores están muy interesados en realizar un seguimiento de la salud de estos pueblos a lo largo del tiempo, de manera que su objetivo a partir de ahora será comprobar las posibles complicaciones que se asocian a la diabetes y mejorar el trabajo de asistencia y prevención.
viernes, 12 de diciembre de 2014
Estudio revela que ayoreos descienden de los asiáticos
El Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial (IITCUP), a partir de estudios genéticos, reveló que los urus descienden de polinesios y los ayoreos de asiáticos. La institución tiene el reto de identificar el origen genético de las otras 34 naciones indígenas.
“Lo que se ve en el árbol filogenético (relación evolutiva de especies) es que los urus son un grupo vinculado a los polinesios y los ayoreos a los pueblos asiáticos. También queda claro que los urus y ayoreos tienen orígenes evolutivos distintos, no están emparentados genéticamente”, reveló uno de los investigadores del IITCUP, Ruddy Luna.
Esta investigación es una de las 45 mejores, que serán presentadas en la Feria Nacional Universitaria de Investigación, Ciencia y Tecnología “Buenas i-deas”, que se realizará en abril de 2015 en el Círculo de Oficiales del Ejército.
Según el director del IITCUP, Iván Rojas, uno de los objetivos del estudio es la reconstrucción de la historia genética de los 36 pueblos indígenas de Bolivia, a través del estudio del ADN. En el país existen 36 pueblos indígenas originarios reconocidos en la Constitución Política del Estado, entre ellos los urus, que habitan en Oruro y La Paz, y los ayoreos en Santa Cruz.
Exámenes. Daniela Arteaga, perito bióloga del IITCUP, indicó que el estudio comenzó en 2010, con las muestras de células bucales de 13 personas de distintas familias del pueblo Uru de Santa Ana de Chipaya y Llapallapani, del lago Poopó, ambos en Oruro.
En 2011 se tomó otras muestras a 50 ayoreos del municipio de Concepción (Santa Cruz). Después se hizo el estudio de ADN mitocondrial (pequeñas estructuras celulares) para amplificar y analizar su secuencia. Parte del estudio utilizó el Mitomap, una base de datos del genoma humano.
El siguiente paso fue el análisis, que duró de 10 a 15 días; en ese tiempo se encontró información que permitió construir cladogramas (diagramas), que son árboles filogenéticos en los que se ve la relación de parentesco entre las muestras analizadas, dijo Luna.
Según el investigador, en un primer árbol se observa la relación que hay entre los pueblos Uru y Ayoreo, de un ancestro común: el africano. En un segundo árbol existe la relación de ayoreos con los pueblos Yanomama (Venezuela), Ojibwa (Canadá) y Bella Coola (Australia), todos ellos forman el grupo con descendencia asiática. En tanto, los urus están más emparentados con grupos de Polinesia.
“Esto lleva a concluir que los urus tienen parentesco con los polinesios, y tomando en cuenta las teorías recientes de los viajes que los polinesios hicieron hasta Sudamérica, podemos decir que los urus son descendientes de los primeros polinesios que llegaron hasta las costas de Sudamérica, probablemente hace 1.000 o 1.500 años antes de Cristo”, señaló Luna.
Al respecto, el antropólogo Milton Eyzaguirre destacó los resultados del IITCUP. “Estaríamos abriendo un nuevo vértice de análisis. Se confirman ciertas teorías como la ascendencia de los ayoreos de Asia, ya que tienen ojos rasgados y piernas pequeñas”. Los weenhayek, itonamas, tacanas, lecos, entre otros que están en proceso de extinción, figuran en la lista del instituto para su investigación.
Resultados y el apoyo
Pueblos
El IITCUP también concluye en que los genomas de ambos grupos estudiados están conservados, lo que no sucede con otros, como el quechua.
Trabajo
La investigación contó con el apoyo de la UMSA.
jueves, 11 de diciembre de 2014
En comunidades indígenas Jóvenes se inclinan por redes sociales
La Fundación Construir, mediante el taller “Sistemas legales y pluralismo jurídico”, observó que jóvenes de las comunidades indígenas se inclinan más por las redes sociales, según observó el responsable del evento Marcos Mendoza.
Asimismo, expresó su preocupación debido a que los derechos indígenas no figuran en la agenda de algunos medios escritos, salvo que se traten de protestas sociales o demandas, por lo tanto, dijo que la pregunta está en cómo posesionar los derechos indígenas en los medios de comunicación, tampoco lo atiende el Estado y recién la discusión surge en los pueblos indígenas.
En la misma línea, se reconoce que los pueblos indígenas tampoco realizaron ninguna estrategia de aproximación a los medios de comunicación.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
Mendoza sostuvo que en la actualidad la población joven del ámbito urbano y sobre todo rural están más ligados a las nuevas tecnologías y las redes sociales, donde en resumen están incluidos temas de su interés.
“Si bien lo que en la actualidad más se lee, son los periódicos digitales y cada vez menos los medios escritos en formato papel, pero en las poblaciones rurales si bien es tradicional mantener el documento escrito y este llega a ser guardado y transportado, en el caso de los jóvenes esta tradición ha registrado una leve disminución y por el contrario ellos se comunican cada vez más mediante las nuevas tecnologías”, señaló.
El problema social que cada vez los niños y niñas, jóvenes y adolescentes leen menos, para Mendoza es el resultado del sistema educativo, pero este no por si sólo sino se incluye la comunidad educativa y sobre todo la familia, el principal núcleo, desde donde no se cultiva la lectura, la comprensión, el raciocinio y menos la posibilidad de poder mantener un nivel de comunicación de ellos a sus comunidades.
En la actualidad la comunicación de los jóvenes es identificada como telegráfica por parte de las nuevas generaciones, quienes desvaloran cada vez más el lenguaje escrito y devalúan cada vez más el lenguaje verbal.
Para Mendoza el taller temático “Sistemas legales y pluralismo jurídico” tiene la finalidad, en su grupo de medios de comunicación, de analizar esta preocupación, de que se proponga la posibilidad de ser incluidos en los medios de comunicación.
El taller apoyado por la organización Konrad Adenauer Stitfung, tienen una duración de dos días, tiempo en que se analizará la inclusión en los medios de comunicación, tanto del ámbito urbano como, sobre todo, en las áreas rurales.
Asimismo, expresó su preocupación debido a que los derechos indígenas no figuran en la agenda de algunos medios escritos, salvo que se traten de protestas sociales o demandas, por lo tanto, dijo que la pregunta está en cómo posesionar los derechos indígenas en los medios de comunicación, tampoco lo atiende el Estado y recién la discusión surge en los pueblos indígenas.
En la misma línea, se reconoce que los pueblos indígenas tampoco realizaron ninguna estrategia de aproximación a los medios de comunicación.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
Mendoza sostuvo que en la actualidad la población joven del ámbito urbano y sobre todo rural están más ligados a las nuevas tecnologías y las redes sociales, donde en resumen están incluidos temas de su interés.
“Si bien lo que en la actualidad más se lee, son los periódicos digitales y cada vez menos los medios escritos en formato papel, pero en las poblaciones rurales si bien es tradicional mantener el documento escrito y este llega a ser guardado y transportado, en el caso de los jóvenes esta tradición ha registrado una leve disminución y por el contrario ellos se comunican cada vez más mediante las nuevas tecnologías”, señaló.
El problema social que cada vez los niños y niñas, jóvenes y adolescentes leen menos, para Mendoza es el resultado del sistema educativo, pero este no por si sólo sino se incluye la comunidad educativa y sobre todo la familia, el principal núcleo, desde donde no se cultiva la lectura, la comprensión, el raciocinio y menos la posibilidad de poder mantener un nivel de comunicación de ellos a sus comunidades.
En la actualidad la comunicación de los jóvenes es identificada como telegráfica por parte de las nuevas generaciones, quienes desvaloran cada vez más el lenguaje escrito y devalúan cada vez más el lenguaje verbal.
Para Mendoza el taller temático “Sistemas legales y pluralismo jurídico” tiene la finalidad, en su grupo de medios de comunicación, de analizar esta preocupación, de que se proponga la posibilidad de ser incluidos en los medios de comunicación.
El taller apoyado por la organización Konrad Adenauer Stitfung, tienen una duración de dos días, tiempo en que se analizará la inclusión en los medios de comunicación, tanto del ámbito urbano como, sobre todo, en las áreas rurales.
lunes, 8 de diciembre de 2014
Indígenas del Amazonas exigen en Lima derechos sobre sus territorios
Líderes de diversas etnias indígenas del Amazonas de Perú, Brasil, Ecuador y Colombia se reunieron el sábado en Lima para exigir derechos sobre sus territorios ante los delegados de unos 195 gobiernos que participan en la conferencia mundial del clima COP20.
Vestidos con sus trajes típicos, con collares y plumas, cerca de 500 representantes de las comunidades indígenas de la selva amazónica se congregaron en la playa Agua Dulce, donde con sus cuerpos dibujaron una gigantesca figura de un árbol unido al rostro de un nativo junto con el lema: "Pueblos + derechos, Bosques vivos”.
"Queremos bosques libres de petróleo y de minería, sin tala ilegal. Exigimos nuestros derechos de territorio. Los pueblos indígenas sin los bosques no podemos existir”, dijo a la AFP Henderson Rengifo, dirigente de la etnia achuar y de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), que convocó la movilización. Durante unas cuatro horas, los indígenas realizaron una serie de actividades de "sensibilización” sobre la conservación de los bosques tropicales, así como de sus medios de vida, con cantos y bailes tradicionales. Los manifestantes recordaron el asesinato en septiembre de cuatro dirigentes ambientalistas de la etnia ashaninka, entre ellos su líder Edwin Chota, presuntamente a manos de taladores ilegales de madera en la localidad amazónica de Saweto, un crimen que puso en jaque a las autoridades peruanas y fue un llamado de alerta sobre la deforestación.
"No nos pueden negar nuestras tierras. Estamos preocupados, ya no queremos más compañeros muertos”, reiteró Rengifo. Según la Aidesep, al menos 1.160 comunidades indígenas reclaman títulos de propiedad sobre el territorio en el que están asentados en la Amazonia.
Ante los delegados de la conferencia de Naciones Unidas sobre el clima, que se desarrolla en Lima hasta el próximo 12 de diciembre, las comunidades indígenas han pedido la titulación de unas 20 millones de hectáreas de selva.
Durante unas cuatro horas, los indígenas realizaron en la playa de Agua Dulce una serie de actividades de "sensibilización” sobre la conservación de los bosques tropicales, así como de sus medios de vida, con cantos y bailes tradicionales de los pueblos indígenas de la Amazonia.
Vestidos con sus trajes típicos, con collares y plumas, cerca de 500 representantes de las comunidades indígenas de la selva amazónica se congregaron en la playa Agua Dulce, donde con sus cuerpos dibujaron una gigantesca figura de un árbol unido al rostro de un nativo junto con el lema: "Pueblos + derechos, Bosques vivos”.
"Queremos bosques libres de petróleo y de minería, sin tala ilegal. Exigimos nuestros derechos de territorio. Los pueblos indígenas sin los bosques no podemos existir”, dijo a la AFP Henderson Rengifo, dirigente de la etnia achuar y de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), que convocó la movilización. Durante unas cuatro horas, los indígenas realizaron una serie de actividades de "sensibilización” sobre la conservación de los bosques tropicales, así como de sus medios de vida, con cantos y bailes tradicionales. Los manifestantes recordaron el asesinato en septiembre de cuatro dirigentes ambientalistas de la etnia ashaninka, entre ellos su líder Edwin Chota, presuntamente a manos de taladores ilegales de madera en la localidad amazónica de Saweto, un crimen que puso en jaque a las autoridades peruanas y fue un llamado de alerta sobre la deforestación.
"No nos pueden negar nuestras tierras. Estamos preocupados, ya no queremos más compañeros muertos”, reiteró Rengifo. Según la Aidesep, al menos 1.160 comunidades indígenas reclaman títulos de propiedad sobre el territorio en el que están asentados en la Amazonia.
Ante los delegados de la conferencia de Naciones Unidas sobre el clima, que se desarrolla en Lima hasta el próximo 12 de diciembre, las comunidades indígenas han pedido la titulación de unas 20 millones de hectáreas de selva.
Durante unas cuatro horas, los indígenas realizaron en la playa de Agua Dulce una serie de actividades de "sensibilización” sobre la conservación de los bosques tropicales, así como de sus medios de vida, con cantos y bailes tradicionales de los pueblos indígenas de la Amazonia.
sábado, 6 de diciembre de 2014
Indígenas elegirán por usos y costumbres
Los pueblos indígenas elegirán a sus asambleístas departamentales por usos y costumbres propios, bajo la supervisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Así señala la circular 060 del ente electoral que refiere: “las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos, deberán hasta la medianoche del 29 de diciembre de 2014, comunicar al Tribunal Electoral Departamental, la fecha de elección de sus representantes para el proceso de supervisión”.
Los pueblos indígenas elegirán bajo normas y procedimientos propios en ocho departamentos y la región del Chaco.
Se elegirán 25 Asambleístas Indígenas Departamentales, bajo la siguientes distribución: tres en Pando, tres en Tarija, cinco en Santa Cruz, cuatro en Beni, dos en Chuquisaca, cinco en La Paz, dos en Cochabamba y uno en Oruro. Además se votarán por tres Asambleístas Indígenas en la autonomía regional del Chaco.
El TSE recuerda que en todos los casos se debe garantizar la paridad y alternancia.
Así señala la circular 060 del ente electoral que refiere: “las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos, deberán hasta la medianoche del 29 de diciembre de 2014, comunicar al Tribunal Electoral Departamental, la fecha de elección de sus representantes para el proceso de supervisión”.
Los pueblos indígenas elegirán bajo normas y procedimientos propios en ocho departamentos y la región del Chaco.
Se elegirán 25 Asambleístas Indígenas Departamentales, bajo la siguientes distribución: tres en Pando, tres en Tarija, cinco en Santa Cruz, cuatro en Beni, dos en Chuquisaca, cinco en La Paz, dos en Cochabamba y uno en Oruro. Además se votarán por tres Asambleístas Indígenas en la autonomía regional del Chaco.
El TSE recuerda que en todos los casos se debe garantizar la paridad y alternancia.
viernes, 5 de diciembre de 2014
Indígenas plantean iniciativas contra el cambio climático
Desde una maloca, las casas comunitarias de los pueblos de la Amazonia, los indígenas plantean sus iniciativas y conocimientos para enfrentarse al cambio climático, en una de las principales muestras de Voces por el Clima, la exposición que acompaña a la Cumbre Climática COP20 que se celebra en Lima.
Voces por el Clima forma parte de las actividades paralelas a la COP20, que se desarrollará hasta el 12 de diciembre, y plantea que la lucha contra el cambio climático tiene que ser asumida por todos los ciudadanos y no sólo por los gobiernos y las autoridades.
La Maloca Indígena, que asemeja un domo y ocupa un área de 320 metros cuadrados, fue instalada con apoyo del Gobierno de Noruega y pretende promover la participación y las propuestas de los indígenas en los procesos climáticos globales.
La casa comunitaria forma parte del Pabellón de los Pueblos Indígenas, que comprende cuatro áreas de exhibición, denominadas Vida plena indígena y un auditorio en el que se retransmiten las actividades de la COP20, así como un total de 40 paneles temáticos.
En ese lugar, el próximo domingo se presentará un Festival climático de los pueblos indígenas con música, teatro, danza y videos. Al respecto, el viceministro peruano del Ambiente, Gabriel Quijandría, enfatizó que este pabellón "es un espacio habilitado para todos los pueblos indígenas del mundo”.
"Uno de los criterios que se pensó al organizar esta COP20 fue valorar y destacar una participación de los indígenas fuerte, con voz clara y con llegada a los negociadores y a aquellos que toman las decisiones”, remarcó.
Voces por el Clima refleja las propuestas e iniciativas en relación con el cambio climático y hace énfasis en temas como Bosques, Montañas y Agua, Océanos, Energía y Ciudades Sostenibles.
Los visitantes entran al lugar por el pabellón Umbral, en el que se explica qué es el cambio climático, las metas de la COP20 y los avances que hizo Perú sobre este tema tan importante.
En el pabellón dedicado a los bosques se informa que casi el 60% del territorio peruano está compuesto de bosques y se difunde el mensaje de que éstos "son fuentes de vida y desarrollo, porque nos brindan grandes beneficios ambientales y sociales”. En el pabellón sobre los océanos se muestra que "juegan un rol crítico en la regulación del clima y el amortiguamiento del cambio climático a nivel global” y que se debe reducir el impacto de actividades humanas como la sobrepesca y la contaminación marina.
El pabellón sobre montañas y agua expone la forma en que el cambio climático y el crecimiento demográfico y urbano están produciendo cada vez mayores cambios en las montañas, con impactos negativos como la degradación de los suelos. (EFE)
Apuntes limeños
Temperatura El año 2014 podría concluir con la temperatura más alta jamás registrada, una clara evidencia del cambio climático que ha causado lluvias torrenciales, inundaciones y sequías en el mundo los últimos meses, anunció ayer la agencia meteorológica de las Naciones Unidas.
Fondos Los fondos mundiales para financiar la mitigación y adaptación al cambio climático alcanzaron entre 340 mil y 650 mil millones de dólares en 2011 y 2012.
Voces por el Clima forma parte de las actividades paralelas a la COP20, que se desarrollará hasta el 12 de diciembre, y plantea que la lucha contra el cambio climático tiene que ser asumida por todos los ciudadanos y no sólo por los gobiernos y las autoridades.
La Maloca Indígena, que asemeja un domo y ocupa un área de 320 metros cuadrados, fue instalada con apoyo del Gobierno de Noruega y pretende promover la participación y las propuestas de los indígenas en los procesos climáticos globales.
La casa comunitaria forma parte del Pabellón de los Pueblos Indígenas, que comprende cuatro áreas de exhibición, denominadas Vida plena indígena y un auditorio en el que se retransmiten las actividades de la COP20, así como un total de 40 paneles temáticos.
En ese lugar, el próximo domingo se presentará un Festival climático de los pueblos indígenas con música, teatro, danza y videos. Al respecto, el viceministro peruano del Ambiente, Gabriel Quijandría, enfatizó que este pabellón "es un espacio habilitado para todos los pueblos indígenas del mundo”.
"Uno de los criterios que se pensó al organizar esta COP20 fue valorar y destacar una participación de los indígenas fuerte, con voz clara y con llegada a los negociadores y a aquellos que toman las decisiones”, remarcó.
Voces por el Clima refleja las propuestas e iniciativas en relación con el cambio climático y hace énfasis en temas como Bosques, Montañas y Agua, Océanos, Energía y Ciudades Sostenibles.
Los visitantes entran al lugar por el pabellón Umbral, en el que se explica qué es el cambio climático, las metas de la COP20 y los avances que hizo Perú sobre este tema tan importante.
En el pabellón dedicado a los bosques se informa que casi el 60% del territorio peruano está compuesto de bosques y se difunde el mensaje de que éstos "son fuentes de vida y desarrollo, porque nos brindan grandes beneficios ambientales y sociales”. En el pabellón sobre los océanos se muestra que "juegan un rol crítico en la regulación del clima y el amortiguamiento del cambio climático a nivel global” y que se debe reducir el impacto de actividades humanas como la sobrepesca y la contaminación marina.
El pabellón sobre montañas y agua expone la forma en que el cambio climático y el crecimiento demográfico y urbano están produciendo cada vez mayores cambios en las montañas, con impactos negativos como la degradación de los suelos. (EFE)
Apuntes limeños
Temperatura El año 2014 podría concluir con la temperatura más alta jamás registrada, una clara evidencia del cambio climático que ha causado lluvias torrenciales, inundaciones y sequías en el mundo los últimos meses, anunció ayer la agencia meteorológica de las Naciones Unidas.
Fondos Los fondos mundiales para financiar la mitigación y adaptación al cambio climático alcanzaron entre 340 mil y 650 mil millones de dólares en 2011 y 2012.
lunes, 1 de diciembre de 2014
Pueblo indígena Awajún decide no dar mano de obra para la minería ilegal en la Amazonia
Los nativos awajún de las comunidades de Chipe y San Mateo, asentadas a orillas del río Marañón, en el distrito de Imaza (Amazonas), en el Perú, acordaron que dejarían la minería ilegal, como forma de contribuir a la protección del medio ambiente.
La decisión fue tomada luego de la visita del congresista de la República, Eduardo Nayap, oriundo de esa zona selvática, quien se reunió por más de seis horas con los nativos.
El congresista les explicó que hace poco se usaron 18 kilos de mercurio en esta actividad, contaminando el río Marañón. Además les dijo que los peces de la cuenca crecen deformes y hay peligros para la salud de los awajún.
Asimismo, se pudo conocer que un yacimiento ilegal ubicado en la comunidad de San Mateo, ha sido notificada con un utimátum para que deje de operar en el lugar.
Una cultura amenazada
El Pueblo Awajún tiene, según el último censo peruano (2007), una población de 55.328 habitantes en 281 comunidades localizadas en diversas provincias de cuatro distintas Regiones del Perú: Amazonas, Cajamarca, Loreto y San Martín. Al este de la Cordillera, en el lado peruano, se encuentra el territorio Wampis, cuyas 61 comunidades ocupan la parte media y superior del río Santiago, en la provincia de Condorcanqui, y del río Morona, en la de Datém del Marañón (Loreto), con una población de 10.133 habitantes.
Estos pueblos pertenecen a la familia etno-lingüística Jíbaro, la cual habita a ambos lados de la frontera Perú-Ecuador. Otros grupos de esta familia son los Shiwiar y Achuar en el Perú y los Shuar y Achuar del Ecuador. En total son más de 150,000 siendo una de las familias etnolingüísticas más numerosas de la Amazonía.
La cuenca del río Cenepa se inscribe dentro de la región Amazonas, su provincia de Condorcanqui y el distrito de El Cenepa. Esta cuenca es desde tiempos inmemoriales parte del territorio Awajún.
En El Cenepa existen 42 comunidades y 14 anexos. Sólo una comunidad y un anexo pertenecen al pueblo Wampis. El censo de 2007 estimó una población de 8.474 habitantes. La capital del distrito es Huampami (220 m.s.n.m.), donde se halla la única concentración de población no indígena de la cuenca (alrededor de 90 habitantes no indígenas.
La decisión fue tomada luego de la visita del congresista de la República, Eduardo Nayap, oriundo de esa zona selvática, quien se reunió por más de seis horas con los nativos.
El congresista les explicó que hace poco se usaron 18 kilos de mercurio en esta actividad, contaminando el río Marañón. Además les dijo que los peces de la cuenca crecen deformes y hay peligros para la salud de los awajún.
Asimismo, se pudo conocer que un yacimiento ilegal ubicado en la comunidad de San Mateo, ha sido notificada con un utimátum para que deje de operar en el lugar.
Una cultura amenazada
El Pueblo Awajún tiene, según el último censo peruano (2007), una población de 55.328 habitantes en 281 comunidades localizadas en diversas provincias de cuatro distintas Regiones del Perú: Amazonas, Cajamarca, Loreto y San Martín. Al este de la Cordillera, en el lado peruano, se encuentra el territorio Wampis, cuyas 61 comunidades ocupan la parte media y superior del río Santiago, en la provincia de Condorcanqui, y del río Morona, en la de Datém del Marañón (Loreto), con una población de 10.133 habitantes.
Estos pueblos pertenecen a la familia etno-lingüística Jíbaro, la cual habita a ambos lados de la frontera Perú-Ecuador. Otros grupos de esta familia son los Shiwiar y Achuar en el Perú y los Shuar y Achuar del Ecuador. En total son más de 150,000 siendo una de las familias etnolingüísticas más numerosas de la Amazonía.
La cuenca del río Cenepa se inscribe dentro de la región Amazonas, su provincia de Condorcanqui y el distrito de El Cenepa. Esta cuenca es desde tiempos inmemoriales parte del territorio Awajún.
En El Cenepa existen 42 comunidades y 14 anexos. Sólo una comunidad y un anexo pertenecen al pueblo Wampis. El censo de 2007 estimó una población de 8.474 habitantes. La capital del distrito es Huampami (220 m.s.n.m.), donde se halla la única concentración de población no indígena de la cuenca (alrededor de 90 habitantes no indígenas.
domingo, 30 de noviembre de 2014
Takanas salen del norte paceño para vender carne de ‘mat’usa’
Indígenas takanas del norte paceño salen de sus tierras para vender desde este año carne fresca de mat’usa (lagarto) a los restaurantes del país gracias a un plan de manejo que les permite cazar a los animales una vez por año.
El aprovechamiento de lagarto, una especie en peligro de extinción, se ha convertido en una de las actividades de uso de recursos naturales más importantes para los takanas, gracias a un plan legal de manejo integral cuyo objetivo es la conservación de este animal y la generación de beneficios económicos y el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades que habitan en la región.
“La venta de mat’usa (nombre takana del lagarto) ha sido muy buena, por lo que el próximo año ampliaremos el cupo de 300 kilos que este año hemos llevado a La Paz, Cochabamba y Rurrenabaque. Esta ha sido una buena prueba”, dijo a La Razón Nicolás Cartagena, presidente del Consejo Indígena del Pueblo Takana (Cipta).
Las comunidades que realizan el aprovechamiento del lagarto (Carmen del Emero, San Antonio del Tequeje, Cachichira y Copacabana, entre otras) habitan a orillas del río Beni, en la provincia Iturralde del departamento de La Paz, en una región colindante con el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi.
“Antes hemos intentado vender en charque, pero hemos fracasado”, recordó Juan Gonzales, presidente de la Asociación de Productores de Carne de Lagarto del Cipta, que días atrás visitó Chuquiago Marka junto a otros comunarios para comercializar carne fresca de lagarto (caiman yacare), lo cual fue posible gracias a que este año la organización cuenta ya con equipos de conservación.
Los takanas cazan a los lagartos en sectores del río Beni, cuerpos de agua, arroyos y lagos entres los meses de septiembre y octubre por un periodo de entre 15 y 25 días. Atrapan solamente a los ejemplares machos que tengan un largo mínimo de 180 cm (desde la punta del hocico hasta la punta de la cola), protegiendo de esta manera a las hembras reproductoras y a los animales más jóvenes.
Recurso
“Podemos cazar hasta 630 animales”, precisó Cartagena. “La carne en Rurrenabaque la vendimos a Bs 25 el kilo y en La Paz a Bs 50 el kilo”, agregó Gonzales.
Los cazadores reciben el 75% de los ingresos generados por la venta de la carne y el cuero, mientras que el restante 25% se distribuye para cubrir los gastos operativos de la “cosecha”, para las comunidades y para el Cipta. El total de las ganancias por la venta de otros subproductos (grasa para aceite y huesos para artesanías) es para las personas que los extraen.
“Podemos sacar hasta 1.00 kilos” de carne, dijo Gonzales, quien asegura que pretenden llevar este producto —que cuenta con el respaldo del Senasag— a todo el país.
Con estas ventas “queremos que mejore la vida de cada comunario. La situación económica por allá no es como en la ciudad o cerca de un pueblo grande”, dijo el dirigente de los cazadores del Cipta, indígenas cuyas comunidades también subsisten con la agricultura, la artesanía y a la “casi imposible” explotación de la madera.
Estos intrépidos tramperos visitaron la ciudad días atrás para realizar varios negocios y vender su producción a restaurantes paceños, entre los que se encuentra Gustu, que prepara con esta carne delicias gastronómicas como el chicharrón y la milanesa de lagarto.
“A todos quienes nos van a comprar, les indicamos que tienen que inscribirse al plan de manejo del pueblo takana, porque existe carne ilegal que se está vendiendo dentro del país. Nosotros tenemos todo el respaldo y documentación legal para garantizar el aprovechamiento de esos 1.000 kilos”, expresó Gonzales.
Los interesados en adquirir a futuro este producto pueden comunicarse con Cartagena en el número de celular 74039627.
Potencial y riesgos para el animal
Cueros
Las comunidades takanas tramitan la exportación de los cueros de los lagartos que cazan, un material que se emplea en la fabricación de cinturones, billeteras y zapatos.
Explotación
Cálculos oficiales dan cuenta de que hasta 2009 al menos 50.000 lagartos eran ‘cosechados’ anualmente, mayormente en los departamentos del Beni y Santa Cruz
sábado, 29 de noviembre de 2014
Tras la Unesco, Yamparas realzan derechos políticos
La Nación Yampara celebró la declaratoria del Pujllay y el Ayarichi como patrimonio inmaterial de la humanidad por parte de la UNESCO. No sólo por lo que significa la declaratoria en cuestión para la cultura Yampara, sino por sus posibles efectos en el ejercicio de sus derechos políticos.
"Es saludable para nosotros esa noticia. No sólo es patrimonio de los Yamparas, sino de todo el mundo. Para nosotros, esto significa un reconocimiento implícito a la Nación Yampara. La identidad de la Nación Yampara es el Pujllay y el Ayarichi. Creo que ahora hemos logrado un reconocimiento mundial. Su cultura, sus tradiciones, su estructura de gobierno", analizó la ex autoridad originaria del pueblo indígena, Humberto Guarayo.
¿Los efectos de la declaratoria? "Con esto, se refuerza el reconocimiento de la Nación Yampara. Es decir, lo que queda ahora es el ejercicio de los derechos establecidos por la Constitución. Uno de los derechos es el ejercicio político. Es decir, debemos tener representación directa en la Asamblea Legislativa Departamental de Chuquisaca. Ahora no se pueden negar. No nos pueden discriminar", señaló Guarayo.
El pueblo indígena logró su inclusión en el Estatuto Autonómico de Chuquisaca por orden del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP). Aún debe luchar, sin embargo, por la asignación de escaños.
"Es saludable para nosotros esa noticia. No sólo es patrimonio de los Yamparas, sino de todo el mundo. Para nosotros, esto significa un reconocimiento implícito a la Nación Yampara. La identidad de la Nación Yampara es el Pujllay y el Ayarichi. Creo que ahora hemos logrado un reconocimiento mundial. Su cultura, sus tradiciones, su estructura de gobierno", analizó la ex autoridad originaria del pueblo indígena, Humberto Guarayo.
¿Los efectos de la declaratoria? "Con esto, se refuerza el reconocimiento de la Nación Yampara. Es decir, lo que queda ahora es el ejercicio de los derechos establecidos por la Constitución. Uno de los derechos es el ejercicio político. Es decir, debemos tener representación directa en la Asamblea Legislativa Departamental de Chuquisaca. Ahora no se pueden negar. No nos pueden discriminar", señaló Guarayo.
El pueblo indígena logró su inclusión en el Estatuto Autonómico de Chuquisaca por orden del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP). Aún debe luchar, sin embargo, por la asignación de escaños.
jueves, 27 de noviembre de 2014
Comunarios del Lago Poopó claman ayuda para sobrevivir
Comunarios de la Nación Uru del Lago Poopó claman por ayuda del Gobierno y de la Gobernación de Oruro para su subsistencia ante la contaminación ambiental que provocó la muerte de los peces del lago.
Además de este panorama, la pérdida de sus sembradíos de quinua que se congelaron y la falta de totora para fabricar objetos para vender que era su único medio de subsistencia, ahondan los problemas de esta milenaria cultura.
María Flores Ignacio de Choque, llorando explicó que los pueblos afectados son Llapallapani, Villa Ñeque y Puñaka cuyos pobladores no tienen ya qué comer, por lo que sus hijos van migrando a otros lugares para poder mantenerse y sobrevivir.
Acongojada, manifestó que los aymaras también les arrebataron su territorio habiendo quedado con sólo 180 hectáreas donde no pueden criar animales, no consiguen sembrar por la tierra salitrosa y lo poco que lograron producir este año se congeló por las bajas temperaturas a causa del cambio climático.
María tiene doce hijos, sostiene que es una preocupación porque no saben cómo alimentar a los más pequeños que aún se encuentran en la escuela. Su objetivo es que no migren y permanezcan en su población, pero es imposible.
Manifestó que las mamás del lugar dejan de comer para que sus hijos puedan alimentarse con lo poco que les queda y ellas junto a sus esposos sobreviven masticando coca y consumiendo las raíces de totora, un alimento que sus antepasados consumían como medicamento para aliviar los resfríos.
"Nadie se da cuenta cómo es nuestra situación, nadie nos escucha ni los gobernantes, quisiéramos alguna ayuda por eso las mujeres nos estamos organizando en Llapallapani para tratar de costurar, tejer chompas, costurar camisas, pero para eso necesitamos también capacitación y eso quisiéramos que nos ayuden las autoridades departamentales y nacionales. Pero ni nuestros representantes de Chipaya nunca nos han visitado para ver la condición en la que estamos", reveló.
Por su parte el comunario más antiguo de la Nación Uru del Lago Poopó, Daniel Mauricio Choque Kawa, de 92 años, recordó que los urus no conocían barcazas pues se movilizaban en totoras en busca de huevos y para pescar porque había pejerrey, después que el técnico Natalio Sánchez plantó esta especie en 1957 que provenía del Brasil.
"Nuestra vivencia es muy triste, no tenemos tierra, no tenemos animales, no nos permiten tener nada, algunos jóvenes ya se fueron a otros países, yo no tengo ya con quién hablar puquina, nuestro idioma, algo que los jóvenes ya no quieren aprender porque además se van, menos saben construir los putukus que eran construidos con ramas de totora y donde vivíamos incluso ocho personas", explicó.
Además de este panorama, la pérdida de sus sembradíos de quinua que se congelaron y la falta de totora para fabricar objetos para vender que era su único medio de subsistencia, ahondan los problemas de esta milenaria cultura.
María Flores Ignacio de Choque, llorando explicó que los pueblos afectados son Llapallapani, Villa Ñeque y Puñaka cuyos pobladores no tienen ya qué comer, por lo que sus hijos van migrando a otros lugares para poder mantenerse y sobrevivir.
Acongojada, manifestó que los aymaras también les arrebataron su territorio habiendo quedado con sólo 180 hectáreas donde no pueden criar animales, no consiguen sembrar por la tierra salitrosa y lo poco que lograron producir este año se congeló por las bajas temperaturas a causa del cambio climático.
María tiene doce hijos, sostiene que es una preocupación porque no saben cómo alimentar a los más pequeños que aún se encuentran en la escuela. Su objetivo es que no migren y permanezcan en su población, pero es imposible.
Manifestó que las mamás del lugar dejan de comer para que sus hijos puedan alimentarse con lo poco que les queda y ellas junto a sus esposos sobreviven masticando coca y consumiendo las raíces de totora, un alimento que sus antepasados consumían como medicamento para aliviar los resfríos.
"Nadie se da cuenta cómo es nuestra situación, nadie nos escucha ni los gobernantes, quisiéramos alguna ayuda por eso las mujeres nos estamos organizando en Llapallapani para tratar de costurar, tejer chompas, costurar camisas, pero para eso necesitamos también capacitación y eso quisiéramos que nos ayuden las autoridades departamentales y nacionales. Pero ni nuestros representantes de Chipaya nunca nos han visitado para ver la condición en la que estamos", reveló.
Por su parte el comunario más antiguo de la Nación Uru del Lago Poopó, Daniel Mauricio Choque Kawa, de 92 años, recordó que los urus no conocían barcazas pues se movilizaban en totoras en busca de huevos y para pescar porque había pejerrey, después que el técnico Natalio Sánchez plantó esta especie en 1957 que provenía del Brasil.
"Nuestra vivencia es muy triste, no tenemos tierra, no tenemos animales, no nos permiten tener nada, algunos jóvenes ya se fueron a otros países, yo no tengo ya con quién hablar puquina, nuestro idioma, algo que los jóvenes ya no quieren aprender porque además se van, menos saben construir los putukus que eran construidos con ramas de totora y donde vivíamos incluso ocho personas", explicó.
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Primer ayoreo en cargo diplomático asume de embajador
El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, recibió ayer las cartas credenciales del nuevo embajador de Bolivia en el país, Rosendo Alpiri Nominé, el primer indígena de la etnia ayoreo en ocupar un cargo diplomático, anunció la Cancillería en un comunicado.
El nuevo embajador, de 29 años, cursó en Ecuador estudios sobre los derechos de los pueblos indígenas y en 2010 fue dirigente de la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz, una de las organizaciones que agrupa a las etnias de esa región boliviana.
La etnia ayoreo es nativa del oriente boliviano y de la región del Chaco paraguayo.
Los ayoreos son el último pueblo indígena en América que queda fuera de la Amazonía con miembros que no han estado aún en contacto con personas externas a su comunidad.
Con esta designación, Bolivia repone a su embajador en Paraguay después de casi dos años sin un representante diplomático a ese nivel en el país vecino.
Cartes y el presidente de Bolivia, Evo Morales, se encontraron en La Paz en diciembre del año pasado para restablecer la relación bilateral.
Esta se vio afectada desde la destitución del expresidente Fernando Lugo, en junio de 2012, en un controvertido juicio parlamentario repudiado por el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
El nuevo embajador, de 29 años, cursó en Ecuador estudios sobre los derechos de los pueblos indígenas y en 2010 fue dirigente de la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz, una de las organizaciones que agrupa a las etnias de esa región boliviana.
La etnia ayoreo es nativa del oriente boliviano y de la región del Chaco paraguayo.
Los ayoreos son el último pueblo indígena en América que queda fuera de la Amazonía con miembros que no han estado aún en contacto con personas externas a su comunidad.
Con esta designación, Bolivia repone a su embajador en Paraguay después de casi dos años sin un representante diplomático a ese nivel en el país vecino.
Cartes y el presidente de Bolivia, Evo Morales, se encontraron en La Paz en diciembre del año pasado para restablecer la relación bilateral.
Esta se vio afectada desde la destitución del expresidente Fernando Lugo, en junio de 2012, en un controvertido juicio parlamentario repudiado por el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Urus mostrarán su ancestral cultura que pervive en medio de totorales
Comunarios urus demostrarán sus costumbres y tradiciones a los medios de comunicación exponiendo su forma de vida y sobrevivencia en los totorales del puente Poopó El Choro, municipio de Poopó, para revalorizar su ancestral cultura, que pervive en medio de los totorales.
El secretario de Cultura y Turismo dependiente de la Gobernación, Alfredo Lucana Chambi explicó que para lograr este objetivo, se visitará el lugar donde los lugareños demostrarán sus costumbres, tradiciones, rituales, música, artesanía, gastronomía, tejidos, características de su hábitat y gastronomía de la cultura Uru.
El representante del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) Marcelo Lara, como organizador de la visita, explicó que vieron que es importante revalorizar todo lo referido a uno de los pueblos más antiguos de los andes como son los urus, que pretenden recrear su historia.
A la vez expondrán la necesidad de apoyarles con proyectos de desarrollo como el turismo por ser pueblos que no cuentan con ganado, no tienen agricultura, es decir no tienen muchos medios de subsistencia.
Estas alternativas son importantes, por eso creemos que la presencia de los medios de comunicación y representantes de algunas instituciones puedan admirar la riqueza de su cultura para comprender cuál es su realidad actual de los urus manifestó, Lucana.
"El acto ritual es importante porque es un reencuentro de los urus con su espacio acuático con totoras que es su hábitat ancestral y al margen se expondrá su gastronomía, tejidos y se mostrará su danza y música en el mismo espacio de sus ancestros, donde además muestren la forma de cómo se fabrica las casas de totoras donde vivían antes", informó.
El secretario de Cultura y Turismo dependiente de la Gobernación, Alfredo Lucana Chambi explicó que para lograr este objetivo, se visitará el lugar donde los lugareños demostrarán sus costumbres, tradiciones, rituales, música, artesanía, gastronomía, tejidos, características de su hábitat y gastronomía de la cultura Uru.
El representante del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) Marcelo Lara, como organizador de la visita, explicó que vieron que es importante revalorizar todo lo referido a uno de los pueblos más antiguos de los andes como son los urus, que pretenden recrear su historia.
A la vez expondrán la necesidad de apoyarles con proyectos de desarrollo como el turismo por ser pueblos que no cuentan con ganado, no tienen agricultura, es decir no tienen muchos medios de subsistencia.
Estas alternativas son importantes, por eso creemos que la presencia de los medios de comunicación y representantes de algunas instituciones puedan admirar la riqueza de su cultura para comprender cuál es su realidad actual de los urus manifestó, Lucana.
"El acto ritual es importante porque es un reencuentro de los urus con su espacio acuático con totoras que es su hábitat ancestral y al margen se expondrá su gastronomía, tejidos y se mostrará su danza y música en el mismo espacio de sus ancestros, donde además muestren la forma de cómo se fabrica las casas de totoras donde vivían antes", informó.
lunes, 24 de noviembre de 2014
Rolando Villena: «Chaparina es el caso más evidente de desprecio a los derechos de los pueblos indígenas»
ANÁLISIS | UNA CONVERSACION SOBRE LOS PRINCIPALES PROBLEMAS QUE ENFRENTA LA SOCIEDAD BOLIVIANA, DESDE LA OPTICA DEL DEFENSOR DEL PUEBLO.
OH! ¿Cuál es la problemática más urgente que se ha identificado desde la Defensoría en relación a los derechos humanos en Bolivia?
Yo creo que el principal problema tiene que ver con la brecha existente entre la teoría y la práctica, es decir entre una normativa abundante y ejemplar y el ejercicio real de esos derechos en la cotidianidad de las personas, especialmente en situaciones de vulnerabilidad, y por lo mismo, desprotegidos.
Tenemos más leyes y decretos que muchos países para enfrentar la violencia contra mujeres, niñas, niños y adolescentes y sin embargo no hay cambios evidentes en la sociedad que nos puedan confirmar que estas poblaciones estén menos vulnerables a sufrirla en todos los ámbitos. En términos de racismo y discriminación somos un ejemplo porque hay una ley y una política pública específica y concluyente, sin embargo no podemos decir que vivimos en una sociedad donde se discrimine menos y donde los indígenas, las personas adultas mayores, los y las jóvenes, las personas con discapacidad tengan las mismas oportunidades de trabajo, acceso a la salud, educación o a participar efectivamente en las decisiones políticas. Nuestra Constitución y nuestras leyes tienen los más avanzados preceptos en materia de protección de niñas, niños y adolescentes y hemos suscrito todos los instrumentos internacionales para garantizar sus derechos y, al mismo tiempo estamos aceptando, promoviendo e incluso legislando para que puedan trabajar y que puedan ser penalmente imputables a más corta edad. Estas contradicciones se hacen más evidentes en otros ámbitos como los derechos de los pueblos indígenas o los de la madre tierra.
La idea de un Estado Plurinacional basado en los principios del "vivir bien", la comunidad como orientación máxima y la justicia plena, son enunciados que se alejan cada vez más de una realidad en la que está imperando la riqueza material, la competencia, el individualismo, la violencia, el consumismo, y la intolerancia como objetivos de vida y comportamientos generalizados en nuestra sociedad. Esta distancia entre lo que predicamos como Estado, y lo que se practica en la sociedad, contiene un riesgo muy grave ya que podemos caer en la autocomplacencia de afirmar que respetamos los derechos humanos porque tenemos buenas leyes, y alejamos la vista frente al hecho que se los sigue vulnerando de manera descarnada y permanente.
OH! ¿Considera que el ingreso de Bolivia al Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH ONU) es un impulso a que se tome más en serio este tema o una manera de reconocer el trabajo que se está haciendo al respecto en el país?
Primero, me parece que debemos ver el tema en perspectiva. Bolivia ya fue parte de este Consejo en 2007 y su membresía es compartida con otros 46 países, de los cuales, ocho son de América Latina y el Caribe, por lo que nuestro papel va a depender mucho de la influencia que se tenga sobre los otros miembros cuando se analicen temas álgidos, relativos a los derechos humanos. Segundo, las recomendaciones del CDHONU influyen de manera más efectiva sobre países en desarrollo, sin embargo poco pueden hacer frente a la vulneración de derechos en países poderosos. El caso de los crímenes de Israel contra Palestina, el bloqueo económico contra Cuba o la sucesión de hechos graves en países donde intervienen las potencias mundiales, no han cesado, pese a los pronunciamientos de este organismo.
En relación a nuestro país, creo que el reingreso al CDHONU se convierte en un desafío para pasar del enunciado al cumplimiento de los derechos humanos. Considero que una de las razones para el voto mayoritario de apoyo a nuestra postulación tuvo que ver con un implícito reconocimiento a lo que se ha hecho en materia de lucha contra la pobreza y la promulgación de normativa de protección, sin embargo, este apoyo debe entenderse como un imperativo ético para que el Estado boliviano asuma de manera más efectiva su papel de garantizar que los derechos se hagan realidad en temas como la violencia sostenida, la crisis en el sistema de justicia, los derechos de pueblos indígenas, entre muchos otros.
OH!¿Por qué considera que están aumentando en el país los casos de trata?
Yo creo que hay dos factores en este aspecto, uno interno y otro externo. Es indudable que la trata y tráfico de personas, es un problema extendido en todo el mundo a partir de la expansión de las redes criminales que operan especialmente desde países con poblaciones vulnerables. La trata y tráfico de personas son negocios en expansión, como el narcotráfico o el negocio de las armas, y por las grandes cantidades de dinero que mueven, su incidencia es más brutal y creciente. Por otro lado, en el tema interno tiene que ver con la vulnerabilidad en los sistemas de protección de las poblaciones más afectadas que son niñas, adolescentes y mujeres, y con la poca capacidad del Estado para implementar mecanismos eficientes que disminuyan la acción de las organizaciones criminales organizadas, la incidencia efectiva sobre las causas de fondo que hacen más vulnerables a las poblaciones afectadas, lo que tiene que ver con la pobreza, la falta de oportunidades, la crisis de la familia como institución sustantiva de la sociedad y la falta de información y sensibilización sobre el tema.
La suma de estas variables y la poca capacidad o compromiso del Estado con esta temática, están provocando que la trata y tráfico de personas se esté convirtiendo paulatinamente en uno de los más graves problemas de derechos humanos más amenazantes en nuestra sociedad.
OH! ¿Qué pasa en el caso de la violencia contra las mujeres? ¿Qué está fallando si se supone que tenemos una ley que vela por ellas?
Yo creo que ésta es una de las contradicciones más graves en términos de derechos humanos en Bolivia. Las cifras y la evidencia diaria, muestran que las mujeres continúan siendo una de las poblaciones más vulnerables en términos de protección y cumplimiento, especialmente, pero no sólo en relación a la violencia. Nosotros compartimos plenamente el principio de la despatriarcalización ideológica como base, para entender las raíces del problema y desde allí plantear soluciones, sin embargo vemos que como Estado, nos estamos alejando cada vez más de este principio y estamos afectando el tema de la violencia, mirando sus consecuencias y no las causas.
La mujer es víctima permanente de un sistema de violencia sistemático prácticamente desde su nacimiento. Sigue siendo en varios sectores de nuestra sociedad, un tema de fortuna o pesar si un hijo nace hombre o mujer. Las niñas son la población más vulnerable porque sufre con más rigor la pobreza o los problemas que puedan tener las madres o la familia y en muchos casos, es víctima directa de violaciones o castigos físicos. Si es adolescente los riesgos aumentan en violencia física, sexual, trata y tráfico, discriminación y acceso a la justicia, a la salud, educación, etc. Y como mayor y adulta mayor, estos problemas continúan. Mucho peor si es mujer indígena, analfabeta, adulta mayor, privada de libertad o en situación de calle. Tal es el nivel de la violencia que, estamos entre los primeros lugares en el mundo en esos indicadores y que nuestra propia ley, ha identificado 17 formas de violencia contra ellas, algunas de estas recurrentes y naturalizadas.
OH! ¿Qué le falta a esta ley para ser efectiva?
Es importante analizar la ley en su contexto. Durante seis años, las organizaciones de mujeres, acompañados por instituciones como la Defensoría del Pueblo y varias ONGs, demandamos e impulsamos una Ley contra la violencia, pero tuvo que darse un crimen atroz contra una periodista conocida, para que el gobierno se viera obligado a promulgarla. Luego debió pasar 18 meses y ocurrir el asesinato de una joven profesional en Santa Cruz, para que el gobierno se viera obligado a dotarla de una reglamentación y de recursos, aunque se los quita al presupuesto de seguridad ciudadana. Ante el aumento de los casos de feminicidios y la violencia generalizada, demandamos la declaratoria de Alerta Máxima que está en la misma ley; pero el reglamento relativo a requisitos, para que sea ágil su puesta en marcha , debe fijar concretos, si no fuera así , podría interpretarse que a esta normativa se le está poniendo candados que van a impedir su aplicación en un tiempo perentorio. Es decir que no hay voluntad política real ni interés por enfrentar desde el Estado este problema, y más al contrario se piensa que la solución está en la cárcel para los abusadores que, son encontrados in fraganti y no así en los hogares, las escuelas, los centros laborales, etc. donde está verdaderamente el problema. Para tener efectos reales sobre el problema, la ley no es suficiente, y menos si la misma ley no tiene posibilidades reales de inmediato y a mediano plazo para ser aplicada.
OH! ¿Qué pasa en el caso de las cárceles?
Hace dos años, advertimos como Defensoría del Pueblo, de una situación insostenible en el sistema penitenciario boliviano. Nuestro informe a la Asamblea Legislativa fue claro y abundante en datos: las cárceles eran bombas de tiempo y se habían convertido en los espacios donde la vulneración de los derechos humanos era una práctica común. Primero, por la debacle del sistema judicial que, ha llegado al extremo de tener más del 82% de detenidos preventivos, el más alto de América y probablemente uno de los más altos del mundo; un hacinamiento superior al 200%, prediarios de miseria y ausencia casi total del Estado en materia de salud, educación y servicios. Por otro, un sistema que deja el control de las cárceles a los privados de libertad, sin que la policía pueda intervenir; al contrario de ello se impone la ley del más fuerte y donde la norma es la violencia, el abuso y la corrupción, con lo que la ausencia del Estado se pone aún más en evidencia. Los presos que son pobres, indefensos o están solos, pueden vivir en una especie de servidumbre permanente, rodeados del miedo, el alcohol, las drogas y el abuso constantes.
Todo ello, amparado en un sistema esencialmente punitivo al que no le interesa la rehabilitación, sino el castigo y que encuentra "la solución " a los crecientes problemas de inseguridad ciudadana y violencia, llenando cada vez más las cárceles.
OH! Como Defensor, ¿cuál sería la solución que pondría a este tema tan difícil?
En realidad la Defensoría del Pueblo no pone soluciones, parte del convencimiento ético de su mandato, por eso denuncia, vigila y alerta sobre el cumplimiento de los derechos humanos. Nosotros hemos planteado muchas veces la necesidad de implementar una política penitenciaria, más allá de las leyes sobre procedimiento o ejecución penal, que legislan sobre la comisión de delitos. Creemos que el paso urgente es solucionar el tema de la retardación de justicia, lo que a su vez incidirá seguramente en el hacinamiento. Además, el gobierno debe cumplir la Ley y hacer que el Sistema Penitenciario pase a control del Ministerio de Justicia y deje de estar en poder del Ministerio de Gobierno, esa transferencia le puede dar un nuevo enfoque, más integral y de acceso a la justicia; pero sobretodo puede lograr que el Estado asuma la responsabilidad de controlar, administrar y dirigir los centros penitenciarios para atender los graves problemas del funcionamiento del Sistema de Regimen Penitenciario que tienen que ver con la reinserción de los ex presidiarios a la sociedad.
OH! ¿En qué ha quedado el caso Chaparina?
Chaparina es el más evidente caso de desprecio a los derechos de los pueblos indígenas y un ejemplo cruel de impunidad. Pareciera que se quiere jugar al cansancio y la confusión para que la gente se olvide del tema, ya que durante tres años el proceso sigue en investigación que nunca concluye. Se pretende convencer que toda la culpa de doce horas de constante agresión y represión brutal contra la marcha indígena, es responsabilidad de un Comandante Departamental que habría actuado al margen de la ley, de su propia institución y de las órdenes superiores. No se considera ninguno de los testimonios que hablan de seguimiento y espionaje en la marcha, órdenes verbales, planes de ataque, etc. y se libera a poderosas autoridades de pena y culpa, como es la responsabilidad del ex ministro de gobierno, incluso antes de terminar la investigación. A esto se suma que se ha procedido a la reconstrucción de los hechos sin la presencia de las víctimas, e incluso el informe pormenorizado de los hechos que la Defensoría elaboró, ni siquiera fue considerado como fuente para tomar decisiones judiciales sobre los implicados, como si esos luctuosos hechos de violencia fueran ajenos a la vulneración de los derechos de los pueblos indígenas.
PERFIL
Rolando Villena Villegas
El actual Defensor del Pueblo, Rolando Villena Villegas, elegido por la Asamblea Legislativa Plurinacional el 13 de mayo de 2010, es el cuarto ciudadano en ocupar ese cargo, precedido por Waldo Albarracín y Ana María Romero.
Rolando Villena nació el 23 de julio de 1947 en Potosí, pero radica en la ciudad de La Paz desde hace más de 35 años. Es teólogo de profesión y obispo de la Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia. Fue presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), institución en la que trabajó entre 2006 y 2009.
Impulsó la creación de la primera Agencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, entre 1982 y 1997 fue Vicepresidente del Centro de Estudios sobre Migrantes no Voluntarios (CESEM).
Tuvo una participación importante en la elaboración del Plan Nacional de Acción de los Derechos Humanos bajo los auspicios del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Conformó, en representación de la APDHB, el Consejo Nacional de los Derechos Humanos, entidad responsable de crear políticas de coordinación entre el Estado y las organizaciones de los derechos humanos, de cara al cumplimiento del Plan Nacional de Acción de los Derechos Humanos.
OH! ¿Cuál es la problemática más urgente que se ha identificado desde la Defensoría en relación a los derechos humanos en Bolivia?
Yo creo que el principal problema tiene que ver con la brecha existente entre la teoría y la práctica, es decir entre una normativa abundante y ejemplar y el ejercicio real de esos derechos en la cotidianidad de las personas, especialmente en situaciones de vulnerabilidad, y por lo mismo, desprotegidos.
Tenemos más leyes y decretos que muchos países para enfrentar la violencia contra mujeres, niñas, niños y adolescentes y sin embargo no hay cambios evidentes en la sociedad que nos puedan confirmar que estas poblaciones estén menos vulnerables a sufrirla en todos los ámbitos. En términos de racismo y discriminación somos un ejemplo porque hay una ley y una política pública específica y concluyente, sin embargo no podemos decir que vivimos en una sociedad donde se discrimine menos y donde los indígenas, las personas adultas mayores, los y las jóvenes, las personas con discapacidad tengan las mismas oportunidades de trabajo, acceso a la salud, educación o a participar efectivamente en las decisiones políticas. Nuestra Constitución y nuestras leyes tienen los más avanzados preceptos en materia de protección de niñas, niños y adolescentes y hemos suscrito todos los instrumentos internacionales para garantizar sus derechos y, al mismo tiempo estamos aceptando, promoviendo e incluso legislando para que puedan trabajar y que puedan ser penalmente imputables a más corta edad. Estas contradicciones se hacen más evidentes en otros ámbitos como los derechos de los pueblos indígenas o los de la madre tierra.
La idea de un Estado Plurinacional basado en los principios del "vivir bien", la comunidad como orientación máxima y la justicia plena, son enunciados que se alejan cada vez más de una realidad en la que está imperando la riqueza material, la competencia, el individualismo, la violencia, el consumismo, y la intolerancia como objetivos de vida y comportamientos generalizados en nuestra sociedad. Esta distancia entre lo que predicamos como Estado, y lo que se practica en la sociedad, contiene un riesgo muy grave ya que podemos caer en la autocomplacencia de afirmar que respetamos los derechos humanos porque tenemos buenas leyes, y alejamos la vista frente al hecho que se los sigue vulnerando de manera descarnada y permanente.
OH! ¿Considera que el ingreso de Bolivia al Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH ONU) es un impulso a que se tome más en serio este tema o una manera de reconocer el trabajo que se está haciendo al respecto en el país?
Primero, me parece que debemos ver el tema en perspectiva. Bolivia ya fue parte de este Consejo en 2007 y su membresía es compartida con otros 46 países, de los cuales, ocho son de América Latina y el Caribe, por lo que nuestro papel va a depender mucho de la influencia que se tenga sobre los otros miembros cuando se analicen temas álgidos, relativos a los derechos humanos. Segundo, las recomendaciones del CDHONU influyen de manera más efectiva sobre países en desarrollo, sin embargo poco pueden hacer frente a la vulneración de derechos en países poderosos. El caso de los crímenes de Israel contra Palestina, el bloqueo económico contra Cuba o la sucesión de hechos graves en países donde intervienen las potencias mundiales, no han cesado, pese a los pronunciamientos de este organismo.
En relación a nuestro país, creo que el reingreso al CDHONU se convierte en un desafío para pasar del enunciado al cumplimiento de los derechos humanos. Considero que una de las razones para el voto mayoritario de apoyo a nuestra postulación tuvo que ver con un implícito reconocimiento a lo que se ha hecho en materia de lucha contra la pobreza y la promulgación de normativa de protección, sin embargo, este apoyo debe entenderse como un imperativo ético para que el Estado boliviano asuma de manera más efectiva su papel de garantizar que los derechos se hagan realidad en temas como la violencia sostenida, la crisis en el sistema de justicia, los derechos de pueblos indígenas, entre muchos otros.
OH!¿Por qué considera que están aumentando en el país los casos de trata?
Yo creo que hay dos factores en este aspecto, uno interno y otro externo. Es indudable que la trata y tráfico de personas, es un problema extendido en todo el mundo a partir de la expansión de las redes criminales que operan especialmente desde países con poblaciones vulnerables. La trata y tráfico de personas son negocios en expansión, como el narcotráfico o el negocio de las armas, y por las grandes cantidades de dinero que mueven, su incidencia es más brutal y creciente. Por otro lado, en el tema interno tiene que ver con la vulnerabilidad en los sistemas de protección de las poblaciones más afectadas que son niñas, adolescentes y mujeres, y con la poca capacidad del Estado para implementar mecanismos eficientes que disminuyan la acción de las organizaciones criminales organizadas, la incidencia efectiva sobre las causas de fondo que hacen más vulnerables a las poblaciones afectadas, lo que tiene que ver con la pobreza, la falta de oportunidades, la crisis de la familia como institución sustantiva de la sociedad y la falta de información y sensibilización sobre el tema.
La suma de estas variables y la poca capacidad o compromiso del Estado con esta temática, están provocando que la trata y tráfico de personas se esté convirtiendo paulatinamente en uno de los más graves problemas de derechos humanos más amenazantes en nuestra sociedad.
OH! ¿Qué pasa en el caso de la violencia contra las mujeres? ¿Qué está fallando si se supone que tenemos una ley que vela por ellas?
Yo creo que ésta es una de las contradicciones más graves en términos de derechos humanos en Bolivia. Las cifras y la evidencia diaria, muestran que las mujeres continúan siendo una de las poblaciones más vulnerables en términos de protección y cumplimiento, especialmente, pero no sólo en relación a la violencia. Nosotros compartimos plenamente el principio de la despatriarcalización ideológica como base, para entender las raíces del problema y desde allí plantear soluciones, sin embargo vemos que como Estado, nos estamos alejando cada vez más de este principio y estamos afectando el tema de la violencia, mirando sus consecuencias y no las causas.
La mujer es víctima permanente de un sistema de violencia sistemático prácticamente desde su nacimiento. Sigue siendo en varios sectores de nuestra sociedad, un tema de fortuna o pesar si un hijo nace hombre o mujer. Las niñas son la población más vulnerable porque sufre con más rigor la pobreza o los problemas que puedan tener las madres o la familia y en muchos casos, es víctima directa de violaciones o castigos físicos. Si es adolescente los riesgos aumentan en violencia física, sexual, trata y tráfico, discriminación y acceso a la justicia, a la salud, educación, etc. Y como mayor y adulta mayor, estos problemas continúan. Mucho peor si es mujer indígena, analfabeta, adulta mayor, privada de libertad o en situación de calle. Tal es el nivel de la violencia que, estamos entre los primeros lugares en el mundo en esos indicadores y que nuestra propia ley, ha identificado 17 formas de violencia contra ellas, algunas de estas recurrentes y naturalizadas.
OH! ¿Qué le falta a esta ley para ser efectiva?
Es importante analizar la ley en su contexto. Durante seis años, las organizaciones de mujeres, acompañados por instituciones como la Defensoría del Pueblo y varias ONGs, demandamos e impulsamos una Ley contra la violencia, pero tuvo que darse un crimen atroz contra una periodista conocida, para que el gobierno se viera obligado a promulgarla. Luego debió pasar 18 meses y ocurrir el asesinato de una joven profesional en Santa Cruz, para que el gobierno se viera obligado a dotarla de una reglamentación y de recursos, aunque se los quita al presupuesto de seguridad ciudadana. Ante el aumento de los casos de feminicidios y la violencia generalizada, demandamos la declaratoria de Alerta Máxima que está en la misma ley; pero el reglamento relativo a requisitos, para que sea ágil su puesta en marcha , debe fijar concretos, si no fuera así , podría interpretarse que a esta normativa se le está poniendo candados que van a impedir su aplicación en un tiempo perentorio. Es decir que no hay voluntad política real ni interés por enfrentar desde el Estado este problema, y más al contrario se piensa que la solución está en la cárcel para los abusadores que, son encontrados in fraganti y no así en los hogares, las escuelas, los centros laborales, etc. donde está verdaderamente el problema. Para tener efectos reales sobre el problema, la ley no es suficiente, y menos si la misma ley no tiene posibilidades reales de inmediato y a mediano plazo para ser aplicada.
OH! ¿Qué pasa en el caso de las cárceles?
Hace dos años, advertimos como Defensoría del Pueblo, de una situación insostenible en el sistema penitenciario boliviano. Nuestro informe a la Asamblea Legislativa fue claro y abundante en datos: las cárceles eran bombas de tiempo y se habían convertido en los espacios donde la vulneración de los derechos humanos era una práctica común. Primero, por la debacle del sistema judicial que, ha llegado al extremo de tener más del 82% de detenidos preventivos, el más alto de América y probablemente uno de los más altos del mundo; un hacinamiento superior al 200%, prediarios de miseria y ausencia casi total del Estado en materia de salud, educación y servicios. Por otro, un sistema que deja el control de las cárceles a los privados de libertad, sin que la policía pueda intervenir; al contrario de ello se impone la ley del más fuerte y donde la norma es la violencia, el abuso y la corrupción, con lo que la ausencia del Estado se pone aún más en evidencia. Los presos que son pobres, indefensos o están solos, pueden vivir en una especie de servidumbre permanente, rodeados del miedo, el alcohol, las drogas y el abuso constantes.
Todo ello, amparado en un sistema esencialmente punitivo al que no le interesa la rehabilitación, sino el castigo y que encuentra "la solución " a los crecientes problemas de inseguridad ciudadana y violencia, llenando cada vez más las cárceles.
OH! Como Defensor, ¿cuál sería la solución que pondría a este tema tan difícil?
En realidad la Defensoría del Pueblo no pone soluciones, parte del convencimiento ético de su mandato, por eso denuncia, vigila y alerta sobre el cumplimiento de los derechos humanos. Nosotros hemos planteado muchas veces la necesidad de implementar una política penitenciaria, más allá de las leyes sobre procedimiento o ejecución penal, que legislan sobre la comisión de delitos. Creemos que el paso urgente es solucionar el tema de la retardación de justicia, lo que a su vez incidirá seguramente en el hacinamiento. Además, el gobierno debe cumplir la Ley y hacer que el Sistema Penitenciario pase a control del Ministerio de Justicia y deje de estar en poder del Ministerio de Gobierno, esa transferencia le puede dar un nuevo enfoque, más integral y de acceso a la justicia; pero sobretodo puede lograr que el Estado asuma la responsabilidad de controlar, administrar y dirigir los centros penitenciarios para atender los graves problemas del funcionamiento del Sistema de Regimen Penitenciario que tienen que ver con la reinserción de los ex presidiarios a la sociedad.
OH! ¿En qué ha quedado el caso Chaparina?
Chaparina es el más evidente caso de desprecio a los derechos de los pueblos indígenas y un ejemplo cruel de impunidad. Pareciera que se quiere jugar al cansancio y la confusión para que la gente se olvide del tema, ya que durante tres años el proceso sigue en investigación que nunca concluye. Se pretende convencer que toda la culpa de doce horas de constante agresión y represión brutal contra la marcha indígena, es responsabilidad de un Comandante Departamental que habría actuado al margen de la ley, de su propia institución y de las órdenes superiores. No se considera ninguno de los testimonios que hablan de seguimiento y espionaje en la marcha, órdenes verbales, planes de ataque, etc. y se libera a poderosas autoridades de pena y culpa, como es la responsabilidad del ex ministro de gobierno, incluso antes de terminar la investigación. A esto se suma que se ha procedido a la reconstrucción de los hechos sin la presencia de las víctimas, e incluso el informe pormenorizado de los hechos que la Defensoría elaboró, ni siquiera fue considerado como fuente para tomar decisiones judiciales sobre los implicados, como si esos luctuosos hechos de violencia fueran ajenos a la vulneración de los derechos de los pueblos indígenas.
PERFIL
Rolando Villena Villegas
El actual Defensor del Pueblo, Rolando Villena Villegas, elegido por la Asamblea Legislativa Plurinacional el 13 de mayo de 2010, es el cuarto ciudadano en ocupar ese cargo, precedido por Waldo Albarracín y Ana María Romero.
Rolando Villena nació el 23 de julio de 1947 en Potosí, pero radica en la ciudad de La Paz desde hace más de 35 años. Es teólogo de profesión y obispo de la Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia. Fue presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), institución en la que trabajó entre 2006 y 2009.
Impulsó la creación de la primera Agencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, entre 1982 y 1997 fue Vicepresidente del Centro de Estudios sobre Migrantes no Voluntarios (CESEM).
Tuvo una participación importante en la elaboración del Plan Nacional de Acción de los Derechos Humanos bajo los auspicios del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Conformó, en representación de la APDHB, el Consejo Nacional de los Derechos Humanos, entidad responsable de crear políticas de coordinación entre el Estado y las organizaciones de los derechos humanos, de cara al cumplimiento del Plan Nacional de Acción de los Derechos Humanos.
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