Apenas promulgada la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, febrero de 2009, Wilson Changaray entonces presidente de la Asamblea del Pueblo Guaraní, comentó: “Los originarios de nuestro pueblo guaraní, conjuntamente con todos los pueblos indígenas del país, haremos prevalecer la nueva Constitución Política del Estado, porque en ella están incluidas todas nuestras propuestas que han sido aprobadas”. La nueva Constitución, Capítulo Cuarto, reconoce los derechos de las Naciones y Pueblos Indígenas.
Población
Según el Plan Interministerial de Emergencia Para el Pueblo Guaraní (autor Bernabé Paredes Barja), la provincia Cordillera, departamento de Santa Cruz, “alberga 112 comunidades, con una población total de 35 mil guaraníes. En Chuquisaca, las provincias Luís Calvo y Hernando Siles cuentan con una población de 15 mil 227, repartida en 87 comunidades. En las provincias O’Connor y Gran Chaco, departamento de Tarija, son 47 comunidades y una población de 795 familias”. El Plan de Emergencia Guaraní (PEG), añade: “La población indígena en la región del Chaco boliviano asciende a 79 mil 829 habitantes de los cuales 77 mil 126 son guaraníes; 2 mil 525 son weenhayek y 178 son tapieté”.
Territorio
La extensión territorial del Chaco boliviano es de 127 mil 755 kilómetros cuadrados, de los cuales corresponden al Chaco cruceño 86 mil 245 kilómetros cuadrados; al Chaco chuquisaqueño, 18 mil 772 kilómetros cuadrados y al Chaco tarijeño, 22 mil 737 kilómetros cuadrados. De esta extensión, aproximadamente el 35 por ciento corresponde a las guaraníes, en tierras comunidades de origen y propiedades comunales que se encuentran en tierras empobrecidas y sin condiciones para poder trabajar en actividades agrícolas, quedándose las tierras más valiosas y fértiles en manos de ”terceros”.
La tierra
A lo largo y ancho del territorio chaqueño en los departamentos Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca, el problema de tenencia de tierra, es evidente, incluso, con anterioridad al actual gobierno del presidente Evo Morales Ayma.
En localidades de Huacareta y el Ingre (Chuquisaca) aún se recuerdan violentos enfrentamientos ocurridos durante el inicio de la Reforma Agraria, decretada en 1952 por el Movimiento Nacionalista Revolucionario.
El problema de la tierra, se transformó en una herramienta política para la entonces fuerte representación del Movimiento Bolivia Libre (MBL), cuya principal sede estaba hasta antes de su derrota, en el 2002, en la ciudad de Sucre.
Aquel caldo de cultivo fue aprovechado por diversas Organizaciones No Gubernamentales extranjeras, dedicadas al adoctrinamiento de capitanes; líderes comunitarios y mujeres destacadas de las comunidades guaraníes como afirmó el abogado chaqueño-chuquisaqueño Bernabé Paredes Barja, autor de “Análisis, comentarios y sugerencias al Plan Interministerial de Emergencia para el Pueblo Guaraní”.
Después de los violentos sucesos de Sucre (sábado 24 y domingo 25 de noviembre 2007), el gobierno del Movimiento Al Socialismo promulgó el miércoles 28 de noviembre un decreto que autoriza la expropiación de 180 mil hectáreas de tierra para la “reconstitución del territorio guaraní”.
La medida coincidió con el primer aniversario del lanzamiento de la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria.
El espíritu del decreto de expropiación sostiene que “a lo largo de la historia el pueblo indígena Guaraní ha sido despojado de sus tierras y territorios, sin que la Reforma Agraria ni la aplicación de la Ley 1715 del 18 de octubre de 1996 haya reparado esta realidad lo que imposibilitó al pueblo guaraní tener las condiciones necesarias y el espacio físico suficiente para el desarrollo de su identidad, cultura e instituciones”. El decreto del 28 de noviembre también argumentó que existe la necesidad de expropiar “de manera inmediata la superficie de 180 mil hectáreas, dentro del área de influencia del pueblo Guaraní de Chuquisaca, ubicada en las provincias Luis Calvo y Hernado Siles”.
Actualidad
En diciembre 2014, parece que muy poco cambió la vida del pueblo guaraní pues, noticias provenientes del Chaco (compartido por los departamentos de Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca), reiteran la existencia de grandes problemas en salud, educación y trabajo, que permita a esta etnia, trascender de la miseria hacia espacios de crecimiento y desarrollo.
Se sabe, por ejemplo, que enfermedades causadas por la desnutrición, entre ellas la tuberculosis estaría diezmando a familias de gran vulnerabilidad alimenticia, a tal punto que grupos desesperados de guaraníes dejan territorios para trasladarse a las grandes ciudades, en busca de urgente socorro médico que salve sus vidas.
En las puertas de la propia Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente (Cidob), en Santa Cruz por ejemplo, decenas de guaraníes exigen apoyo para salvar a sus familias de la terrible tuberculosis, enfermedad generada por la desnutrición y el hambre.
La nueva Asamblea Legislativa Plurinacional tiene ante sí el reto de defender a las etnias guaraníes, con leyes que se cumplan
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