"Encendieron una llanta y ahí las iban echando las banderas, lo hemos visto unos pocos que quedamos, lo vimos todo", denunció este viernes el canichana indígena Antonio Soto, al relatar su experiencia en la Marcha Indígena.
Aseguró que junto a unos marchistas tsimanes pudieron observar como los policías pisotearon la bandera beniana y después la echaron al fuego.
Contó que hasta sus 69 años ha participado de todas las marchas del movimiento indígena, pero la última por la protección del TIPNIS ha sido la "más grave", por el sacrificio que hicieron y por la represión de la Policía en Chaparina antes de llegar a Yucumo, el 25 de setiembre último.
Recordó que en ese lugar estuvieron 3 días soportando un intenso calor, principalmente los niños y las mujeres fueron los más afectados, además de ello fueron privados del agua y alimentos.
Expresó su tristeza al recordar que después de la represión de la Policía, cuando las mujeres tenían que hacer sus necesidades fisiológicas, un policía las acompañaba lo cual consideran fue un acto humillante.
"Es una vergüenza, una tristeza, como las trataron a nuestras mujeres; no hubo temor de Dios para hacer este acto criminal. Yo vi todo lo que aconteció porque me escondí, pero luego cuando gasificaron tuvimos que huir, ahí nos robaron todo, plata, radios, camas y banderas", aseguró.
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