lunes, 3 de octubre de 2011

49 mil indígenas viven en el TIPNIS

Con características muy singulares, tradiciones y creencias muy propias, tres naciones indígenas: chimanes, yuracarés, y moxeñas, reconocidas por la Constitución Política del Estado, habitan en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Juntas tienen una población estimada de 49 mil habitantes, de acuerdo a un estudio realizado por María Soledad Quiroga, publicado por la fundación Unir.

La nación que más habitantes tiene es la moxeña, con 40 mil, seguida de la chimán con 6 mil y los yuracaré con 3 mil.

Son pueblos que viven de la agricultura, la caza y la pesca.

Desde hace unos años, los indígenas se han visto invadidos por grupos de colonos, que han ingresado al extenso territorio para cultivar coca, explotar la madera y, en algunos casos, para trabajar en la agricultura. A la fecha, se desconoce con precisión cuántos colonos existen en la zona, aunque se estima que superan las 14 mil personas.

LOS CHIMANES

Dedicados a la pesca y, particularmente, a la recolección de jatata, el pueblo Chimán habita en la provincia Ballivián, en los municipios de San Borja, Rurrenabaque y San Ignacio. del departamento de Beni.

Según el antropólogo Wigberto Rivero Pinto, los primeros contactos que se tuvieron con los chimanes fue en la última década del siglo XVII.

La organización social básica de los chimanes es la familia nuclear, la que mantiene vínculos de parentesco extendido con otras familias nucleares. Actualmente el matrimonio es monogámico, aunque antiguamente, se conoce que existía la poligamia soronal, práctica común entre los chimanes, pero debido a diferentes razones ahora son pocos los casos de aquellas prácticas donde un varón se casaba con dos o más mujeres, con preferencia hermanas.

Todos los chimanes hablan su idioma tanto cotidianamente y en esferas normales como las reuniones y eventos internos, este hecho se ve aún más favorecido cuando muchos chimanes saben escribir en su propia lengua.

Los chimanes poseen una cultura chamánica en la que sus dioses protectores se encuentran organizados de forma jerarquizada y simbólica, cumpliendo cada uno determinadas funciones, por ejemplo entre los Señores de los Cerros, los dueños o amos de los animales y los espíritus de los muertos, escribe el exministro de Asuntos Campesinos.

LOS MOXEÑOS
El pueblo Moxeño habita en bosques, sabanas y humedales, sin distinciones internas. El clima varía desde períodos de sequía hasta inundaciones estacionales. El espacio moxeño es muy variado y contiene una gran diversidad de recursos naturales renovables y no renovables.

La situación etnocultural está profundamente impregnada de la religiosidad católica. Es así que en las festividades religiosas existe una permanente apelación a esa "cultura", ancestral y actual, que aparece en la música y las danzas de Moxos.

Habitan en las comunidades benianas de Loreto, San Lorenzo de Moxos, San Javier, San Francisco de Moxos, Rosario, Puerto San Lorenzo, Trinidadcito y otras.

“Las evidencias arqueológicas más las noticias de los primeros cronistas han permitido afirmar que la población moxeña debió ser muy importante antes del siglo XVII, pues se estimaba una población de alrededor de 350.000 personas, de las cuales un elevado porcentaje disminuyó con el tiempo a raíz de las enfermedades introducidas por los españoles. Es posible que los mitos de El Dorado o el Gran Moxos, que impulsaron la búsqueda de riquezas en la zona por parte de los españoles, hubiesen tenido cierto referente real en las construcciones pre-coloniales”, señala Rivero Pinto.

La organización social de los moxeños, se basa en la familia nuclear. Las comunidades están formadas por 10 a 30 familias en la mayoría de los casos, con algunas excepciones, donde se agrupan más.

YURACARÉS
El Yuracaré es uno de los pueblos con menos indígenas. Desde hace tiempo se dedican a la agricultura, algunos realizan trabajos artesanales en cestas y canastas; también tejen hamacas y fabrican flechas y arcos de fino acabado.

Viven en las comunidades del departamento de Cochabamba como Ibare, Nueva Cotoca, Galilea, La Misión, La Boca, Santa María, Puerto Cochabamba, Nueva Esperanza y otras.

Se dice que este grupo étnico no reconoce a un jefe único, debido, principalmente a su dispersión geográfica. Eventualmente, surgen líderes locales como producto de situaciones conflictivas. Sin embargo, y ante una serie de necesidades, actualmente los yuracarés se han organizado en varias subcentrales, que agrupan, además, a otras etnias, todas ellas afiliadas al CIDOB.

Los yuracarés viven dispersos a lo largo de los ríos Sécure, Ichilo, y Chapare, hasta el puerto Grether.

El territorio de los yuracarés se extiende hasta las cabeceras de los ríos, Tayota, Isidoro y Uteo, en la región Sur de la provincia Moxos del departamento de Beni y Noreste de las provincias de Chapare y Carrasco de Cochabamba.

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