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jueves, 20 de octubre de 2011

Nueva agenda Politica Indígenas conformarán su propia bancada

La llegada a La Paz fue diferente a la partida. Entonces, apenas el rumor de las campanadas de una iglesia los despidieron. Ahora, el inédito clamor de una multitud paceña, estimada en alrededor de un millón de personas, les daba la bienvenida. En contraste a las conmovedoras imágenes de niños, estudiantes o madres de familias, que se aproximaron a brindarles su reconocimiento, desde el Palacio de Gobierno el silencio del presidente, Evo Morales, como en los 65 días previos, se mantuvo inquebrantable. Tras reunión de gabinete, el Primer Mandatario se dirigió a Cochabamba.

Declaraciones. Los breves mensajes gubernamentales estuvieron a cargo del ministro de Comunicación, Iván Canelas, quien entre el tono cordial para "ratificar el diálogo", mezcló la denuncia de "grupos infiltrados en la marcha".

Lejos de los discursos, alrededor de las 18.40, los indígenas divididos en dos grupos, consolidaron la conquista del corazón político del país, para decir lo que en pocas palabras resumió el dirigente del Conamaq, Rafael Quispe, “Nos han dicho que el Presidente nos va atender y por eso estamos acá, en la plaza Murillo. Lo vamos a esperar".

El cerco. Alrededor del grupo de 300 marchistas apostados en la plaza la Policía conformó un cerco. Aunque la población no olvidó su apoyo, el grupo policial se obstinó en impedir que pudieran hacerles llegar frazadas o alimentos. Cuando les preguntaron por qué lo hacían, se limitaron a señalar que cumplían con "órdenes superiores”.

Mientras el diálogo no llega, los indígenas, siguen en su lucha, como si la marcha no hubiera acabado, pero esta vez con todo una ciudad haciendo vigilia con ellos.

650 kilómetros recorrieron los indígenas para llegar a la ciudad de La Paz.

65 días tuvieron que esperar para poder conquistar las alturas de la sede de Gobierno.

Diálogo con condiciones el ministro de comunicación planteó las condiciones: jueves 10.30 con un grupo limitado de 20 dirigentes.

Rafael Quispe, Dirigente Conamaq, "No queremos diálogo a puertas cerradas entre veinte personas. Todos nos hemos sacrificado para llegar hasta acá y queremos que nos escuche".

Fernando Vargas, Representante del Tipnis, "El Presidente debería salir y decirnos: hermanos bienvenidos a la casa de Gobierno, o por lo menos disculparse por no encontrarnos en la carretera".



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