Israel Gutiérrez periodista de la Red Uno, quien acompañó el recorrido de la marcha indígena en defensa del Tipnis desde el Beni hasta la ciudad de La Paz, asegura que la gente de las ciudades tiene mucho que aprender de las virtudes de los indígenas de tierras bajas.
Gutiérrez realizó la cobertura periodística durante los 602 kilómetros que recorrió la columna indígena, desde su partida en Trinidad el 15 de Agosto hasta su arribo a La Paz el 19 de Octubre. No obstante, él prefiere referiste a este trabajo como una valiosa experiencia de vida y una convivencia con los indígenas.
"Son sentimientos encontrados, se han presentado muchas cosas en la marcha y más allá de hacer la cobertura hemos aprendido mucho de ellos. Es muy distinta la visión que tenemos los citadinos a la que tienen los indígena, me cambió vivir cerca de ellos (…) No habíamos sido sólo nosotros están los indígenas que nos enseñan que la naturaleza es lo que debe primar antes de lo que significa el desarrollo", afirmó Gutiérrez a ANF.
El periodista explica que en las ciudades estamos muy acostumbrados a las comodidades que brinda vivir en un centro urbano, olvidando lo valioso de la sencillez del ser humano.
"Una vez estaba cruzando una ave y uno de los indígena le clavo su flecha justamente en cuello, con una puntería excepcional. Yo en La Paz podría pedir que me traigan un pollo a mi casa, pero son cosas diferentes, relató.
"Mi cumpleaños lo pasé allá marchando 31 kilómetros juntos con ellos, me festejaron con un majadito en bolsita, fue el mejor cumpleaños de mi vida" afirmó Israel Gutiérrez.
Asegura además que en las ciudades las preocupaciones y estrés nos crean problemas innecesarios y superfluos.
"En las ciudades vivimos preocupados por pagar alquileres, buscar un prestamos en el banco para comprar nuestra casa, ellos ya tienen su casa, la construyen con sus propias manos y justamente es eso lo que defienden; su tierra y su territorio que pueden ser afectados, con la carretera por ejemplo", afirmó el periodista.
Gutiérrez reconoce, que en principio se vio conflictuado, por la necesidad de acostumbrarse a los hábitos de los indígenas como el madrugar o bañarse en el río pero, dijo que la principal experiencia negativa que le toco vivir fue la hostilidad de los sectores afines al Movimiento al Socialismo en la localidad de Yucumo. "Nos amenazaron con quemar nuestros equipos, la movilidad, y amarrarnos al palo santo", afirmó Gutiérrez.
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