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lunes, 3 de octubre de 2011

Kenyatta y Nyerere, héroes imborrables en la historia africana

Kenyatta y Nyerere resultan nombres imborrables en la historia del continente, son dos héroes africanos cuya acción estuvo dirigida también a la liberación de toda esa área.

Por Roberto Correa Wilson* La Habana (PL)

Durante la lucha contra la esclavitud colonial de Reino Unido en el continente africano surgieron prominentes personalidades que, con su persistente y audaz liderazgo, condujeron la emancipación de sus pueblos a mediados de la pasada centuria.

Entre esos notables dirigentes destacan Jomo Kenyatta y Julius K. Nyerere, líderes de las dos naciones con fronteras en el África Oriental, Kenya y Tanzania, donde el dominio británico se había establecido en diferentes circunstancias históricas.

En el siglo XIX, Reino Unido se había convertido en una de las más importantes potencias en el área. Desde 1895 Kenya era ya una de sus colonias cuando las autoridades de Londres proclamaron el llamado Protectorado Británico de África Oriental, constituido por Kenya y Uganda.

La situación con Tanzania fue diferente. El poderío británico en la región se incrementó al apoderarse de la colonia alemana de Tangañika, tras la derrota de la nación teutona en la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

Después de la independencia, Tangañika y Zanzíbar se unieron para formar la República Unida de Tanzania.

Esos fueron los escenarios en que desplegaron sus energías y estrategia política Kenyatta y Nyerere, cada uno en sus respectivas naciones, donde los colonialistas británicos aplicaron los métodos más crueles y sangrientos para mantener el dominio.

Kenyatta

Corrían los años de la primera mitad de la década de 1940 y miles de kenianos eran reclutados para formar parte de las fuerzas armadas británicas que combatían el eje nazifascista en el norte de África, a los italianos en Etiopía y Somalia, y a los japoneses en Birmania.

Cuando los soldados regresaron a Kenya, finalizada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el dominio colonial se había debilitado por el éxodo de algunos colonos británicos y el desgaste ocasionado por el conflicto.

Crecían en esos momentos las demandas de independencia y se rechazaba un denominado Consejo Legislativo, en el cual cinco millones de africanos sólo tenían un representante. Londres hacía caso omiso a los reclamos de la población autóctona y esa prepotencia aumentaba el sentimiento anticolonial.

En 1943 se había fundado la Unión Africana de Kenya, que cuatro años más tarde fue presidida por Kenyatta, recién llegado de Inglaterra. A partir de ese momento se inició una etapa de intenso activismo político.

Cinco años más tarde, en 1952, estalló la rebelión de los kikuyos (una de las etnias principales) en las altas mesetas kenianas, habitadas en su mayoría por miembros de esa tribu, para reclamar la devolución de sus tierras usurpadas por el régimen colonial y el cese de los maltratos a la población.

El colonialismo rechazó las demandas, implantó el estado de emergencia que duraría siete años, proscribió los partidos políticos, y arrestó a Kenyatta y dirigentes kikuyos.

Posteriormente fue liberado, y casi inmediatamente detenido y condenado a prisión, acusado de complicidad con el Movimiento Mau-Mau. La represión colonial que siguió dejó un saldo de 15 mil africanos asesinados y 80 mil enviados a campos de concentración; muchos habían contribuido a salvar a Reino Unido y Europa de la barbarie fascista.

La insurrección campesina de los Mau-Mau fue conocida en todo el mundo; las masacres levantaron protestas en todas partes. Mientras, el partido de Kenyatta ampliaba sus filas para integrar a miembros de todos los grupos étnicos kenianos.

A pesar de la represión brutal desatada por las tropas británicas, que fueron aumentadas en todo el territorio de Kenya, se incrementó la resistencia encabezada por Kenyatta y otros líderes, y las autoridades coloniales se vieron obligadas a ceder.

En 1960 se puso fin al estado de emergencia y la potencia colonial prometió una Constitución y elecciones para integrar la Asamblea Legislativa. El partido de Kenyatta obtuvo mayoría, y a pesar de que no había podido votar por estar de nuevo en prisión domiciliaria, por presión popular fue nombrado Primer Ministro.

Reino Unido reconoció la independencia de Kenya en septiembre de 1963. Había concluido la etapa más sombría en toda la historia de presencia extranjera.

Nyerere

Después de la Primera Guerra Mundial, el territorio de Tangañika estuvo bajo la colonización de Londres. Finalizado el segundo gran conflicto universal, pasó a ser territorio británico bajo fideicomiso. Reino Unido reforzaba sus tentáculos coloniales.

El colonialismo de Londres aplicó el método de gobierno indirecto a través de la institución denominada Administración Local, que no satisfacía las aspiraciones de los africanos. A pesar de las amenazas, se mantenían las manifestaciones de resistencia a los colonialistas europeos.

En 1929 un grupo de intelectuales creó la Asociación Africana de Tangañika. En abril de 1953 fue electo presidente de la asociación el joven Julius K. Nyerere, quien decidió transformar la organización en partido político e inició actividades en favor de la independencia.

Un año más tarde, en 1954, nació el partido que se denominó Unión Nacional Africana de Tangañika. La constitución de ese organismo resultó un factor decisivo en los afanes independentistas porque aglutinó a los más revolucionarios.

El período siguiente fue una etapa de intensa actividad política en que creció la estatura de Nyerere. Bajo su dirección se establecieron los estatutos del Partido, que tenía entre sus objetivos la independencia y la creación de una sociedad democrática.

Alcanzaba el activismo político a casi todos los miembros de la sociedad conformada por decenas de grupos con dialecto propio. Se constituyeron núcleos encargados de difundir las bases de los estatutos para el conocimiento popular y el proyecto de sociedad que se establecería obtenida la independencia.

Las elecciones de la Asamblea Legislativa de 1958 y 1959 constituyeron dos victorias para el movimiento revolucionario. En 1961, Tangañika alcanzó la independencia y Nyerere fue electo presidente.

La isla de Zanzíbar en el Océano Indico fue independiente de Reino Unido en 1963; un año más tarde, en 1964, se proclamó la República Popular de Zanzíbar. Por acuerdo mutuo, Tangañika y Zanzíbar se fundieron en un solo Estado con el nombre de República Unida de Tanzania, con Nyerere como presidente.

Kenyatta y Nyerere resultan nombres imborrables en la historia del continente; son dos héroes africanos cuya acción estuvo dirigida también a la liberación de toda esa área.

*Periodista cubano especializado en política internacional, ha sido corresponsal en varios países africanos y es colaborador de Prensa Latina

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