lunes, 1 de agosto de 2011

Los mojeños se esfuerzan por mantener su cultura

Santísima Trinidad es un pueblo mojeño ubicado en el trópico y en medio de comunidades de colonos, con conflictos de límites e intenta mantener su esencia indígena.

En pleno Parque Nacional Isiboro Sécure en Villa Tunari, más allá de Eterazama y cruzando el río Isiboro, está el pueblo indígena de Santísima Trinidad que se identifica a sí mismo como mojeño trinitario. Sus pobladores dicen que ellos habitan en territorio beniano aunque están rodeados de colonos que frecuentemente reciben visitas de autoridades locales de Cochabamba.

Se trata de un territorio con nombre propio pero en un lugar hasta ahora no determinado desde la formalidad de los límites territoriales, aunque sus pobladores dicen ser benianos y tienen como demostrarlo pues en la pista de aterrizaje que hay en la comunidad indígena aterriza la avioneta de las autoridades departamentales de Beni, según cuentan ellos mismos. Hasta ahí llega también el alcalde de San Ignacio de Moxos, provincia del Beni, más que el alcalde de Villa Tunari.

Este pueblo que en el camino vecinal que atraviesa la zona ocupa sólo dos kilómetros está rodeado por comunidades de productores de frutas tropicales y hoja de coca.

Para la imaginación de los citadinos un pueblo indígena hace suponer que son gente cerrada con poco contacto con otros seres humanos y con indumentaria propia hecha con cortezas de árboles y otros. En este caso no es así. No son tímidos sino cautos con los extraños, hasta entrar en confianza. Se visten como cualquier habitante de la ciudad y es fácil encontar jóvenes con camisetas de equipos de fútbol internacionales.

Es un pueblo ahora bilingüe, el mojeño y castellano son sus idiomas.

“No es como dicen que antes éramos como monos, no es así. Hemos cambiado un poco aprendiendo otra lengua aunque seguimos siendo indígenas”, dice Santiago Rosendy en conversación con OPINIÓN en un ambiente construido con ladrillos y cemento que es la sede de la comunidad.

La Plaza Principal está ubicada a poco más de cien metros del camino que, según los diseños, podría ampliarse para luego convertirse en la carretera que cruce su territorio para llegar al Beni.

La calles que bordean la Plaza tienen empedrado. A un lado existe un templo católico y un centro de salud donde permanentemente atienden un médico, una enfermera y un odontólogo.

LA SALUD Los principales problemas de salud se presentan en los niños con diarreas y fiebre. Los pobladores contaron que cuando existen campañas de vacunación les asisten las autoridades benianas.

Las casas están hechas de madera y el clima tropical obliga a los mojeños a utilizar ropa ligera, las mujeres tienen cierta preferencia por las telas floreadas.

En este pueblo aunque sus habitantes tratan de mantener su esencia indígena también reconocen que se van dando cambios por el contacto permanente con las comunidades aledañas. Isinuta y Nueva Aroma son las comunidades más cercanas.

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