La falta de sábalo en el río Pilcomayo obliga a que las familias indígenas weenhayeks abandonen sus tierras después de haber vivido en ellas hace 500 años para buscar trabajo en poblaciones fronterizas de Argentina, informó el capitán Grande de la Organización de Capitanías Weenhayek y Tapite de Tarija (Orcaweta), Moisés Sapiranda.
Sapiranda contó que durante ese tiempo los indígenas vieron que las regiones de Yacuiba y Villamontes fueron desarrollando, sin embargo, los pueblos de su organización continúan sumidos en la pobreza y abandonados por sus autoridades municipales, departamentales y nacionales. Aseguró que las regalías que genera el aprovechamiento del petróleo en el Gran Chaco no llegaron a los indígenas.
“Acá en la región del Chaco tarijeño hemos vivido más de quinientos años y como única fuente de trabajo era la pesca y ahora los hermanos se van (…) hemos visto que en las regiones de Villamontes, Yacuiba y otros sectores han ido mejorando, pero eso no pasó con nosotros, no hubo el mismo trato a pesar de las regalías, porque no llega a nuestros pueblos”, aseveró Sapiranda a la Agencia de Noticiad Indígenas de Erbol.
El líder de los weenhayeks señaló que los indígenas deciden marcharse al vecino país por las políticas de desarrollo que aplica el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a favor de los nativos de su país. “Allá en Argentina hay un mejor trato a los hermanos indígenas de ese país. Acá no pasa eso, las familias allá reciben cada mes una canasta familiar y tienen una pensión”, declaró.
FAMILIAS WEENHAYEKS
Desde 2010 emigraron a Argentina 150 familias de las 5.670 que existen en los municipios de Yacuiba y Villamontes del departamento tarijeño, señaló el segundo capitán Grande de la ORCAWETA, Jacinto Ugarte.
Por año 50 familias se fueron a comunidades fronterizas porque se quedaron sin trabajo debido a que en el río Pilcomayo no hay sábalo para pescar y vender, pues su comercialización es la principal actividad de subsistencia de los weenhayeks, dijo Ugarte.
Indicó que pidieron al gobierno del presidente Evo Morales dar una solución definitiva al conflicto del Pilcomayo que debido a un proyecto agropecuario se desvió las aguas del afluente hacia Argentina y Paraguay, lo que hizo que el caudal baje del lado boliviano y afecte a la migración de sábalos.
El gobierno firmó a inicios de año con la ORCAWETA un convenio programático donde, además de otros temas, se comprometió a poner solución a este problema; sin embargo, hasta el momento no se cumplió.
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