Las ruinas arqueológicas de Tiwanaku en la provincia Ingavi del departamento de La Paz, fueron el principal escenario de las ceremonias ancestrales que se realizaron ayer durante el ritual para recibir los primeros rayos solares del año nuevo aymara denominado Willka Kuti (retorno del sol).
Según las creencias andinas, este acto permite fortalecer la identidad para vivir en equilibrio y armonía con la Pachamama (Madre Tierra).
A la localidad, se dieron cita aproximadamente 25 mil visitantes, desde la media noche del miércoles, para esperar los primeros rayos de sol que llegaron al compás de la música autóctona y danza, además de los tradicionales rituales que efectuaron los Amautas (sabios aimaras) a la Pachamama.
Según informó el alcalde del municipio de Tiwanaku, Marcelino Copaña, la celebración comenzó el 20 de junio, en la cima de la montaña sagrada denominada Quimsachata, distante a unos 30 kilómetros del centro ceremonial de la civilización tiwanakota, donde los amautas iniciaron los rituales a la espera del retorno del Sol.
En la plaza principal de este municipio se vivió un festival folklórico que duró toda la noche, alrededor de éste se encontraron grupos de amigos que al ritmo de la música autóctona celebraban y esperaban el punto culminante de la festividad.
DESORGANIZACIÓN
Las puertas del sitio arqueológico se abrieron aproximadamente a las 03:00 de la madrugada, cabe resaltar que para ingresar hubo mucha desorganización que incomodó a los visitantes porque todos querían participar del acto central donde se realizó la ofrenda a la madre tierra.
Ya dentro del lugar, considerado patrimonio cultural de la humanidad, los amautas dieron inicio a la tradicional ofrenda a la madre tierra. Las personas reunidas esperaron los primeros rayos solares para recibir la energía cósmica proveniente del sol y fortalecer el Ajayu (espíritu) para la superación del ser humano.
De la ceremonia central participaron las autoridades, invitados especiales, turistas, entre otros. El inicio a esta festividad se dio en el templo de Kalasasaya y las ofrendas se entregaron en la pirámide de Akapana.
De estos actos participaron el presidente en ejercicio del Estado, Álvaro García Linera, el gobernador del departamento de La Paz, César Cocarico; el alcalde de Tiwanaku, Marcelino Copaña; los concejales, amautas, invitados especiales y visitantes extranjeros y bolivianos.
EXCESOS
Una vez más, el alcohol robó protagonismo a la festividad tradicional. En la plaza central, el consumo de bebidas espirituosas inició bajo el sonido de los instrumentos autóctonos que convocó a turistas y lugareños a que entibiaran la noche con licores de frutas y bebidas calientes que eran ofrecidos desde 5 bolivianos hasta los combos que costaban 20 y eran ofrecidos por los alrededores.
Pese a que estaba prohibido el consumo de bebidas alcohólicas, fue inminente la presencia de vendedores y compradores, otro de los puntos de critica, que se vio en está actividad fue la falta de baños públicos y la contaminación debido a la escasez de basureros.
En el departamento de La Paz, los sitios sagrados donde se efectuaron las celebraciones del Willka Kuti fueron: Tiwanaku, La Cumbre (Los Yungas), Challapampa (provincia Manco Kápac), Waraque (Ceja de El Alto), Valle de las Ánimas (Palca), Horca del Inka-Ispa Kala (provincia Manco Kápac), Konko Wankani-Qhunqhu Liki Liki (provincia Ingavi), Mirador de Pampahasi, Isla del Sol Yumani (provincia Manco Kápac) y Marka Wilaq’ala (provincia Camacho).
DATOS
- En el municipio de La Paz, se tuvieron diferentes puntos de concentración entre ellos: Zongo, La Cumbre, Laicacota, Hampaturi, Miradores y Apachetas.
- En todos los puntos se hicieron mesas de agradecimiento a la Pachamama, la presencia de danzas fueron demostraciones de rescate cultural en cada uno de los macrodistritos.
- El alcalde Luis Revilla no participó en ninguna de las actividades porque el Gobierno Autónomo Municipal se encuentra de duelo tras la muerte del médico que iba a apoyar a los marchistas del Tipnis.
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