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jueves, 28 de junio de 2012

San Pedro, bastión de la tradición indígena

Durante la época colonial, en esa zona, se estableció un barrio de indios y en el templo se oficiaron misas para todas las personas, sin discriminación alguna.

El templo católico, la plaza, sus calles, la cárcel y sus habitantes son las características principales del barrio de San Pedro que es considerado una zona patrimonial de segundo orden, ya que preserva lo antiguo en una mezcla con lo moderno, dentro de las tradiciones particulares de la ciudad.
El estilo de vida de sus antiguos habitantes posee una identidad que, poco a poco, se transforma, hace que San Pedro sea el bastión de la tradición indígena, ya que une las ritualidades urbanas, como la procesión y la fiesta religiosa de San Pedro y San Pablo, aún perduran, al igual que la feria de Alasita que se realiza cada año, en enero, en la plaza.
Barrio de indios. Una investigación del Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB), que realizó en coordinación de la Oficialía Mayor de Culturas, señala que durante la colonia, la zona de San Pedro fue considerada un barrio de indios, ya que por entonces, el río Choqueyapu dividía a la ciudad de La Paz, cuya parte norte estaba ocupada por familias españolas, y el sur era un campo de sembradíos y chacras. Entonces, se decidió fundar un barrio de indios, en el margen opuesto del río.
En la actualidad, la zona es residencial y alberga a numerosos establecimientos comerciales, negocios y pequeñas empresas, especialmente imprentas, venta de repuestos y talleres de reparación de automóviles.
La parroquia. Uno de los responsable de la parroquia de San Pedro de la Nueva Paz señala que el templo fue uno de los primeros de la ciudad destinado a impartir la doctrina de los indios, ya que desde que se terminó su construcción, en 1720, a la misa central acudían personas de diferente condición social sin restricciones de naturaleza alguna.
¿Le leo el destino?. Con un poncho rojo y un lluch'u multicolor, Francisco Quispe, asegura que es un curandero elegido por la Madre Tierra y que posee el don de la adivinación. “Nosotros estamos conectados con los achachilas para leer el destino”.
Sonriente indica que junio es el mejor mes para hacer la lectura de la suerte, ya sea en estaño, cerveza, huevos o en la tradicional hoja de coca.
En ese instante, una mujer se acerca y le pide: “maestrito me lo puedes ver mi suerte”, don Francisco toma un puñado de estaño que derrama con solemnidad sobre agua fría.
El resultado es una figura amorfa que es interpretada por el adivinador. “Estas bien nomás, pero tienes que tener cuidado, mira ese bulto, te puedes enfermar”.
Cada año, en estas fechas, estos personajes se congregan alrededor de la plaza de San Pedro, como parte de la festividad que rinde homenaje al principal apóstol de Jesucristo.

En San Pedro aparecieron las primeras panaderías y hornos abiertos al público, según una investigación DEL PIEB.

El aniversario de San Pedro

La Junta Vecinal de San Pedro organiza un acto especial, en el que se prevé la participación de autoridades ediles.

29 de junio Se realizará la velada folclórica, que se instalará alrededor de la plaza y la iglesia. Se prevé la participación de diferentes grupos musicales.

30 de junio A las 09.30, los prestes de la entrada folclórica ofrecerán una misa en la iglesia de San Pedro, en la que participarán los danzarines, vecinos y autoridades vecinales.

30 de junio Se realizará la entrada folclórica a devoción de los apóstoles San Pedro y San Pablo. En el desfile, participarán 10 fraternidades y comenzará a las 15.00.


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