La afirmación de esta autoridad se hizo durante el primer debate que la red Erbol pudo efectuar junto con el presidente de la Subcentral del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Fernando Vargas, que encabeza la IX marcha en contra de la carretera.
Cuando el dirigente indígena le preguntó a Romero cuál era el interés del Gobierno por construir la vía por el corazón del TIPNSI, éste expresó: “Ya lo hemos dicho muchas veces, es un plan de gobierno que presentamos en las elecciones el 2009, polos de desarrollo, integración y diversificación económica”.
Romero afirmó que era una política de Estado, pero negó que vaya a beneficiar sólo a los cocaleros, como lo apuntó reiteradamente Vargas, haciendo alusión a los productores de la hoja de coca de Cochabamba.
Organizaciones indígenas del país rechazan que el proyecto sea ejecutado por el núcleo de ese parque nacional porque puede afectar seriamente la reserva ecológica, por lo que plantean un nuevo trazo por un borde del TIPNIS.
El proyecto Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, de 306 kilómetros, se encuentra en el Programa de Gobierno 2010-2015 “Bolivia País Líder” que presentó el MAS-IPSP para las elecciones de diciembre de 2009.
La vía se encuentra entre los principales compromisos para el 2009-2014, que promete “4.076 kilómetros de carreteras pavimentadas para conectar las capitales departamentales”.
En agosto de 2008, la Administradora Boliviana de Carreteras y la constructora OAS firmaron el contrato de obras de la vía, y a principios del año 2011, el Gobierno suscribió con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) un préstamo de 332.000.000 de dólares para financiar el proyecto.
Si bien no hubo ningún encuentro oficial entre autoridades y dirigencia de los marchistas que llegaron a La Paz el miércoles 27 de junio, radio Erbol reunió ayer a Romero y Vargas. Este último rechaza la organización de una consulta “previa” a los indígenas sobre el proyecto vial en el TIPNIS desde el próximo 20 de julio y la validez de los interlocutores para el diálogo, que son los temas que dificultan la viabilidad de un encuentro formal. “La consulta no va a ir en el TIPNIS”, dijo Vargas. Cuestionó que el Gobierno pretenda incluir en el diálogo a dirigentes designados por el Ejecutivo y a comunarios, no indígenas, asentados en el Polígono 7.
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