lunes, 2 de julio de 2012

INDÍGENAS retornan a sus comunidades poco a poco

El ex presidente de la Cidob Adolfo Chávez señaló que unas 50 mujeres chimanes dejaron la columna. Amenazó con represalias a los funcionarios del Gobierno que ingresen al Tipnis.

LA PAZ

Cambio

Pese a las acciones de los dirigentes de la denominada IX Marcha para evitar que indígenas mosetenes, chimanes y tacanas abandonen la columna, unas 50 mujeres junto a sus hijos dejaron los albergues instalados en el coliseo y Monoblock de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), y otros optaron por irse de a poco.

El ex presidente de la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob) Adolfo Chávez afirmó ayer que unas 50 mujeres mosetenes dejaron la marcha debido a problemas familiares, pero que el compromiso asumido fue que sus esposos las reemplacen.

Descartó que el abandono se deba al acuerdo firmado entre el Gobierno y el Consejo Mosetén- Chimán, firmado la noche del sábado, y señaló que ése “fue un asunto orgánico. Ellos resolvieron que una parte se irá con los bebés con el conocimiento del Comité de Marcha, pero los hombres se quedan y otro tanto (de indígenas) llegará mañana (por hoy) para reforzar la marcha”.

Sin embargo, el dirigente de la marcha Marcial Fabricano contradijo a Chávez y afirmó que según los registros del Comité de Marcha sólo 10 personas dejaron la UMSA.

Según testimonios del guardia de la universidad y varias vendedoras ubicadas en cercanías del Monoblock, constantemente se ven a indígenas salir de esas instalaciones con sus pertenencias. “De a poco se van, de uno, de dos, de tres, callados se salen”, afirmó el efectivo policial de la UMSA.

El domingo en la madrugada, marchistas amazónicos y funcionarios del Gobierno fueron agredidos debido a que éstos intentaban abandonar la columna de la marcha. El hecho fue calificado por el ministro de Gobierno, Carlos Romero, como un acto de violencia y anunció procesos legales.

Mientras tanto, los marchistas que piden la abrogación de la Ley 222 de Consulta a los Indígenas del Tipnis se apostaron en el frontis de la Vicepresidencia, cercándola y afectando el libre tránsito en las calles aledañas.

Chávez afirmó que se quedarán en ese lugar hasta que el Ejecutivo acepte dialogar con ellos y dijo que no teme ser procesado.

“No hay miedo a que nos puedan demandar. El Gobierno está metiéndose en un tema orgánico que no le compete (la determinación de un grupo de marchistas de alejarse de la columna). Piensa que los pueblos indígenas somos iguales que los campesinos para querer manejarnos”, señaló.

Pese a que Romero reiteró que es imposible anular la Ley 222 de Consulta, como piden los dirigentes de la IX Marcha, pues es una norma enmarcada en la Constitución Política del Estado (CPE), el dirigente afirmó que el Gobierno debe responder a su plataforma de demandas o de lo contrario deberá atenerse a lo que pueda pasarles a los funcionarios que ingresan en el Tipnis para ejecutar programas en beneficio de la población del lugar.


DATOS

• El representante de los corregidores del Tipnis, Carlos Fabricano, afirmó que varios indígenas que llegaron con la Novena Marcha los visitaron en el Coliseo Cerrado para pedir albergue y ayuda para salir de la UMSA.

• “Están como secuestrados allí, no pueden salir con sus cosas porque les controlan de todo. Hasta mi hermano vino a pedirme ayuda para escapar”, dijo el corregidor.

• Ayer, los dirigentes de la marcha se reunieron con el alcalde Luis Revilla y más tarde con la presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos de La Paz, Amparo Carvajal.

• Adolfo Chávez confirmó los encuentros pero evitó dar detalles de éstos. “Guerra avisada, es guerra perdida”, dijo.

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