Portachuelo, considerado capital de la salchicha en Santa Cruz, recibió ayer a un grupo de indígenas que participó en la IX marcha en defensa del TIPNIS, mientras que el último grupo de 200 originarios recién partió de La Paz con destino a la capital cruceña.
Los nativos de tierras bajas llegan a Santa Cruz para defender la CIDOB y coordinar las estrategias de resistencia contra la consulta “previa” que pretende llevar adelante el Gobierno en sus territorios de origen.
Calurosa y sabrosa bienvenida
Al ritmo de la tamborita y en medio de aplausos, las autoridades de la localidad cruceña recibieron a los indígenas del TIPNIS que arribaron en la mañana, procedentes de la sede de Gobierno tras no haber dialogado con el Ejecutivo.
Como no podría ser de otra manera, los 200 marchistas, que llegaron en dos buses diferentes, degustaron salchichas, horneados, majao blanco y chicha tradicional. Después de la degustación hubo una especie de asamblea en la que las autoridades locales y los dirigentes indígenas hicieron uso de la palabra.
El presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), Adolfo Chávez, a nombre de los originarios marchistas, agradeció el gesto de los portachueleños.
“Fue un recibimiento muy hermoso, en nombre de todos mis compañeros agradecemos a nuestros hermanos de Portachuelo”, sostuvo Chávez, quien informó que el otro grupo de indígenas de la IX marcha llegará hoy a la capital oriental.
El titular de la CIDOB dijo que entre hoy y mañana se reunirán para analizar las estrategias de resistencia a la consulta “previa” y definir las acciones contra el nuevo directorio paralelo a la máxima organización indígena de tierras bajas y que fue elegido en días pasados por la Gran Asamblea Nacional de Pueblos Indígenas.
Piden más ayuda
Aunque la “casa grande” dará cobijo a todos los indígenas, la presidenta de la IX marcha indígena, Bertha Bejarano, pidió la solidaridad de la población cruceña. Dijo que necesitan vituallas, porque las provisiones son insuficientes para alimentar a los 400 nuevos indígenas.
El cadáver del corregidor de la comunidad Nueva Vida del TIPNIS, Aldo Moreno, continuaba ayer en las instalaciones de la CIDOB. Bejarano explicó que los restos mortales de Moreno no pudieron ser trasladados a su comunidad porque no tenían sus documentos de identidad.
En tanto, el último grupo de 200 marchistas dejó ayer, tras permanecer 18 días, la ciudad de La Paz fortalecidos por el apoyo de la sociedad civil.
Anunciaron que resistirán la consulta “previa” para evitar la destrucción del Parque Isiboro Sécure, según dijo el presidente de la Subcentral TIPNIS, Fernando Vargas. Esta delegación llegará hoy a Santa Cruz.
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