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martes, 25 de septiembre de 2012

TIPNIS A un año, el Gobierno gana la pulseta a indígenas

Aun año de la represión en Chaparina, no solo que el hecho está impune, sino que el Gobierno de Evo Morales parece ir ganando la pulseta a los indígenas que se han quedado sin la sede de la Confederación Indígena de Bolivia (Cidob) en la Villa Primero de Mayo de Santa Cruz y que están a punto de perder en la consulta previa que se desarrolla en el Tipnis y dejar que al final la carretera rompa el corazón de esa reserva natural.

Los principales dirigentes indígenas que impulsaron la octava y novena marcha aparecen esporádicamente en Santa Cruz y su resistencia se reduce a protestar en una humilde carpa donde han instalado “sus oficinas”, mientras que Melva Bejarano, la representante de una Cidob paralela, acude a ciertas invitaciones oficiales custodiada por agentes policiales.

Esa situación fue reconocida por uno de los voceros de la marcha, Lázaro Tacóo, quien denunció que Bejarano estuvo en la primera fila de invitados de una sesión de honor de los parlamentarios masistas de Santa Cruz.

Tacóo señaló que el Gobierno se la lanzado con todo contra el Tipnis, llevando regalos de todo tipo, supuestas brigadas médicas y de carnetización e instalando el Ejército Ecológico con la finalidad de penetrar al territorio y de paso amedrentarlos.

La resistencia continúa. En el Beni, la dirigente Mirian Yubanure dijo que “tendrán que pasar por encima de sus cadáveres”, si quieren construir la carretera a tiempo de pedir que los organismos internacionales se hagan eco de sus denuncias.

“Tenemos toda la razón pero el Gobierno usa todo su poder para imponerse”, dijo a tiempo de protestar por la designación del exministro Sacha Llorentty como embajador ante la ONU, “seguramente para bloquear todo”, dijo.

Cómo ocurrieron los hechos. La periodista Helen Álvarez, de Mujeres Creando recordó haber llegado a San Miguel de Chaparina acompañada del ex viceministro Alejandro Almaraz, el exembajador en Estados Unidos Gustavo Guzmán y los dirigentes Óscar Olivera, Omar Fernández, Moisés Torres, entre otras personas.

La noche del 24 de septiembre, luego de que las indígenas obligaran a caminar al canciller David Choquehuanca, para romper el cerco policial fue de mucha tensión, ya que los colonizadores que bloqueaban el paso en Yucumo hicieron detonar cachorros de dinamita toda la noche hasta el amanecer. Eso hacía temer un ataque, de manera que nadie pudo descansar bien y menos la guardia indígena.

La represión llegó a las 4 de la tarde cuando camiones del Ejército se estacionaron y policías empezaron a jalonear a dirigentes mientras mujeres policías trataban de llevarse a los niños. Solo decían que los iban a llevar a sus regiones, pero no preguntaban de dónde eran.

Impunidad. La comisión de fiscales del caso, integrada por Patricia Santos y José Ponce, solamente determinó imputar al ex subcomandante nacional de la Policía, general Óscar Muñoz Colodro, y al ex viceministro de Régimen del Interior, Marcos Farfán.

En tanto, dejó fuera del proceso al exministro de Gobierno, Sacha Llorentty, a quien liberaron de culpa por la supuesta existencia de una "ruptura en la cadena de mando". Sacha Llorentty es señalado por los indígenas como principal responsable de la represión.

La fiscal Patricia Santos justificó la demora en la investigación porque las 60 víctimas no han sido notificadas. Pero el dirigente indígena Adolfo Chávez cree que eso es un pretexto orquestado y que el caso lo irán sepultando de a poco.

La cadena se cortó desde abajo

Evo y Álvaro. El dirigente indígena Lázaro Tacóo dijo que ambos se “lavaron las manos” y negaron haber dado la orden de reprimir a los indígenas y que instruyeron a los fiscales dejarlos afuera de la investigación, libres de polvo y paja.

En vez de castigarlo fue premiado. el indígena Adolfo Chávez dijo que el entonces ministro de Gobierno, Sacha Llorentty, en vez de ser castigado por la represión, terminó siendo premiado como embajador de Bolivia ante la ONU.

Mandos medios. La comisión de fiscales solamente determinó imputar al ex subcomandante nacional de la Policía, general Óscar Muñoz Colodro, y al ex viceministro de Régimen del Interior, Marcos Farfán y señalaron que ahí se rompió la cadena.

Punto de vista

"Hay condescendencia del Poder Judicial al político"

“Un año después de la represión policial en Chaparina, lo que vemos es que existe una natural condescendencia del Poder Judicial al poder político, lo hemos visto siempre, no solo en este caso o con este gobierno. Cuando el Poder Ejecutivo es el que está cuestionado en este tema, el Poder Judicial, llámese jueces, fiscales y policías, se hacen los de la vista gorda y deciden ignorar todo, fenómeno contrario cuando se trata de la oposición política, cuando entonces se agiliza todo, se detiene, aprehende o se aplica la rigurosidad de la ley. Todo esto ocurre cuando el derecho se subalterniza al poder político y entonces el Estado de Derecho, las garantías constitucionales y el debido proceso son ignorados

Lo que ha quedado claro también es que aquí, el Gobierno central ha hecho todo por romper la cadena de mando y quedar fuera de la investigación, cuando cualquier estudiante de Derecho sabe que un delito se comete por omisión o por comisión. Los mandos policiales y militares no actúan solos, porque su mismo estatuto o reglamento dice que son instituciones que obedecen órdenes jerárquicas superiores, de modo que la represión debió ser ordenado por alguno de los ministros del ramo. Por eso es que las autoridades ejecutivas no pueden quedar afuera porque por haber ordenado o por haber permitido que las fuerzas represivas actúen solas, les cae algún grado de responsabilidad.

Ángel Paz
Director del Colegio de Abogados de SC

Entrevista: Mirian Yubanure

"Todo quedó en nada y terminaron premiando a nuestros represores'

Mirian Yubanure, de 30 años, dirigente de la Central de Pueblos Étnicos del Beni, es oriunda de San Miguel de Velasco en el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y aunque no sabe leer ni escribir parece haberse graduado después un gran examen que el destino le preparó: fue una de las mujeres brutalmente reprimidas por la Policía en Yucumo, cerca de Chaparina, el 25 de septiembre del 2011, durante la octava marcha en la que pretendían que la carretera San Ignacio de Velasco y Villa Tunari no atraviese el corazón de esa reserva natural.

El viernes en la mañana la hemos encontrado en una reunión en Trinidad, Beni, según dijo cuando habló por teléfono, para recordar cómo ocurrieron los hechos.

P. ¿Qué recuerda del 25 de septiembre en Chaparina?

M.Y.: Lo recuerdo todo como si hubiera ocurrido ayer, me sueño en las noches, me dan pesadillas y me despierto sobresaltada porque pienso que me van a volver a apalear como ese día. Ese hecho marcó para siempre mi vida.

Me arrastraron, me amarraron, me patearon, estaba tirada en el suelo indefensa sin poder hacer nada, me pusieron cinta masquin en la boca, me ataron de pies y manos. Esas son imágenes que no se van a borrar nunca de mi mente.

P. ¿Y cómo empezó todo?

M.Y.: Bueno. Ese día domingo nos levantamos y participamos en misa, todos los marchistas somos católicos y estamos acostumbrados a esa práctica y como siempre nos encomendamos a Jesucristo. Fue después del almuerzo que escuchamos rumores que estábamos siendo rodeados por policías, por eso nos alarmamos y fuimos a averiguar qué estaba pasando.

¿Por qué cree que apresuraron la represión?

M.Y.: Al mediodía no pasó nada. Nosotros nos fuimos a coordinar en cada una de nuestras organizaciones sobre cuál debería ser la estrategia para pasar el cerco policial por un lado y el de los leales del Gobierno que nos esperaban en Yucumo y estábamos pensando que la columna principal pueda meterse al monte y salir más adelante de Yucumo, ya en territorio paceño, pero parece que entre nosotros habían infiltrados porque a las 4 de la tarde aparecieron por todos lados.

P. ¿Qué les decían?

M.Y.: Los policías nos insultaban de todo en forma irónica mientras nos obligaban a subir. Yo quise escapar al monte pero entre unos diez policías me agarraron y me arrastraron hasta un vehículo policial. Es lamentable, pero es más lamentable que todo ha quedado en nada y que Sacha Llorentty quien ordenó la represión lo premien como embajador ante la ONU.


El secuestro fue un invento. El exdefensor del Pueblo, Waldo Albarracín, defensa de los procesados por supuesto secuestro e intento de asesinato del canciller David Choquehuanca, dijo que todo fue invento del Gobierno por contrarrestar la represión de Chaparina.

Señaló que Choquehuanca todo el tiempo estuvo custodiado por los policías, de modo que no pudo haber sido secuestrado y peor agredido, el 24 de septiembre en Chaparina, durante la octava marcha que defendía al Territorio Indígena del Parque Isiboro Sécure.

Amedrentaron a dirigentes. Por su parte el dirigente Adolfo Chávez dijo que a pesar de la confesión pública del canciller en el sentido que no fue plagiado, el Gobierno utilizó el hecho para corretear a una veintena de dirigentes indígenas a quienes inclusive les libraron mandamiento de apremio y eso sirvió para chantajearlos que no apoyen la novena marcha.
"Lamentablemente la justicia se prestó para magnificar el caso y para olvidarse de la brutal represión en Chaparina", dijo.

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