domingo, 29 de abril de 2012

Santa Vera Cruz : La Fiesta de la Fertilidad

EN COCHABAMBA SE CELEBRA ENTRE EL 2 Y 3 DE MAYO EN LA ZONA DE VALLE HERMOSO | LAS MUJERES PIDEN TENER HIJOS, LOS AGRICULTORES MEJORES COSECHAS Y LOS PASTORES RUEGAN POR LA MULTIPLICACIÓN DE SU GANADO.

LA INVENSIÓN DE LA SANTA CRUZ

Según la leyenda, hacia el año 326 de nuestra era y con la finalidad de hallar el Santo Sepulcro y perpetuar el culto a la cruz comenzado por la primitiva iglesia cristiana tras la muerte de Jesús, la emperatriz Elena, madre de Constantino I el Grande, el primer emperador romano en convertirse al cristianismo, interrogó a los judíos más sabios de Jerusalén sobre el lugar exacto donde había sido enterrado el mesías.

El sitio indicado resultó siendo el Gólgota (que en hebreo significa cráneo o calavera), específicamente debajo el templo a la diosa Venus que el emperador Adriano había construido 200 años atrás para borrar de algún modo el episodio de la muerte de Cristo y frenar la expansión de lo que para en aquel tiempo podría considerarse como una peligrosa “ideología cristiana”.

Entonces, la emperatriz Elena mandó demoler el templo pagano y en las excavaciones encontraron tres cruces que según la tradición pertenecían a Cristo y los dos ladrones crucificados junto con él. Ante la imposibilidad de saber cuál era la indicada, Elena hizo llevar un hombre muerto que en contacto con la cruz sagrada resucitó. Tras el hallazgo, Elena y su hijo Constantino mandaron edificar un fastuoso templo que llamaron la Basílica del Santo Sepulcro donde guardaron la reliquia y se convirtió en un santuario.

Ya que para el catolicismo la Vera Cruz o Santa Cruz en la que murió Cristo es una “reliquia de primer orden”, este hallazgo se conmemora litúrgicamente el 3 de mayo con el nombre de la Invención de la Santa Cruz.

LAS CRUZADAS

Casi tres siglos después, el año 614, un rey persa tomó Jerusalén y en señal de desprecio a la religión cristiana (ya bastante fuerte) sustrajo la santa cruz del templo y la puso bajo su trono. El año 628 fue recuperada por un emperador bizantino que la devolvió a Jerusalén se supone un 14 de septiembre, día conocido en el calendario litúrgico como de la Exaltación de la Santa Cruz.

Después Jerusalén sufrió una serie de conquistas a manos de musulmanes, fatimíes egipcios y turcos. Esta última invasión, el año 1071, caracterizada por el maltrato a los cristianos y la destrucción de la Basílica del Santo Sepulcro, dio origen a la guerra de la Cruzadas.

El año 1099 Jerusalén fue recuperada por los cristianos y se levantó una nueva basílica que aún se conserva y donde está la cripta de Santa Elena y la piedra del Santo Sepulcro.

Casi 500 años después la fiesta de la Vera Cruz estaba totalmente instituida dentro la Iglesia Católica como muestra esta crónica.

“Después de haber celebrado tres días procesiones de rogativas, la tarde del 2 de Mayo de 1512 se dirigió el Papa en procesión solemne, rodeado de su guardia suiza y con fuerte escolta militar, al palacio de Letrán, donde pernoctó; y como se temía que el partido francés promoviera turbaciones, todos los alrededores del citado palacio estaban guarnecidos de tropas. Al siguiente día, fiesta de la Invención de la Santa Cruz, se celebró la apertura del Concilio en la antigua y venerable basílica que lleva el honorífico título de ´madre y cabeza de todas las iglesias´, hallándose presentes, además del Papa, 16 cardenales (otros dos se habían excusado por enfermedad), y cerca de 100 prelados, los más italianos, entre ellos 70 obispos, 12 patriarcas y 3 generales de órdenes religiosas; asimismo, los embajadores de España, Venecia y Florencia, el Senador de Roma y los Conservadores, y finalmente, un buen número de personas de la nobleza romana”.

Se dice que durante las Cruzadas se especuló mucho con reliquias falsas de la Santa Cruz y que los únicos pedazos (incluso astillas) considerados verdaderos estarían en el Vaticano, un monasterio de España, Francia, México, Popayán (Colombia) y Perú.

FERTILIDAD ANDINA

Según algunos estudios antropológicos, muchos siglos antes de la llegada de los españoles, la mayor parte de las culturas asentadas en los Andes y valles bolivianos, sobre todo quechuas y aymaras, celebraban una fiesta importante en honor a la fecundidad, que coincidía con el inicio de la cosecha, la caída de las semillas a la tierra y que anunciaba también el Año Nuevo Aymara o el Solsticio de Invierno. Tal celebración podría considerarse como la fiesta de la continuidad de la vida, de la súplica, la fertilidad, la benevolencia, la abundancia de animales y niños y sobre todo el inicio de un nuevo año agrícola.

Cuando llegaron los españoles y al observar que dicha fiesta era la misma que la celebración de la Invensión de la Santa Cruz, no les fue difícil introducir el concepto creando con la resistencia indígena un sincretismo que hasta hoy sigue vigente y tiene una fuerte carga de elementos rituales andinos que se mezclan con elementos cristianos traídos por la Iglesia Católica.

En Cochabamba, la fiesta de Santa Vera Cruz se celebra entre el 2 y 3 de mayo de cada año en la zona de Valle Hermoso.

Las mujeres piden tener hijos, los agricultores mejores cosechas y los pastores ruegan por la multiplicación de su ganado.

Los peregrinos son por lo general comunarios de los valles y las zonas andinas que por medio del rito entran en contacto con la divinidad, con las fuerzas de la naturaleza y piden para tener buenas cosechas, por la fertilidad de la tierra y de los animales y la protección contra los fenómenos naturales.

Según estudiosos, los ritos que se desarrollan durante esta fiesta son en cierta medida “un trueque de doble sentido: de agradecimiento y al mismo tiempo de petición”.

LA HUACA DE VALLE HERMOSO

Según una leyenda, Valle Hermoso es uno de los principales santuarios donde se venera a la Vera Cruz porque durante el año de 1740 un comunario de la zona habría encontrado una piedra donde estaba estampada la cruz de Cristo convirtiéndose en una “huaca” o lugar sagrado. Sin embargo, el primer templo recién se construyó entre 1927 y 1928. Durante el siglo pasado la Santa Vera Cruz era una fiesta no muy bien vista, muchas veces blanco de críticas por los excesos, e intentó ser abolida y prohibida en repetidas ocasiones sin ningún resultado.

Además del símbolo cristiano de Jesús Crucificado que representa la muerte y al mismo tiempo la vida por su sangre derramada; las velas, el fuego o la luz, son otros elementos rituales importantes que no deben faltar la noche entre el 2 y 3 de mayo. Las imágenes o figuras en miniatura de bebés o animales que se dejan en ofrenda al pie de la Vera Cruz, pero dirigidas a la Pachamama o Madre Tierra, son símbolos ancestrales al igual que las papas u otros frutos. No hace muchos años que se han incorporado nuevos elementos como autos y casas por los que pedir.

También es parte del rito que el peregrino queme bosta de sus animales junto con las velas y se lleve la ceniza a casa para esparcirla en sus corrales como protección contra el mal y garantía de fertilidad.

La música y la bebida son parte importante y prácticamente todos los días que dura la fiesta se cantan coplas picarescas que incluso desafían a la propia imagen de Cristo.

En Astronomía, entre el anochecer del 2 de mayo y el amanecer del 3 de mayo, la Cruz del Sur alcanza el nadir o punto más alto del cielo nocturno en el hemisferio Sur.

En un sentido místico, la cruz representa la conjunción de lo sagrado con lo profano, el Hombre con Dios. La línea horizontal de la cruz simboliza al ser animal, la materia, el horizonte y la tierra. La línea vertical significa el tronco por el que asciende el Hombre hacia el cielo para encontrarse con Dios.

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