jueves, 5 de abril de 2012

Más de 6.000 familias Weenhayek viven de la pesca. Cada año son testigos de la merma paulatina de su principal actividad.

Desde tiempos ancestrales la vida del pueblo Weenhayek ha estado ligada a la pesca. A la manera de los legendarios espartanos, desde pequeños los cazadores de las riberas del Pilcomayo, aprenden a manejar las armas que les permitirán dominar el arte y oficio de atrapar al sábalo.
Para Néstor Noke, la primera vez fue cuando tenía 10 años, y para sus cinco hijos el tiempo del aprendizaje fue menor. No obstante, la continúa disminución de cardúmenes que descienden desde el lado argentino, ha hecho disminuir el número de peces en sus redes.
En 2005, acostumbraban levantar alrededor de 180 pescados por día, en 2011 levantaron poco más de 40. Cada año la temporada comienza del 15 de abril al 16 de septiembre, y aunque todavía faltan algunos días, saben que esta temporada la recolección pinta para muchos menos.

"Los niños cada tanto preguntan cuándo vamos a ir a pescar. Aunque son pequeños (el menor tiene siete años) ya saben que se acerca el tiempo de ir al río. Yo no sé qué responderles", cuenta Néstor mientras apunta a su alrededor para decir que esta misma escena se repite en cada una de las 180 familias que componen la comunidad Capirendita, una de las 41 comunidades apostadas en las faldas del río. El pueblo Weenhayek cuenta con un calendario escolar regionalizado diferenciado de acuerdo a lo establecido en la anterior reforma educativa y ratificado por la vigente.
De esta manera los estudiantes salen en tiempo de pesca, y regresan a clases una vez se termina. Incluso esta situación se produce en las mismas empresas privadas. Por ello empresarios villamontinos se cuidan de cuidar weenhayeks porque aseguran que para la época de pesca abandonan sus trabajos y acuden al llamado de las aguas. "Cómo no van a renunciar si en un día pueden ganar el sueldo de todo un mes", dice el ejecutivo de una fábrica.


De acuerdo a tradición, toda la comunidad se hace partícipe. Hasta los niños reciben un sueldo tras colaborar. El proceso contempla desde el bordado de las redes, el barrido en aguas, hasta la preparación del pez, o la venta. "Mis niños ganan hasta Bs 30 en un buen día", asegura un orgulloso recolector. Para Luca Conora, técnico de la Cidob y delegado por el pueblo Weenhayek, aunque la pesca se constituye en la principal actividad los comunarios no se resisten a buscar ingresos alternativos. Para ello piden programas de incentivo por parte del Estado.
Marta es una vecina de toda la vida en Villamontes, y como muchas otras personas, desconfía de esta afirmación, y asegura que los originarios son "ajenos al trabajo". Una opinión que no comparte, Rufino Salazar, quien es pescador por naturaleza, pero también contratista. Cuenta con más de 20 años de experiencia como albañil, y asegura que sus hijos enfrentan muchos problemas para desarrollarse como profesionales, más que nada por el negativo estigma que les adjudican. Uno de sus hijos es profesor normalista, y el otro técnico ambiental.
La escasez del sábalo no es novedosa. La tendencia venía siendo alertada por los pobladores desde 2010. Para mediados de 2011 la comunidad había participado en un bloqueo de la ruta Yacuiba-Santa Cruz, la vía más importante que conecta al país con Argentina. Entonces lograron reacciones.
Fue la Gobernación de Tarija la institución a cargo de buscar soluciones, pero desde entonces hasta ahora poco fueron los avances, según afirma el segundo capitán grande, Jacinto Ugarte, quien también fuera partícipe de la reunión que sostuvieron recientemente con el presidente del Estado, Evo Morales.
Como resultado obtuvieron más compromisos. "Lo concreto será conformar una comisión a nivel cancillería para que verifique los motivos de la disminución de la población del sábalo", explica Ugarte. Previamente, a principios de febrero de este año, se realizó un sobrevuelo a la parte baja de la ribera del río.
Entonces se comprobó que los límites entre Paraguay y Argentina se encuentran obstruidos por la acumulación de sedimento que cada año arrastra el río (200 millones de toneladas), pero también por desvíos para proyectos de riego (ver página siguiente). Roberto Ruiz, secretario ejecutivo de la Gobernación de Tarija, quien participó de este sobrevuelvo, considera que no se trata de buscar culpables sino de propuestas.
Por eso como medida inmediata, determinaron el cese de la venta comercial del sábalo a otros departamentos, a partir de abril, y la pesca está permitida solo para subsistencia y consumo de las comunidades aledañas al Pilcomayo y para los villamontinos. El periodo que se mantendría esta veda sería de dos a cinco años. 
Como una segunda medida de largo aliento, desde la subgobernación de Tarija en Villamontes, el encargado del programa Codefauna, Juan Carlos Ferrari, impulsa un proyecto de repoblamiento del sábalo en ambientes aislados. Para ello propone la ambientación de lagunas en los cuales se pueda criar el sábalo en ambiente cerrado. Sin embargo, el proyecto todavía no cuenta con financiamiento y Ferrufino estimado que de consolidarlo tardaría entre cinco a diez años en ponerlo en marcha.
"Toda Bolivia se alimenta del sábalo del Pilcomayo. Tal como a los mineros, si la actividad cesa esperamos algún tipo de compensación".
Rufino Salazar
Dirigente Weenhayek

Cronología de los hechos. Una protesta con vieja data
11 Septiembre 2010
Peces muertos en Argentina. Comunidades Weenhayek en Argentina alertan a las autoridades de ese país por cientos de peces muertos que yacen en las orillas del río debido a que no pueden seguir su curso natural de desove y reproducción en la zona alta del Pilcomayo. Organizan una reunión con pobladores de Formosa, Salta, Bolivia y Paraguay, para el pronto reencauce de las aguas.
22 Septiembre  de  2010
Paraguay realiza sobrevuelos. Autoridades del viceministerio de Obras del Paraguay, inspeccionan la embocadura del río Pilcomayo. Evidencian la presencia de canales de riego que desvían las aguas de su cauce natural. Estas obras hacen que el río quede dividido en dos partes. La primera que inunda a este país, porque desvía el 100% de las aguas y la segunda con menos caudal que es la que va hacia Bolivia.
25  Septiembre 2011
Paraguay militariza frontera. Tras la denuncia por parte del gobierno de Paraguay por la construcción de un canal ilegal en la zona Argentina, militariza la zona, máquinas destruyen el trabajo realizado por los pobladores ribereños. Se forma una comisión binacional (Paraguay-Argentina). Se acuerda normalizar el curso de las aguas. El 7 de octubre del mismo año Argentina comienza el dragado.
12 Marzo 2011
Primeros acuerdos. Frente a los escasos resultados de los trabajos, pobladores de las 41 comunidades Weenhayek, se levanta el bloqueo en la ruta internacional hacia Argentina. Entonces autoridades departamentales y una comisión de alto nivel de la Cancillería se trasladaron hasta Villamontes para comprometerse a gestionar el destaponamiento del río Pilcomayo en la zona baja.
30 Marzo 2012
Compromiso presidencial. Representantes de la comunidad Weenhayek se reúnen con el presidente Evo Morales. Explican una vez más la gravedad del problema y critican la falta de gestión por parte de la Cancillería boliviana. Logran un compromiso en el cual se establece que el próximo 9 y 10 de abril se convocará una reunión trinacional entre vicecancillerías de los países involucrados.

Pescadores de nada. El pueblo Weenhayek, en la provincia Gran Chaco de Tarija, vivió durante décadas de la pesca del sábalo, hoy al borde de desaparecer en aguas bolivianas./Foto: Wilson Gallardo.


Sedimentos bloquean curso
El bañado La Estrella, es un paradisíaco humedal de 400.000 hectáreas de extensión. No obstante su belleza se ve opacada desde 2010 por esta imagen, peces muertos imposibilidades de seguir su curso y cumplir su ciclo natural de vida.
Dragado insuficiente
A mediados de 2011 se encararon proyectos de dragado en el río. Sin embargo, la falta de coordinación entre países hace que en algunos casos se retrace o acelere el proceso. Por eso las comunidades piden la conformación de una Comisión Trinacional del río Pilcomayo.
Desvío de cauces
Cuenta la mitología, que los weenhayek habitaban en la zona alta de las montañas. Contaban con un enorme lago donde podían pescar a su antojo. Sin embargo, un día la ambición de algunos hizo que se persiguiera a más peces de los necesarios, haciendo que estos desborden el lago y caigan montaña abajo. A pesar de todo, estos nunca olvidaron el lugar donde nacieron y cada temporada regresan para reproducirse y recomenzar el ciclo. 

Proyecto Pantalón
En Embocadura, Formosa, zona del llamado "Bañado La Estrella", se construyó a fines del 2010 una serie de canales con la autorización de los tres países por los que atraviesa el Pilcomayo (Argentina, Paraguay y Bolivia), con la finalidad que se construya un puente que ayude a unir algunas poblaciones. Sin embargo, este proyecto terminó por desviar el cauce natural del río. El nombre del proyecto proviene a raíz que parte el curso en dos, uno hacia el lado paraguayo y otro al boliviano. No obstante, la continua sedimentación hicieron que uno de los lados quede en desnivel. Por tanto en cada época de desove del pescado, este no puede tomar su curso natural hacia Bolivia. 
En 2010 el problema comienza a agudizarse, no obstante no logra establecerse dentro de las agendas regionales, departamentales o nacionales.

Perjudicados
El efecto comienza a sentirse en todo el pueblo. Basta un recorrido en la ciudad para constatar que a diferencia de otros años, ya no funcionan puestos de pescado crudo o cocido alrededor del puente. Queda apenas en la memoria el olor lejano que daba la bienvenido al viajero y le anunciaba su llegada a la capital del sábalo.

Nemesio Paniagua, agricultor que forma parte del Programa de Incentivo de la cría de Pacú, lleva invertidos cerca de 2 mil dólares en este emprendimiento. /Foto: Wilson Gallardo.
¿Nueva capital del pacú?
Nemesio Paniagua, un agricultor de cítricos de la comunidad Igüeme, es uno de los primeros acuicultores de Villamontes. Ingresó a la cría de pacú a mediados de 2011 y tiene alrededor de 6.000 peces que se prepara a comercializar. "El pacú requiere un tiempo de crecimiento de entre seis meses a un año", explica de pie frente a esa leve grieta abierta en el suelo de su propiedad. Antaño acostumbrado a plantar semillas de naranja, mandarina o pomelo, para Nemesio no hubo tiempo de
 tomar lecciones. Se hizo todo sobre la marcha, y ahora es un casi un experto. Sabe que debe alimentar a los peces antes de las siete de la mañana, a menos que sea época de invierno en el que su alimentación se retrasa dos horas. Nacido en la tierra del inclemente sol que alcanza los cuarenta grados, sabe que su trabajo le generará buenos ingresos pero además asegura que ayuda a que nunca falten pescados que comer en la ciudad.

Iniciativa municipal
De acuerdo al alcalde de Villamontes, Roberto Camacho, no existe ningún pescado que pueda superar en sabor al sábalo. No obstante, considera que el repoblamiento demora varios años, por lo que se muestra entusiasta con el nuevo programa piscícola que lleva adelante a través del municipio.
Resultados que ya comienzan a difundirse a través de eventos como la "Festipesca" a realizarse en mayo. "Desde que comenzamos hemos distribuido alrededor de 150.000 alevines (crías) de pacú. Nuestra meta es superar los 500.000 hasta fin de año", estimó.
El proyecto está dirigido a familias en zonas como pie de monte, guaraníes, como también a ganadores y agricultores. El alcalde ve tan buenas proyecciones que se juega a una apuesta: "Acúerdese lo que le digo. Dentro algunos años la gente ya no va a venir por el sábalo, va a venir por el pacú".

Adiós al sábalo gratis
Para el analista en pesca del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, Raúl Saldías, iniciativas como la cría de peces en granja constituye una tendencia en aumento para Villamontes, donde otras instituciones sin fines de lucro también están abocadas a este trabajo. "Este fenómeno apunta a una dura transición de lo público (el pescado al alcance de todo) y lo privado. Lo cual constituye un cambio radical para el pueblo, y en especial para los originarios", dijo.
De igual manera, señaló que es un doble desafío plantearse la cría de sábalo en cautiverio, ya que este pez por naturaleza cumple un ciclo de vida en espacios extensos. "Será difícil que se recupere", advirtió.
 

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