viernes, 7 de junio de 2013

Pueblos indígenas exigen la atención de Dilma Rousseff

Indígenas del centro oeste de Brasil afectados por un conflicto de tierras que dejó un muerto, así como comunidades de la zona donde se construye la represa Belo Monte en la Amazonia, reclamaron ayer soluciones al Gobierno frente al Palacio Presidencial.

Con arcos, flechas y lanzas, sus pinturas tradicionales, plumas e indumentarias de paja, y acompañados por sus hijos pequeños, cerca de 200 indígenas se dieron cita en el corazón de la capital de Brasil, donde protagonizaron varios ritos y divulgaron sus quejas frente al gabinete de la presidenta Dilma Rousseff.

“Pedimos que termine la violencia contra los indígenas, queremos que nos entreguen las tierras que son nuestras y que ocupan los terratenientes”, denunció Gilmar Veron, de la etnia Terena de la aldea Buriti, en Mato Grosso do Sul, donde un indígena murió baleado la semana pasada, al ser desalojados por la Policía Nacional de una hacienda ocupada.

“El Gobierno dice que no tiene dinero para agilizar la entrega de tierras a los indígenas, pues miren cuántos miles de millones ha gastado en los estadios de la Copa del Mundo” de 2014, dijo.

Unos 40 indígenas Terena llegaron ayer a la capital para pedir soluciones al Gobierno, que acaba de enviar 110 efectivos de la Fuerza Nacional, un cuerpo policial de élite, a la hacienda que ocupan y que consideran su tierra ancestral.

“Pedimos respeto”

“Si el Gobierno no nos da soluciones, acamparemos aquí indefinidamente. Nosotros lo único que pedimos es respeto”, sostuvo el dirigente indígena, Gilmar Veron, a la cadena TV Globo.

Junto a los Terena se congregaron los indígenas Arara y Mundurucú del río Xingú, donde se construye Belo Monte, la tercera mayor represa del mundo, en plena Amazonia, y que el martes consiguieron una reunión con el Gobierno tras sucesivas ocupaciones y paralización de la obra que consideran dañará su hábitat irremediablemente.

Los 150 indígenas del Xingú intentaron acceder al Palacio Presidencial otra vez ayer, pero fueron impedidos por la seguridad gubernamental.

“Este Gobierno tiene una total falta de respeto con los indígenas”, lamentó Socorro Arara, una activista de DDHH.

Las protestas de indígenas brasileños ganaron fuerza en abril, cuando centenares de líderes de todo el país tomaron el plenario de la Cámara de Diputados para reclamar sus derechos.

En Brasil, con 194 millones de habitantes, viven 896.900 indígenas, de 305 etnias. Las tierras indígenas ocupan el 12% del territorio, pero hay muchas áreas pendientes de reconocimiento, ocupadas por colonos.

Protesta indígena
Belo Monte Desde fines de 2012, los pueblos originarios de la vasta región amazónica piden que se suspendan las obras de la represa. Exigen una consulta previa y un nuevo estudio de impacto ambiental.


Mato Grosso Los indígenas están enfrentados con los hacendados que ocupan sus territorios ancestrales. Un dirigente murió en una refriega, en la que se denunció la pasividad de la Policía.


Intervención El miércoles, el Gobierno ordenó la movilización de efectivos policiales a Mato Grosso do Sul.

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