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miércoles, 21 de marzo de 2012

La justicia de México condenó a una campesina inocente

El Gobernador de Chiapas la liberó tras reconocer que su detención y procesamiento fueron injustos.

Adela Ramírez, una mujer indígena de México, fue sentenciada a 15 años de prisión porque un juez de Chiapas consideró probado que asesinó a su hijo porque no quería tenerlo. Aunque en el expediente judicial constaba que ella no sabía leer, escribir o hablar español, durante la vista nunca se le asignó un traductor, según el diario español El País.
Durante la investigación, Ramírez puso su huella dactilar en toda cuanta versión se le ofrecía, sin entender apenas una palabra. Tuvieron que pasar varios años antes de que aprendiera castellano, en la cárcel, para que su historia dejara de ser la de las demás y pudo completar el relato de aquel día de noviembre que durante años quedó colgado en el momento en el que dejó la cantina.
La historia. Ramírez salió de noche de la cantina llamada del Tío Quique, en un pueblo indígena del norte de Chiapas, México, en la que trabajaba como cocinera o acompañaba a los hombres a beber, según le pidiera su jefe. La noche del 12 de noviembre de 2004 y bajo una faja de colores chillones, propia de las indígenas de la región, escondía un embarazo de ocho meses del que iba a ser su segundo hijo.
Adela, que entonces tenía 22 años, era analfabeta, pobre e indígena y acabó encarcelada.
El pasado 27 de febrero, el gobernador de Chiapas, Juan Sabines, decidió concederle la libertad, junto a otras dos reclusas, al considerar que su detención había sido injusta.
Hace siete años, un juez la sentenció a 15 años de prisión porque consideró probado que mató a su hijo pues no quería tenerlo, aunque en el expediente judicial consta que Adela no sabía leer, escribir o hablar español durante el proceso de investigación.
Esa noche, Adela dice que se rodó por las escaleras de su casa. Con el golpe, se le adelantó el parto y el niño no sobrevivió. Martha Figueroa, su abogada defensora, afirmó que se desmayó y que no se despertó hasta llegar al hospital, por lo que no sabe si el bebé conservó la vida.
La sentencia sostiene que el bebé sí sobrevivió y acusó a Adela de dejarlo morir.
La noticia de la liberación inesperada concedida por el Gobernador le llegó a Figueroa a Ciudad de México, donde asistía a un congreso. “Vendrán más liberaciones. Las mujeres nunca hemos sido oportunas hasta ahora, que están cerca las elecciones”.
Sin embargo, Adela tuvo que aprender a hablar español y pudo contar lo que pasó aquel día que la llevó tras las rejas.

En un comunicado, tras la liberación de adela ramírez, El gobernador reconoció que hay otros casos de mujeres indígenas injustamente encarceladas. “Gracias a las reformas legales realizadas en Chiapas en los últimos cinco años podrán alcanzar su libertad”. Entretanto, la abogada Martha Figueroa logró que este mes salgan de la cárcel otras dos mujeres indígenas y analfabetas.

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