Una empresa irlandesa compró a líderes indígenas, por 120 millones de dólares, los derechos sobre el uso de unos 23.000 kilómetros cuadrados de una reserva de la tribu mundurucu por los próximos 20 años, en el estado brasileño de Pará, en la región amazónica.
Lo reveló el diario O Estado de Sao Paulo, que afirma que la empresa irlandesa Celestial Green Ventures, con sede en Dublín, compró las tierras en el marco de su política de negocios dentro del mercado mundial de créditos de carbono.
El contrato fue firmado por la empresa irlandesa con la Asociación Indígena del municipio de Jacareancanga, en Pará.
El contrato, que dividió a los indígenas mundurucu, es objeto de análisis de varios entes del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que advirtió que ese tipo de negocios puede impedir el desarrollo de la región y abrir camino a la biopiratería.
Es que en el contrato los indígenas se comprometieron a no talar árboles y ni plantar alimentos durante 30 años. “Tenemos que evitar que oportunidades para avanzar en la valorización de la biodiversidad se conviertan en acciones de biopiratería”, dijo la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.
El contrato otorga a la empresa todos los derechos sobre las ganancias obtenidas en créditos de carbono, mecanismo creado entre las medidas de combate al calentamiento global. Este comercio es una forma de compensar el efecto de la emisión abusiva de gases contaminantes por parte de empresas y países.
El área total es de 2.381.795 hectáreas.
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