Buscador

martes, 21 de junio de 2011

La fiesta de San Juan y su festejo en Tarija

Hace miles de años los pueblos del norte de Europa (hoy Suecia y Finlandia) festejaban con una gran fogata, danzas y comidas típicas, la llegada del solsticio de verano, el 24 de junio. El fuego significaba purificación y fertilidad. Las llamaradas de la fogata perpetuaban la luz, que duraría seis meses. Ya en la era cristiana, esta tradición y otros ritos paganos llegaron a España, donde fueron apropiados por la Iglesia (en su afán de ‘cristianizarlo’ todo) para contemporizar con las costumbres que no podían evitar. Así, la fogata fue adoptada para celebrar el nacimiento de San Juan Bautista.
En España, se han venido practicando estos ritos desde la más remota antigüedad, en fechas que podían cambiar de unas a otras, aunque no tuvieran en todas la misma duración, pues en algunas comarcas el tiempo previsto se reducía a la noche precedente a la festividad de “San Juan” en la que se trataba de recoger cuantas manifestaciones conocemos a este propósito.
Así, la fiesta de “San Juan Bautista” se celebra en Bolivia el 24 de junio y la noche del 23 se encienden fogatas. A esto se sumó un terrible hecho que impulsó aún más la tradición se trata de la masacre de San Juan acaecida la madrugada de un 24 de junio de 1967.

En Tarija
En Tarija el festejo hace algunos años era similar, el apostol San Juan era tan idolatrado por los campesinos cuya imagen la llevaban en rogativa por los campos cuando tardaban las lluvias, se acostumbraba ofrecerle vísperas con llamiantes luminarias que se encendían por todas las calles de la ciudad al igual que en el campo para lo que se juntaban grandes cantidades de “sunchuhuaycu” seco, unos arbustos que crecían por todas partes; se los amontonaba en enormes piras sujetas con cañas huecas verdes y se encendían las tradicionales luminarias que daban agradable calor a aquellas frecuentemente frías noches de junio. Tanto la “champa” como las cañas al quemarse producían un alegre chisporroteo con reventazones que gustaban a todos los asistentes y cuando estaban quemándose por la mitad comenzaban los saltos de los chicos y grandes sobre las llamas y brazas , siguiendo quizás costumbres ancestrales.
En el campo los chapacos aprovechaban las brazas y el rescoldo para hacer coser choclos a los que llamaban “tistinchos” y se comían con gusto.
Cuando toda la luminaria estaba por extinguirse acostumbrada la gente a jugar con agua, así que continuaban las carreras y la general “vocinglería” principalemnte de la chiquillada y de la juventud.
Al día siguiente volvía la gente a jugar con agua en la Recova y en ciertos barrios se echaban suertes, fundiendo plomo y cuando estaba derretido lo vaciaban en tiestos con agua, formándose figuras de diversa clase a las que ciertas personas que sabían interpretarlas les encontraban determinados significados, sea de la fortuna o de la desgracia.

San Juan en la actualidad
En la actualidad las tradiciones han cambiado; la noche de San Juan se celebra en todo el país pero sin fogatas, ya que debido al crecimiento demográfico de las ciudades la quema de maderas y otros materiales tóxicos han contribuido a dañar el medio ambiente y la salud de los ciudadanos, por lo cual se decidió mediante normativa legal prohibir las fogatas.
Los niños juegan cada vez menos con fuegos artificiales ya que por los accidentes sucedidos en anteriores años estos también quedaron prohibidos. Se consumían platillos calientes típicos, que fueron actualmente reemplazados por panchitos
En las zonas rurales mantienen la creencia de que el fuego de San Juan limpia la tierra para que al pasar del tiempo se cubra de pasto verde y flores.
Una serie de costumbres se siguen practicándose, sobre todo en el campo, entre las que figuran las siguientes:
- El fuego y el agua son dos elementos que se ponen en acción durante esta fiesta, por lo que en algunos lugares, a pesar del frío intenso, las personas acostumbran lavarse la cara y el cuerpo con abundante líquido y se echan agua unas a otras.
Según algunos estudiosos el jugar con agua tiene una relación con la fertilidad agrícola y biológica. Generalmente esta costumbre es practicada entre los jóvenes, como una forma de coqueteo.

Tradiciones de antaño
- Saltos sobre la fogata: Los adultos e incluso los niños (¿o al revés?), saltaban para que les vaya bien.
- Caminata sobre la brasa: A la medianoche jóvenes y adultos apartaban los pedazos de leña y dejaban la brasa, luego caminaban sobre ella.
- Huellas: Hay quienes sellan la planta del pie en la ceniza para que San Juan les traiga suerte.
- Echar agua o tomar baño: Alusivo al bautismo. Se tomaba una ducha a medianoche y se mojaba a los vecinos la madrugada siguiente.
- Fundir plomo: Se convertía el plomo en líquido, luego echado al agua dejaba formas caprichosas favorables o desfavorables. Si aparecía un ataúd, venía una muerte. Práctica frecuente porque los dentífricos venían en pomos de plomo.
- Quema de trastes viejos: Quemaban muebles en desuso, ropa o zapatos a la fogata, para renovar las cosas.
- Humo blanco: Por la orilla de la fogata sale humo blanco. A mayor humo, hay mejores augurios.
- Chicoteada: Chicotearse, o que los padres chicoteén a sus hijos era una tradición para que puedan crecer unos centimetros más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario