Según el calendario andino, son 5.519 años los que se celebran. Los pueblos indígenas de Tarija aseguran que no hay nada que festejar el 21 de junio.
La Gobernación de Tarija acatará y festejará el Año Nuevo Aymara o Solsticio. Sin embargo, cinco de las seis autoridades departamentales consultadas desconocían el número de años que se celebra hoy, 21 de junio.
También se notó, en dos de los entrevistados, confusión a la hora de explicar el significado de lo que realmente se conmemora, ya que para uno es un simple cambio de estación, y para otro, el inicio del ciclo agrícola. También se hizo alusión al lucero guaraní y al tributo que se le hace a la Madre Tierra.
El que intentó explicar a grandes rasgos lo que significa el Año Nuevo Aymara fue el secretario de Desarrollo Humano de la Gobernación, Rolando Núñez, quien dijo que el órgano departamental preparó un acto especial simbólico e intracultural para honrar esta tradición andina. Mencionó que no sólo se festeja el “Pachakama aymara”, sino también el “lucero guaraní”.
“La idea es tener respeto intercultural a través de los ritos y reconocer que en Bolivia hay diversidad, aunque todos somos uno. No hay que ver las costumbres andinas como una imposición cultural, sino como una manifestación de personas diferentes. Se cumplen 5.519 años en el mundo andino y su contenido ritual es para recargar la energía del nuevo sol naciente e iniciar un proceso de reflexión a nivel individual y grupal de lo que fue un año”, explicó.
Comentó que, coincidentemente, el 21 de junio es el lucero del alba para el pueblo guaraní, ocasión en que aparece el planeta Venus. Para los guaraníes representa el renacimiento de su agricultura.
“Empieza un nuevo periodo agrícola, y el solsticio es el único día en que sale en su cúspide máxima, y por ello se denomina “el renacer del sol”, porque empieza un nuevo ciclo. Lo importante es respetar ambas tradiciones, con sus dos templos visuales, por un lado Tiwanaku y, por el otro, Samaipata. Si consideramos que somos interculturales hay que aceptar a otras culturas sin ninguna maldad ni desprecio, sino con mucho respeto”, afirmó.
El diputado del MAS, Luís Alfaro, no supo decir con precisión cuántos años cumple el calendario andino. Dijo que no se trata del Año Nuevo Aymara, sino de un cambio de estaciones, donde termina el ciclo de la cosecha y se suelta a los animales, además se alista el trabajo para las nuevas siembras.
“Cada departamento se apropió de la fecha a su estilo, porque también se festeja el año amazónico. En Tarija se olvidaron de la importancia del 21 de junio porque tiene significado con la tierra. Entonces es necesario que se haga el “Solsticio Chapaco”, sin quedarnos atrás. Se espera que el Gobernador y los alcaldes incentiven para festejar con las comunidades el significado real para Tarija (de la fecha) del 21 de junio”, manifestó.
Según Alfaro, no hay obligación para festejar el 21 de junio, aunque mencionó que de todas maneras es necesario tener respeto a la tierra. Por eso, se tiene planificado promulgar la Ley de la Revolución Productiva Comunitaria que nació en Tarija y será un regalo para esta particular fecha.
El presidente de la Asamblea Departamental, Justino Zambrana, quien representa al pueblo guaraní, tampoco pudo precisar cuántos años de la cultura aymara se cumplen hoy, pero fue directo al afirmar que culturalmente el pueblo guaraní no tiene nada que festejar, porque no tienen los mismos tiempos que el andino.
Recordó que el Carnaval tiene importancia e historia para los guaraníes en base a una creencia de respeto a la naturaleza. Por ello, analizarán la figura legal para que esa fecha se festeje a nivel nacional y así todos conmemoren esa tradición.
“No existe el año nuevo guaraní, por el contrario, hay otros festejos en otros sentidos. En todo caso, el pueblo guaraní no tiene nada que festejar, pero se respetará el feriado. Lo cierto es que hay una obligación, ya que quieren imponer el Año Nuevo Aymara. De todas maneras hay que respetar su criterio. El feriado está bien para conocer la cultura e historia, pero no debe ser una obligación para practicarlo”, señaló.
El vicepresidente de la Asamblea Departamental, Marcelo Poma, también manifestó su desconocimiento sobre el tema. Explicó que el contar con un feriado nacional no significa que uno esté obligado a festejar la fecha, ya que no todos tienen que ir a Tiwanaku o esperar el solsticio, sino la idea es difundir un mensaje de respeto a la cultura, que tiene gran predicamento en Bolivia.
“El Estado Plurinacional es el reconocimiento de identidades, culturas y manifestaciones religiosas y políticas. Entonces hay diversidad de ideologías y formas de ver la cosmovisión. Los aymaras tienen su propia visión de ver la naturaleza, y hay que respetar. Los tarijeños que quieran festejar están en su derecho, y si no quieren de igual manera se debe respetar su posición”, sostuvo.
En contraparte, el diputado Roy Moroni criticó el feriado y lo calificó de “un avasallamiento y una concentración del poder político y cultural sobre Tarija”. Aseguró que con el feriado prácticamente se obliga al país a festejar el Año Nuevo Aymara, cuando hay regiones como Tarija que no tienen relación cultural con los aymaras.
“En todo caso se puede dictar a nivel nacional el Día de los Chunchos y hacer feriado nacional, como una manera de imponer la cultura chapaca. Se obliga a la gente para que vaya a Tiwanaku, incluso a los parlamentarios, en todo caso, es necesario el respeto cultural”, sostuvo.
(RECUADRO)
¿Qué es el Año Nuevo Aymara o solsticio?
Según la página web de turismo Bolivia-Perú, el Año Nuevo Aymara comienza el 21 de junio con el solsticio de invierno y con el inicio de un nuevo ciclo agrícola (nueva época de siembra). Este es el momento elegido para la celebración del Año Nuevo Andino, los amautas, “sacerdotes andinos”, han encontrado el punto clave para que retorne el reordenamiento de la tierra.
Los antiguos indígenas agricultores del altiplano andino se regían por la observación de diversos fenómenos astronómicos para guiarse en los momentos en que debían iniciar las diversas faenas agrícolas y ganaderas, como las siembras, cosechas y esquilas a los camélidos andinos. Es el momento del comienzo de un año nuevo, para celebrar a la Madre Tierra y a la del Universo “Pachamama y Pachakama”.
Según la enciclopedia virtual Wikipedia, aún no existen fundamentos históricos para determinar que el Año Aymara se celebra el 21 de junio o para establecer un cómputo exacto del año que se cumple. Pero en el 2011 se llegaría al año 5519 del calendario aymara. Dicha fecha coincide con el solsticio de invierno, el cual fue festejado ancestralmente por el pueblo quechua en la fiesta del Inti Raymi. A partir del 2009, el 21 de junio es feriado nacional inamovible en Bolivia.
Antes del 21 de junio, los turistas llegan a Tiwanaku para conocer y compartir esta fiesta milenaria. El 20 de junio celebran una víspera similar al Año Nuevo tradicional para despedir el año viejo. Entre las 6:00 y 7.00 se preparan con música folklórica tradicional y rituales para recibir, con la entrada de los primeros rayos del sol, el nuevo año y la llegada del solsticio y la época del invierno, frente a Tiwanaku.
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