sábado, 24 de noviembre de 2012

El cambio de era maya saca a relucir la discriminación histórica indígena

El esperado cambio de era maya, que tendrá lugar el próximo 21 de diciembre, saca a relucir, a juicio de varias expertas, la discriminación histórica de unas comunidades que apenas han tenido acceso al conocimiento de su propia historia.

"Algunos mayas actuales desconocen la cuenta básica vigesimal (del calendario). Hubo una ruptura bastante brusca del conocimiento de los antiguos mayas, y la herencia de los actuales", afirmó a Efe la profesora e investigadora de lengua y cultura maya de la Universidad Autónoma de Campeche (Uacam) Cessia Esther Chuc Uc.

A su juicio, estas poblaciones indígenas han tenido "muy poco acceso a su historia" a causa del modelo económico, cultural y social en el que han vivido desde la conquista española, agravado por la falta de ayuda y soporte del estado mexicano, que "no les ha facilitado las condiciones para su desarrollo".

Según el calendario maya, una era se compone de 13 ciclos, denominados Baktunes, y concluye cada 5.125 años. Según esta visión, la actual era comenzó el año 3.118 a.C. y culminará el 21 de diciembre, cuando comenzará el Baktun uno de la siguiente era.

También para la investigadora de la Universidad Católica de Milán Michela Craveri el cambio de era "se ha explotado mucho con fines turísticos y comerciales, sin detenerse a pensar en el significado que esta fecha tiene para una cultura que ha logrado sobrevivir (...) a pesar de siglos de explotación y discriminación".

La experta declaró a Efe que este cambio es una "ocasión de renovación y de celebración de la cultura maya", aunque considera que más que una modificación concreta en la vida cotidiana, será "un momento de reafirmación de la cultura, que ha logrado mantener sus raíces a pesar de la fuerte influencia occidental".

Para Craveri, "indudablemente más de 500 años de contacto y de imposición cultural occidental han afectado a las comunidades mayas de toda la región". Sin embargo, precisó que aún se puede observar la conservación de prácticas culturales antiguas de este pueblo, que alcanzó su apogeo entre el año 300 y 1000 d.C.

"La espiritualidad ancestral y la celebración de rituales tradicionales han servido como canales de afirmación de la identidad (...), sobre todo en las épocas más difíciles de imposición cultural, política y religiosa por parte de Occidente", dijo.

La idea de un fin del mundo profetizado por los mayas, desmentida a posteriori por líderes indígenas y científicos, causa "fastidio y desconcierto" en las comunidades y es un "ejemplo de la imposición de una interpretación ajena sobre una significación autóctona".

Además, consideró que la percepción que hay de este acontecimiento es más bien "superficial", basada en la difusión a través de los medios de información de "estereotipos del mundo indígena" y "con fines de explotación turística y económica".

El Mundo Maya, integrado por México, Guatemala, Honduras, Belice y El Salvador, se prepara para aprovechar el tirón turístico que generará el cambio de ciclo en el calendario de esa civilización precolombina.



De acuerdo con las proyecciones de la Organización Mundo Maya (OMM), solo México espera recibir alrededor de 10 millones de turistas, y cinco millones el resto, de manera que el fin del ciclo maya hará crecer en más del 10 por ciento el turismo en la región.

La investigadora maya Chuc Uc lamentó, en este sentido, que se "enarbole" a una civilización "desde los discursos" y se aproveche su legado cultural, pero se abandone a sus miembros actuales "que están aquí y ahora luchando por salir adelante".

"Hay una manipulación, una utilización de lo que los mayas nos legaron como civilización. Pero no quieren ver a los mayas de hoy, a los de carne y hueso, que están en condiciones deprimentes, con poco acceso al desarrollo humano básico", precisó.

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