La columna de indígenas llegó alrededor de las 1800 de ayer a La Emboscada, punto distante a 25 kilómetros del puente San Lorenzo, donde unas 50 personas mantienen un bloqueo para detener el paso de la movilización.
Alrededor de medio millar de indígenas partió el 15 de agosto en una marcha con destino a La Paz para oponerse a la construcción de una carretera que atravesará el Territorio Indígena y Parque Natural Isiboro Sécure (TIPNIS).
Los esfuerzos del Gobierno no logran detener la protesta y, pese a las acusaciones de vínculos con la Embajada de Estados Unidos o de financiamiento de oenegés interesadas en formar un partido político, la columna avanza.
Sin embargo, los colonizadores agrupados en la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia están decididos a impedir que los indígenas lleguen a La Paz.
Ayer por la tarde, el puente San Lorenzo era controlado por unas 50 personas que permitían el paso de vehículos después de comprobar que no llevaban indígenas, mientras en la localidad de Yucumo se realizaba un ampliado que ratificó esa posición.
El principal dirigente del sector, Pedro Calderón, declaró a la red Erbol que se decidió "insistir en la convocatoria a dialogar entre los ministros y los marchistas indígenas que se ponen sordos al encuentro (pero) garantizaremos el debate y haremos que no haya enfrentamiento en Yucumo".
Unos 450 policías fueron desplazados al lugar para evitar la violencia entre ambos bloques.
Los indígenas, entretanto, decidían qué hacer en una asamblea que se realizaba anoche.
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