El diálogo no está roto, se abrió un cuarto intermedio. 40 dirigentes campesinos de La Paz y el país pretendieron ayer hablar con el presidente Evo Morales, pero éste estaba dispuesto a conversar sólo con 21, por lo que abandonó ayer la sala de reuniones del Palacio de Gobierno. Ahora piden ser 60 los interlocutores del Jefe de Estado.
Después del desaire, el Gobierno envió una nueva nota a los representantes del agro para invitar a 40 de ellos a un encuentro para el próximo martes 7.
Los campesinos analizaron la propuesta y plantearon que la delegación esté compuesta por 60 personas.
Merced a gestiones del canciller David Choquehuanca, una delegación de la FSUTC de La Paz junto con dirigentes nacionales del sector debía entrevistarse ayer con Morales, a quien plantearían la destitución de los ministros de Gobierno, Salud, Desarrollo Rural, Obras Públicas y Transparencia, así como del Director del Instituto Nacional de Reforma Agraria.
El vocero gubernamental Iván Canelas explicó ayer que “la reunión se va a desarrollar el martes, porque se habló de que iban a estar veintiún dirigentes en la reunión y aparecieron cuarenta. La reunión no se pudo desarrollar porque el tiempo estaba ya calculado para que se realice de 06.00 a 07.15 de la mañana, y si eran cuarenta dirigentes esa reunión hubiera durado más”.
Canelas dio cuenta de que inmediatamente después de ese encuentro, el Primer Mandatario tenía previsto dirigir la reunión semanal de gabinete y posteriormente cumplir otra serie de actividades.
Acusó al dirigente Leonardo Calcina, ex candidato a constituyente por Poder Democrático y Social (Podemos) de “tener el interés particular de hacer creer a la opinión pública que aquí hay un nuevo conflicto, y eso no es cierto”.
El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Roberto Coraite, lamentó ayer el malentendido y descartó que por el momento se vayan a producir medidas de fuerza o protestas de los campesinos por la postergación del encuentro.
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