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jueves, 10 de marzo de 2011

La función de la medicina natural entre los pueblos

La interculturalidad en los países de la región andina permite el desarrollo complejo de conocimientos y prácticas destinadas a curar las enfermedades.

En cada cultura es posible encontrar una compleja matriz en la que se originan las definiciones, normas y herramientas conductuales necesarias para la vida cotidiana y que se consolidan en el paso del tiempo como productos culturales, uno de los cuales es la medicina natural, que surgió del imperativo de tratar las enfermedades en un principio y luego se desarrolló al punto de preocuparse de mantener la salud del pueblo.

Éste es uno de los conceptos que se mencionó en la duodécima reunión de la Comisión Andina de Interculturalidad que se desarrolló la anterior semana en la ciudad de La Paz con la participación de representantes de Bolivia, Colombia, Ecuador, Chile, Perú y Venezuela.

La secretaria ejecutiva del Organismo Andino de Salud, Caroline Chan, explicó que ha sido un trabajo fructífero en el que se evaluó el abordaje integral de la interculturalidad para la respuesta eficiente de los servicios de salud a la población.

“También se discutió sobre el ejercicio del derecho a la salud para todos los seres que habitan en nuestras poblaciones sin distinción ni exclusión, ni barreras étnicas y menos geográficas”, aseveró Chan, quien se desempeñó como Ministra de Salud del Ecuador.

“Pudimos analizar también los mecanismos necesarios que cada país está implementando en sus políticas para garantizar el ejercicio del derecho a la salud, así como el reconocimiento de la medicina ancestral tradicional dentro de los servicios de salud con todas las garantías, no sólo del ejercicio de la salud ancestral, sino también de su promoción y del respeto a la interculturalidad”, dijo Chan.

El Organismo Andino de Salud forma parte del Convenio Hipólito Unanue, que reúne a los seis países miembros de la región desde hace más de una década. Entre los planteamientos de la reunión sobresale que con el transcurso del tiempo y la acumulación de mayores conocimientos y experiencias, la medicina natural como un producto cultural se diversificó y complejizó, por lo que debe ahora ser organizado en un verdadero sistema más complicado de conocimientos y prácticas que se desarrollen para cuidar la salud y tratar la enfermedad de la población.

Este sistema, desarrollado en base a las premisas culturales responderá fielmente a los principios que la cultura haya desarrollado acerca de la vida, la muerte, el sentido de la vida, las relaciones entre los seres, la intervención del medio ambiente y el extenso capítulo de las entidades divinas, se mencionó en la reunión.

La Secretaria Ejecutiva del Organismo Andino de Salud ejemplificó que en Otavalo se cuenta con sistemas de salud que incluyen a la interculturalidad.

Tal es el caso de las casas de salud, donde la mujeres pueden dar a luz junto con sus parteras, pero en un sitio desinfectado, y llegar con anterioridad para evitar cualquier clase de complicaciones.


El médico tradicional y su rol social

Tradicionalmente en la estructura organizacional de las comunidades y grupos sociales de los Andes existió un rol de carácter obligatorio a cargo de una o más personas con la responsabilidad de atender los casos de enfermedades y eventualidades que afecten a la salud.

Según las investigaciones publicadas en la obra Aún nos cuidamos con nuestra medicina, que fue presentada en la duodécima reunión del Organismo Andino de Salud, existe un pueblo que alimentó su fama desde hace miles de años, el grupo cultural Kallawaya. Los médicos itinerantes se desplazaban a través de territorios de forma periódica. Los expertos mencionan que en la actualidad es posible observar que en cada una de las comunidades andinas existen personas que asumen la función de cuidar la salud de su grupo.

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