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viernes, 25 de marzo de 2011

Buscan cambio del cacique de pueblo guarayo

Matando el paso de días y noches, con la vista y los recuerdos perdidos en el tiempo y el espacio, con dolencias del cuerpo, pero más que todo del espíritu, como producto del abandono, se encuentra el cacique mayor de Ascensión de Guarayos, Antonio Poñez Biracoty, de 78 años de edad.
Con el único pero valioso consuelo y compañía, su mujer de toda la vida, Carmela Uranungar, que permanece fiel y a su lado desde hace 61 años, el hombre, que asumió el bastón hace 11 años tras la muerte de su antecesor Luis Moirenda, padece de enfermedades que lo han postrado en cama desde el año pasado. Se queja por el abandono en el que se encuentra tanto de los suyos como de su pueblo.
“Los demás del cabildo y la comunidad, al saber que me encuentro enfermo y sin asistir a ningún acto, en lugar de visitarme y ayudarme más bien he sabido que buscan a mi sucesor, porque, según dicen, yo no sirvo para nada. Eso es el colmo de la ingratitud”, indicó la autoridad tradicional de los guarayos.
Sobre el tema, el cacique segundo, Ascensio Arapuca, uno de los candidatos para remplazar al cacique, admitió que pronto se convocará una asamblea de todas las autoridades tradicionales de los seis pueblos de la Nación Guaraya para elegir al sucesor de Antonio Poñez.



Los eligen y pueden ser sustituidos
Justo Mercado Ribera / Cacique de San Ignacio
En la cultura chiquitana (casi similar a la guaraya), el cacique del cabildo indígena es elegido por usos y costumbres, es decir, tiene que tener algunas características, como hombre dinámico, trabajador en su comunidad, con poder de convocatoria para las comunidades indígenas, muy conocido en la zona, ejemplo para los demás y conocedor de las tradiciones y costumbres en fiestas religiosas, comunales y culturales. El cacique no tiene tiempo de mandato y puede renunciar cuando él lo decida, porque cuando no hay apoyo ni de los integrantes del cabildo ni de las comunidades indígenas ni de las autoridades para preservar las costumbres y tradiciones puede alejarse del cargo, porque no gana ni un sueldo, es ad honorem.
Un cacique puede ser expulsado del cargo y censurado cuando no tiene una buena conducta ni buen comportamiento. Asimismo, puede dimitir en el puesto cuando tiene avanzada edad o está enfermo.

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