domingo, 13 de enero de 2013

INDÍGENAS benianos despiden la Navidad

El segundo domingo de cada año, la tradición indígena guaraní celebra la festividad del Santo Barco. Representan a viajeros devotos del Niño Jesús.

TRINIDAD - BENI

Cambio

Con la tradicional festividad del Santo Barco, que se celebra el segundo domingo del mes de enero, los indígenas del Beni despiden la Navidad con música y cantos, señaló ayer el integrante del Cabildo Indigenal de Trinidad Mesías Manú.

Un grupo de danzarines con su carretón en forma de barco, con sus remos y otros accesorios, salió de la sede del cabildo indigenal y después de recorrer varias cuadras llegó a la catedral de Trinidad para su bendición.

Hombres, mujeres, niños y jóvenes que imitan a personajes antiguos con barbas postizas y vestimenta andrajosa representan a los viajeros que atravesaron el mar para adorar al niño Jesús. Sin embargo, según la leyenda, éstos sufren percances y en su cambio de rumbo llegan en carretón a tierras que hoy son bolivianas, explicó Manú.

Durante el recorrido y en el atrio de la catedral, los danzarines lanzaron frases jocosas al público que los observaba, empujaban el carretón de un lado a otro como si fuera movido por el mar.

Ramas de arbustos, bolsas plásticas y otros materiales son usados por los bailarines para elaborar la vestimenta harapienta de los danzarines, además de sus largas cabelleras.

Algunos participantes suelen pintarse el rostro y parte del cuerpo con aceite para asemejarse a los denominados ‘bandeirantes’, que también llegaron para adorar al niño Jesús.

Según enciclopedias, los bandeirantes eran hombres provenientes de Sao Paulo, Brasil, que penetraban territorios del continente americano en el siglo XVI. Se caracterizaron por sus acciones violentas contra la población indígena (especialmente contra los de origen guaraní, quienes pese a tener un antiguo origen común con los tupíes, luego pasaron a ser sus mayores rivales y enemigos).

Los ‘bandeirantes’ fueron condenados por los sacerdotes de la Compañía de Jesús que fueron sus enemigos y muchas veces entraron en combate armado.

Esta tradición también se vive en San Ignacio de Moxos, además del barrio Pedro Ignacio Muiba (Trinidad), “considerado una zona donde predominan familias originarias”, indicó Manú.

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