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lunes, 15 de noviembre de 2010

Descuartizamiento de Túpac Katari será proclamado como el Día de la Rebelión Aymara y Boliviana

Con la asistencia del gobernador de La Paz, César Cocarico; ministros de Estado e invitados de la ONU, se conmemoraron los 229 años de la ejecución del caudillo indígena en Peñas.

ALBERTO YAPUCHURA Q.

Explosiones de dinamita, agudos sonidos de pututus y vítores de jallalla fueron el marco de la conmemoración ayer de los 229 años del descuartizamiento del emblemático caudillo aymara Julián Apaza, también llamado Túpac Katari.

Por su significado y el proceso histórico que vive el país, se proclamó en la plaza de Peñas —donde fue ejecutado Túpac Katari en 1781— el 14 de noviembre como el Día de la Rebelión Aymara y Boliviana.

Una muchedumbre humana que rodeó el lugar, semejante a los cercos a la ciudad de La Paz que protagonizaron los aymaras en el siglo XVIII dirigidos por Katari y su esposa Bartolina Sisa contra la colonizadores españoles, dio un marco imponente al acto.

Entre las 10.00 y cerca de las 12.00, la ahora plaza Túpac Katari
—distante a 60 kilómetros de la ciudad de La Paz— se vistió de wiphalas y la tricolor boliviana. La música autóctona del altiplano paceño dio realce a la ceremonia.

El momento culminante de la tradicional celebración fue cuando las cuatro extremidades superiores e inferiores de la estatua de Túpac Katari —hecha con resina y cartón— fueron unidas al tronco y cabeza, que yacían sobre una tarima en el centro de la plaza.

El acto fue seguido por varios invitados de honor, como el gobernador de La Paz, César Cocarico; las ministras de Justicia, Nilda Copa; de Transparencia, Nardi Suxo, y el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, en representación del presidente Evo Morales.

La alta comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Navanethem Pillay, y el representante en Bolivia de esa entidad, Dennis Racicot, que estaban entre los invitados, oyeron las ‘increpantes’ declamaciones de Richard Laime Poma, estudiante de la Universidad Indígena Boliviana Túpac Katari, y de tres escolares del colegio que lleva también el nombre del líder aymara.

“La lucha contra los opresores (...) contra los ladrones sigue. Nuestro pueblo Kollasuyo tiene tres propias leyes: ama sua, ama q’ella, ama llulla, (no seas flojo, no seas ladrón, no seas mentiroso). Dónde está la soberanía, dónde esta la Bolivia libre, todavía no somos libres, todavía somos oprimidos por los grandes países imperialistas (...)”, fue parte de una de las declamaciones que retumbó el pueblo. A la cabeza de Cocarico, los restos simulados de Katari fueron objeto de un ritual andino. Las autoridades del Gobierno, alcaldes, bajo la dirección de un líder espiritual aymara, invocaron a los restos de Katari para consolidar la liberación del pueblo boliviano, iniciado en 2006, con la ascensión de Evo Morales a la Presidencia. La efigie de Katari, con las extremidades extendidas y las cadenas colgando de ellas, fue ubicada al pie del palco de honor. Según la historia, el 14 de noviembre de 1781, en ese lugar, cuatro caballos separaron las extremidades del caudillo, por órdenes de la Colonia española.

Los discursos en aymara, como del alcalde de Batallas, Bernardo Balboa, evocaron la grandeza de Katari y relievaron la unidad del pueblo boliviano.

“Con el corazón partido, con lo que han hecho a nuestro hermano mayor Túpac Katari, estamos aquí. Es como para llorar. Pero hoy le rendimos homenaje y para apoyar al nuevo líder que ha surgido, el hermano Evo Morales”, aseveró el ejecutivo de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Túpac Katari de La Paz, Silverio Fernández, quien sintetizó el sentimiento expresado en el acto de Peñas.

El Gobernador del departamento de La Paz, al cierre del acto, justificó la ausencia de Evo Morales por motivos de salud. “El pueblo nunca se sometió (pese a la muerte de Katari) y han surgido nuevos líderes que buscan la igualdad, por todos los 14 de noviembre vamos a celebrar como el Día de la Rebelión Aymara y de los Bolivianos”, aseveró.


Julián Apaza tendrá un museo en el cantón Peñas

El caudillo indígena Túpac Katari tendrá su museo en el mismo lugar donde fue descuartizado.

El director de Culturas de la Gobernación de La Paz, Juan Chuquimia Machicado, informó que el repositorio será la casa donde Katari fue encerrado por varias semanas.

“Hemos hecho algunos acuerdos en las reuniones anteriores para hacer un museo basado en este día y en el retablo rearmado de la imagen de Túpac Katari que hemos hecho para esta ocasión”, dijo.

Anunció que la casa abandonada, ubicada en la plaza, donde Katari fue encerrado por varias semanas antes de su muerte, será restaurada. Según la historia, esa vivienda perteneció a Andrés de Santa Cruz, uno de los primeros presidentes de Bolivia.

En criterio de Chuquimia, los 229 años del descuartizamiento de Julián Apaza significan la recuperación y revalorización de la identidad cultural, el fortalecimiento de ‘un gran líder y su esposa Bartolina Sisa’.

“Con esta actividad queremos enmarcar el símbolo de que si los católicos tienen un Cristo, nosotros tenemos el agrado de tener un Cristo indígena”, expresó.

El oficial mayor de la Alcaldía de Batallas, a la que pertenece Peñas, Inocencio Machicado, confirmó la construcción del museo para inmortalizar la imagen del líder indígena.

Según la historia, Túpac Katari nació en 1750 en Sica Sica, provincia Aroma. Fue capturado en Achacachi, provincia Omasuyos, y ejecutado en Peñas, provincia Los Andes. Su tronco y cabeza fueron trasladados al cerro de Killi Killi de la ciudad de La Paz. Su brazo derecho fue llevado a Ayo Ayo, el izquierdo a Achacachi; su pierna derecha a Chulumani y la izquierda a Caranavi.


Desfile cívico en honor al líder indígena aymara

Un desfile cívico indígena originario campesino de las 20 provincias de La Paz engalanó la conmemoración de los 229 años del descuartizamiento de Julián Apaza, en el cantón Peñas, de la provincia Los Andes.

Al ritmo de bandas de música autóctona y marchas marciales, centenares de autoridades y representantes de los pueblos indígenas originarios y campesinos de las 20 provincias hicieron su paso por el palco de honor de la plaza Túpac Katari.

En el desfile se lucieron los tradicionales ponchos rojos y wayrurus, con chicotes, en medio de centenares de wiphalas, banderas y pututus. Entre ellas, la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Túpac Katari, la Federación de Mujeres Campesinas y Originarias Bartolina Sisa, y las centrales y subcentrales agrarias de Batallas, Gualberto Villarroel, Laja, Puerto Pérez, Cutusuma y Següenca.

La banda autóctona del colegio Don Bosco de la ciudad de La Paz, como invitada especial, deleitó a los concurrentes al acto de homenaje.

Docentes y estudiantes del colegio Túpac Katari de Peñas y la Universidad Indígena Boliviana Túpac Katari también se sumaron a esta actividad.

Decenas de alumnos de las carreras de Agronomía, Medicina Veterinaria y Zootecnia, Industria de Alimentos e Industria Textil merecieron el aplauso del público.

Representantes de la Central Obrera Regional (COR) y de la Federación Única de Trabajadores en Carne y Ramas Anexas de El Alto asistieron a la conmemoración que reunió a miles de personas.


Para destacar

Masiva concurrencia: Alrededor de 7 mil indígenas originarios campesinos de las 20 provincias de La Paz rindieron homenaje al caudillo aymara que se levantó contra la Corona española en 1781, lo que le costó su descuartizamiento con cuatro caballos en la plaza de Peñas.

Caudillo: El ejecutivo de la provincia Los Andes, Germán Murga, recordó que Katari fue ejecutado cuando tenía 30 años de edad (1750-1781).

Bartolina Sisa: Con dotes de belleza natural y talento innato que la convirtieron en comandante político-militar y virreina, fue ahorcada previa tortura física y moral.

Sisa fue flagelada, violada, azotada y arrastrada desnuda por una plaza colonial de La Paz, según un documento de la Gobernación de La Paz.

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