lunes, 2 de junio de 2014

"Cuando desaparece una lengua, desaparece una cultura"

Rayme nació en Cuzco, Perú, pero a los 20 años ya estaba en Argentina y contó que cuando llegó al país "estaba prohibido hablar el quechua. Yo estudiaba en Ciencias Económicas y en el comedor había sobre la puerta un cartel enorme que decía `haga patria, mate un peruano`. El genocidio fue muy duro con nosotros", recuerda.

El quechua es una lengua que Aucca Rayme heredó de su familia y que aprendió junto al castellano en su tierra natal. "Yo pasaba largas horas con mi abuelo que sólo hablaba quechua, y es algo que todavía pasa con muchos hermanos y hermanas".

Seguro de que "quien prohíbe una lengua es porque busca eliminar una cultura", Don Mario como lo llaman sus conocidos, se dipone a enumerar las prohibiciones que sufrió su pueblo: "Simón Bolívar, que libertó cinco países, prohibió el uso de la lengua, la vestimenta y las costumbres incas".

"(Domingo Faustino) Sarmiento también buscó que desaparecieran los pueblos aborígenes, fue un genocida pero nosotros lo tenemos como un prócer, igual que (Julio) Roca", sostuvo.

"Hace 500 años que intentan erradicar nuestra lengua, nuestra cultura, a nosotros mismos, por suerte no han podido con todos y hoy en Argentina existen 18 lenguas además del castellano; sin embargo hay pueblos como los querandíes de los que no hemos podido rescatar su lengua", sostuvo.

Capaz de impartir conocimientos de castellano y quechua con la misma profundidad, Aucca Rayme cuestiona la denominación "pueblos originarios" y sostiene que "toda persona que nace en un territorio es fruto de la madre tierra y de los padres, entonces un bebé de dos meses es un originario de su lugar".

"Lo más adecuado -sostiene- sería utilizar la palabra aborigen para designar a los antigüos habitantes de estas tierras porque "ab" significa desde, pero se ha mal enseñado que aborigen significa `sin origen`, entonces las personas, incluso con buenas intenciones, no lo utiliza".

Luego de tener que negar durante décadas su origen y la lengua quechua, fue recién en 1989 a partir de que conoció al médico psiquiatra Arturo Philip que Don Mario comenzó a dar clases de quechua: "él supo que yo hablaba este idioma y como estaba trabajando con mapuches compartíamos largas charlas donde observamos, por ejemplo, que había palabras que se pronunciaban igual pero significaban distintas cosas en quechua y en mapuche".

De estos intercambios surgieron dos efectos: Uno fue la conclusión de que los mapuches habían tenido algún contacto con la cultura inca, y el otro fue la invitación para que Rayme comenzara a dar clases de quechua a las personas del equipo de Philip.

A partir de allí, Don Mario no paró nunca de enseñar y dio clases en facultades públicas y privadas, en talleres y en organizaciones de la sociedad civil.

Desde comienzo de este año, la Facultad de Periodismo y Comunicación de la UNLP convocó a Aucca Rayme para estar al frente de la cátedra quechua como materia obligatoria (optativa) de cursada cuatrimestral de las distintas carreras de esa unidad académica, lo que signifca un hecho histórico en las casas de altos estudios ya que, hasta el momento, los cursos siempre habían sido dictados a través del área de extensión.

En su incesante peregrinar por la difusión de la lengua, Rayme fundó junto a otros compañeros y compañeras la filial en Berisso de la Academia Mayor de la Lengua Quechua de Cuzco.

"Nuestro objetivo es la difusión de la cultura andina a través de la lengua, lo que nosotros buscamos es compartir la cosmovisión andina, difundimos para poder preservar y rescatar valores que están en la memoria de cada uno de nosotros", describió.

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