sábado, 21 de junio de 2014

Urus dejaron de vivir de la pesca

Más de mil familias que viven alrededor de los lagos Uru Uru y Poopó dejaron de vivir de la pesca, como consecuencia de la contaminación de los dos sitios ecológicos que, hasta hace unos 20 años, era la principal fuente de generación de recursos económicos.

“Existe descenso de las aguas (de los dos lagos) y la contaminación es permanente”, afirmó Marcelo Lara, luego de realizar un estudio sobre las condiciones de vida de los uru muratos.

El lago Poopó, particularmente, tenía cinco cooperativas pesqueras, pero desde hace veinte años, cada uno empezó a escoger otras actividades económicas productivas, para mantener la economía de las familias.

El lago Poopó, particularmente, tenía cinco cooperativas pesqueras, pero desde hace veinte años, cada uno empezó a escoger otras actividades económicas productivas, para mantener la economía de las familias.

“Ya no es posible pensar en la pesca, como la principal fuente de sustento económico para los urus”, advirtió Lara, responsable de la Unidad de Culturas del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (Cepa).

La principal contaminación del lago Poopó proviene de la mina de Huanuni. Hasta la fecha, persiste el vaciado de las aguas mineralizadas y ácidas desde aquella empresa minera dependiente del Estado. Por las inmediaciones de Poopó, también existen líquidos similares que se vierten hacia el lago.

Los urus también se dedicaban a la artesanía y el turismo, en balsas de totora, pero ni siquiera existe totora en los bordes de los dos lagos. “Hay agua, pero no hay totora, porque con la contaminación no se puede mantener seres vivos. No hay peces ni totora”, explicó.

La pesca era fundamental para las familias de los urus, pero desde hace más de cien años, se inició el proceso de contaminación de las aguas del lago Poopó, después que se descubrió la gran veta de estaño en Huanuni, primero explotada por Simón Iturri Patiño y después por los mineros dependientes del Estado, cuando se efectuó la nacionalización de las minas en 1952.

La totora que crecía en los alrededores servía para la crianza de aves y para que estas coloquen sus huevos. La totora ha desaparecido prácticamente de aquella zona.

“En el siglo XVII, las familias urus vivían de la pesca. Había una buena producción y tenían abundante cantidad de totora. Hoy, es preocupante esta situación, que está provocando la migración de las familias hacia otros sectores del país y hacia la ciudad de Oruro”, según el informe.

Los urus vivían sobre las aguas, porque sus casas estaban construidas en el mismo lago, utilizando la totora. Las islas flotantes han desaparecido y los urus están desapareciendo poco a poco. En la tierra, tampoco hay espacio para la crianza de ganado camélido, ovino y vacuno, como en otros lugares.

Los urus formaban parte de un pueblo milenario que prefirió continuar en el lago, primero, por mantener su libertad y, segundo, porque era su fuente de ingresos económicos, pero ahora, en el siglo XXI, parece ser la destrucción total de ese pueblo que dio origen a la misma ciudad de Oruro.

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