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lunes, 1 de octubre de 2012

Sincretismo: ritos andinos y religión 'crecen' en Bolivia

La costumbre andina de ch'allar cada martes de carnaval y después participar del Miércoles de Ceniza, es una amalgama que seduce a la mayoría de la población y que refleja el sincretismo que se vive en Bolivia. Así lo señala una encuesta Ipsos Apoyo.

Los ritos ancestrales se practican en la mayor parte del país. De acuerdo con los datos de la encuesta, el 56% de los entrevistados en las ciudades del eje troncal afirma haber participado en ch’allas, el 43% en sahumerios, el 34% en rutuchas (primer corte de cabello) y en otros ritos en menor medida. Llama la atención que, entre las ciudades del eje troncal, en Santa Cruz es donde menos se practican dichos ritos y en El Alto donde más se practican.

La encuesta se aplicó a 1.063 personas, de entre 18 y 70 años de edad, de ambos sexos y de todos los niveles socioeconómicos, que residen en el área urbana de las ciudades del eje central (Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y El Alto). Y el trabajo de campo duró 10 días y se efectuó entre el 4 y el 13 de agosto de 2012.

Bolivia vive un sincretismo cultural. Para el sociólogo y analista Carlos Cordero los resultados de la encuesta son una constatación del sincretismo cultural y religioso que vive Bolivia, así como la revalorización de los rituales ancestrales andinos. A pesar de que en Santa Cruz sea la ciudad donde menos se practican las costumbres andinas, Cordero observa que hay un avance producto de la constante migración del occidente al oriente del país. “El sincretismo es una combinación de las expresiones religiosas y las prácticas rituales. Hay una fusión de sincretismo con la modernidad pero también hay una parte de la población que no está de acuerdo con ello”, afirma Cordero. De acuerdo con el Instituto Nacional de Etnografía y Folklore, la ch’alla es un rito de la cosmovisión andina que les permite a hombres y mujeres agradecer a la Pachamama o la Madre Tierra por todo cuanto pudo haberle dado a la familia en el hogar, en el trabajo, en las relaciones sociales y en toda actividad desde el carnaval del año anterior.Este rito prehispánico, propio de la Anata o tiempo de abundancia de la cosecha, representa el acto de devolución que hace la persona por los bienes recibidos. Hoy se practica en el campo y en las ciudades del país, tal como lo señala la encuesta.

Protestantes cuestionan el sincretismo religioso. El hecho de que el 56% confiese haber participado en ch'allas y en otros ritos en menor medida es un sincretismo religioso, dice Agustín Aguilera, vicepresidente de la Asociación Nacional de Evangélicos de Bolivia (Andeb).

La segunda voz de los evangélicos sostiene que la práctica ritual es un sincretismo religioso, generalmente espontáneo, que se utiliza en alusión a la cultura o la religión para resaltar su carácter de fusión y asimilación de elementos diferentes, en la que una confesión de fe se mezclan con las creencias de las personas. Aguilera asegura que muchas personas que se confiesan ser católicas, alguna vez han participado en algún rito, de la ch'alla, sahumerio o rutucha. Según el pastor protestante, los evangélicos, no participan de ese tipo de costumbres andinas ya que no forman parte de sus creencias. En esa lógica, el pastor Juan Covarrubias, líder de la Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia, ve también que existe un sincretismo muy profundo en algunas iglesias, toda vez que se usan artes, imágenes, objetos y músicas en las celebraciones religiosas. Como ejemplo, Covarrubias hace referencia a las letras y ritmos de algunas canciones que hacen alusión al cristianismo.

El pastor Covarrubias sostiene que los ritos ancestrales no solamente son prácticas andinas, sino también costumbres de gran parte de los países de América Latina. Incluso existían en medio oriente, aunque con otra forma de manifestación. "El rito sustituye a la ética. En realidad no inducen a una mayor conciencia ecológica, eso no se ve. La gente del altiplano que practica esos ritos es tremendamente depredadora del medio ambiente”, asegura el líder de la Iglesia Evangélica al cuestionar el acto ritual y la protección de la madre tierra.

Católicos ven positivo el sincretismo. Para el responsable de prensa del Arzobispado de Santa Cruz, Erwin Bazán, el sincretismo religioso es la práctica de la religiosidad popular que hay en Bolivia, vale decir la mezcla de la fe cristiana católica con elementos de la cultura que se fusionan. Las peregrinaciones a los diferentes santuarios del país son una muestra de ello. “Los devotos mezclan su fe y devoción a la virgen con elementos culturales y hasta populares o mundanos, como es incluso la bebida.

Todo esto constituye una forma de sincretismo que tenemos en Bolivia”, explica Bazán, al señalar que la Iglesia católica ha apreciado valorado los ritos ancestrales de los pueblos indígenas, pues los considera preparación y anticipo a la semilla de Jesucristo y su evangelio. De hecho, en la Carta Pastoral "los católicos en la Bolivia de hoy" los obispos se refieren a las culturas ancestrales como "semillas del verbo". Afirman que las culturas ancestrales tienen aspectos positivos como una apertura a la acción de Dios, el sentido de gratitud por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana y el valor de la familia, entre otros aspectos.

Sin embargo, Erwin Bazán, sostiene que eso no significa que no consideremos que hay aspectos que se deben purificar, sobre todo cuando se abraza la religión católica. Bazán destaca el hecho de que cada vez se van dando avances con las leyes secas en las peregrinaciones a los santuarios; no obstante, se necesita mucho trabajo. “Más que de sincretismo yo hablaría de cristianismo inculturado, que manifiesta su riqueza en la religiosidad popular, la música, la pintura y la arquitectura, entre otros". En conclusión, Bazán afirma que que muchas veces hay que entender la fe sencilla del pueblo, sin dejar de enseñar y motivar a vivir la verdadera fe católica.

Un antropólogo ve una mezcla de religiosidad y paganismo. El profesor de Evolución y Antropología de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), Mario Suárez Riglos, sostiene que la cosmovisión andina terminó incorporando ciertos contenidos de la religión cristiana, adecuados a su concepción animista y politeísta. El profesor Suárez Riglos dice que detrás de las devociones católicas de hoy existen componentes prehispánicos. Un rito por demás importante de esta cosmovisión andina es la participación en las fiestas patronales que funden a la gente en una identidad colectiva, en un solo espíritu festivo estimulado por el consumo de bebidas y alimentos. En esta lógica, Riglos cree que hay una mezcla entre religiosidad y paganismo en la práctica de los ritos ancestrales andinos.

Las creencias en los milagros y la resurrección, vigentes

Según un estudio de Ipsos, el 71% de la gente cree en los milagros (un 26% no), 54% en la resurrección (41% dice que no), 25% en la reencarnación (69% sostiene que no) y un 24% en la brujería (74% afirma que no).

Estos resultados, según el sociólogo y analista Carlos Cordero, son producto del debilitamiento de la espiritualidad de la sociedad que antes tenían prácticas católicas o valores religiosos. Cordero afirma también que es una consecuencia de la sociedad moderna, por influencia de la televisión, internet y todo lo concerniente a la globalización del mundo. "Vivimos en una sociedad de consumo que nos hace valorar más los bienes materiales que repercute en la pérdida de la espiritualidad y en valoración del consumismo", explica el sociólogo Cordero.

Para el profesor de Evolución y Antropología de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), Mario Suárez Riglos, la reducción de la creencia es porque que cada vez más se profundiza en los conocimientos reales del mundo. Suárez Riglos afirma que el esoterismo está pasando a otro nivel, a conversación más amplia y profunda para entender las cosas. "La encarnación y la brujería que fueron fuertes en el siglo pasado, hoy en día en pocos lugares se la practica", explica. Y añade que la resurrección, exceptuando a los religiosos que creen en Jesucristo, no necesariamente es un tópico importante en la vida del ser humano.

El profesor de Evolución y Antropología dice que los valores se están haciendo más materialistas, debido a la modernidad y que la ciencia está avanzando a pasos tan gigantescos que están demostrando elementos que hacen dudar que algunas cosas que por fe antes se creían. “Hoy en día, la fe puede ir por su lado. Muchos religiosos son profundamente positivistas y directamente la ciencia, en cuanto a tecnología, demuestran la realidad física biológica”, sostiene.

Iglesias no están de acuerdo con la encuesta. Para el asesor de la Comisión de Ecumenismo, Padre Max Guerere, el hecho de que los milagros, la resurrección, la encarnación y la brujería formen parte de una misma pregunta de la encuesta, es una situación extraña. "No me parece correcto poner todas esas realidades en una sola bolsa, porque existen niveles de creencia hacia una y otra cosa", explica Guerere, al destacar las celebraciones festivas de la Mamita de Cotoca en Santa Cruz y Urkupiña en Cochabamba.

A pesar de las observaciones, el asesor de la Comisión del Ecumenismo da sus explicaciones sobre la reducción de milagros y brujerías. Explica que los cristianos tienen la misma concepción de fe y de los milagros, que es una es intervención divina en el universo. Y que la resurrección se basa en la fe que la vida no termina después de la muerte sino que continúa en una eternidad en la presencia de Dios. Guerere afirma que la encarnación al misterio en el que Jesús, siendo Dios se hace carne y hombre. Con relación a la brujería, el sacerdote ecuménico, dice que la biblia la condena y que no es una práctica de las diferentes denominaciones religiosas. Una mirada más crítica acuñan los protestantes. Agustín Aguilera, de la Asociación de Evangélicos Cristianos de Bolivia, sostiene que la resurrección y los milagros forman parte del cristianismo; mientras que la reencarnación y la brujería, son parte de otras creencias aliadas al satanismo, que no son prácticas ajenas a la realidad. “Yo pienso que la disminución de creer en milagro y resurrección, viene de una creencia más del humanismo donde exalta la potencialidad o las virtudes del ser humano frente a las de Dios”, dice Aguilera.

Por su parte, el pastor Juan Covarrubias, de la Iglesia Metodista, cree que es una consecuencia de la cultura racionalista europea, caracterizada por su humanismo. Covarrubias dice además que antes existían cosas que no se podían explicar inmediatamente y que eran atribuidas a un origen divino y mágico, pero afirma que hoy ya no existe tal cosa. “Yo creo que estamos en una sociedad moderna donde hay menos creencia en los valores cristianos, en los milagros y en la resurrección", dice el líder de la Iglesia Metodista en Bolivia.

El hecho de que las creencias en los milagros, la resurrección, la encarnación y la brujería se hayan reducido, concluyen los expertos, no es un tema que afecte al culto religioso. A razón de los datos esclarecidos anteriormente, puede entenderse que la religiosidad boliviana posee una especie de mestizaje, por así llamarse. El 54% de las personas entrevistadas está de acuerdo con que en nuestra sociedad se vincule la tradición y la religión católica contra el 33% que rechaza este llamado mestizaje de creencias espirituales.

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