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domingo, 28 de abril de 2013

Testimonio: “Me han dado con un palo y me han enmanillado por defender a tres niñas”

Un texto publicado por la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), Consejo Nacional de Markas y Allyus del Qullasuyu (Conamaq) en gestión con la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica) y la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), rescata las palabras de los marchistas de la octava movilización en defensa del Tipnis, denotando la tensión, la tristeza y la rabia que se asumió aquel 25 de septiembre de 2011.

Una de las personas que brinda su testimonio es Isabel García Ipamo, marchista del pueblo Chiquitano, cuyo texto sirve de ejemplo como voz de los más de 500 indígenas que vivieron esa jornada que ha marcado la relación entre los pueblos originarios y el régimen del Movimiento Al Socialismo (MAS).

“He estado también en la emboscada que nos ha hecho la Policía. En realidad ha sido bien grave he visto todo eso y también he recibido la paliza que ellos nos han dado a toda la gente, sin respetar a los niños, sin respetar a las mujeres y sin respetar a las personas mayores. Me han dado con un palo y me han enmanillado por defender a tres niñas que no sabían qué hacer ni adonde huir por los gases lacrimógenos. Ellas tenían miedo de los policías, porque veían que estaban tirando balas de goma. Entonces yo no disparé al monte, agarré a una chica, mi hermano agarró a otra chica porque las estaban apaleando y ahí nos enmanillaron con cinta masquin. Cuando vino la prensa, nos sacaron rapidingo la cinta masquin para que no nos enfoquen los medios de comunicación. De ahí nos subieron a un bus a los empujones, nos han tratado bien mal, como si los policías no tuvieran hijos y no tuvieran hermanos o padres. Nos trataban como animales. Cuando estábamos llegando a San Borja estaba bloqueado el camino, de ahí nos dimos la vuelta. Casi se volcó una flota, porque los policías no sabían qué hacer, ellos estaban bien preocupados. La gente de San Borja quería salvarnos, estaban preocupados por nosotros”, cita en “Pueblos en el camino de la defensa de los territorios”.

Como antecedente, el sábado 24 de septiembre llega el canciller David Choquehuanca junto a los entonces viceministros de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez y de Movimientos Sociales, César Navarro, para tratar de dialogar y evitar la confrontación entre indígenas y colonizadores.

La reacción de las mujeres marchistas obliga a Choquehuanca a caminar hacia el bloqueo de Yucumo para que la autoridad verifique el cerco y asuma acciones. En el ínterin, dos policías resultan golpeados y el canciller es empujado y “jaloneado”. A su retorno a la Sede de Gobierno, Choquehuanca relata la situación al entonces ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, mientras sus acompañantes denuncian que hubo un intento de “rapto”. Choquehuanca sentencia “algo hay que hacer”.

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