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sábado, 6 de abril de 2013

Saneamiento de tierras pone en peligro al pueblo de Chipaya

El saneamiento de tierras, que inició el Instituto Nacional de Reforma Agraria pone en peligro al pueblo milenario de Chipaya de desaparecer, debido a que cada vez está reduciendo su territorio, disminuyendo sus posibilidades de crecimiento y de distribución entre las nuevas familias.

Mediante un voto resolutivo de la comunidad de Chipaya, se advirtió que no se permitirá la realización de ese proceso de saneamiento de tierras, que ha pedido el pueblo de Esmeralda, porque ese sector, “nos pertenece desde hace miles de años y que ha sido un terreno usurpado a nuestros antepasados”.

Narciso Quispe, en representación de Chipaya, dijo que se ha decidido “recuperar el terreno perdido que nos han usurpado, nos han arrinconado a la orilla del lago y no tenemos derecho a crecer y tal parece que nos quieren hacer desaparecer, pero nosotros no vamos a permitir”.

Chipaya se encuentra a 280 kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro. Las condiciones de vida no han mejorado durante los últimos años, a pesar de algunas obras realizadas. El pueblo tiene su lengua originaria, el puquina, su vestimenta y cultura original, pero está encerrado en el lugar, sin posibilidades de ampliar sus áreas de producción de alimentos.

Por su parte, los comunarios de Esmeralda, que también se encuentran en la zona, solicitaron al INRA el saneamiento de tierras, pero con la oposición de Chipaya, agresiones a los técnicos y amenazas, se ha dejado en suspenso ese trabajo.

El alcalde de Esmeralda, Wilfredo Arce, dijo que en el lugar se encontraban trece personas que querían realizar la delimitación, pero han sido interceptados por los comunarios de Chipaya y han golpeado a los dos funcionarios del Instituto de Reforma Agraria. El hecho ocurrió el pasado miércoles.

“Nuestra gente está furiosa, por el arrebato de nuestras tierras y vamos a recuperar ahora”, afirmó la autoridad originaria de Chipaya, Narciso Quispe. Indicó que ellos necesitan las tierras, para la agricultura y ganadería, que sólo es para la subsistencia. Sin embargo, negó que los habitantes de Chipaya hayan provocado agresiones a los técnicos.

Según el alcalde de Chipaya, Federico Mamani, por el contrario, los efectivos militares del Regimiento de Infantería 22 de Huachacalla, fueron los que han maltratado a los comunarios, incluso han disparado contra nosotros.

El concejal Germán Condori dijo que los comunarios de Chipaya “han exigido la libertad de nuestro alcalde, pero los militares seguían disparando y, por eso, hemos prendido fuego para que los uniformados se alejen del lugar”.

El director departamental del INRA, Julio Cepeda, después de recibir el informe de sus técnicos, manifestó que los responsables de la agresión fueron los de Chipaya, quienes quieren hacer valer hechos del pasado, de que los aymaras les habían quitado sus tierras hace años y por eso, ahora quieren recuperar esas tierras.

“No podrán recuperar sus tierras, mediante la fuerza y la intimidación”, afirmó.

Explicó que Chipaya y Esmeralda ya tienen un acta de entendimiento de 1968, pero el INRA está revisando las tierras si están cumpliendo una función social o no y qué clase de mejoras se han hecho durante los últimos años.

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