Los nombres con que se conocen en la actualidad la mayoría de las ciudades de la ancestral cultura maya, e incluso algunas de las comunidades indígenas de la zona donde se habitó esa milenaria cultura, fueron puestos de forma antojadiza y arbitraria y no responde a la linguística maya original.
Esa es una de las principales conclusiones del epigrafista mexicano Guillermo Kantún Rivera, expuesta en el VI Convención Mundial de Arqueología Maya que concluye hoy en la capital guatemalteca.
"Son pocos los lugares cuyos nombres se corresponden con el maya clásico. En la mayoría de los casos, las denominaciones fueron puestas por los arqueólogos que los descubrieron, o por los conquistadores españoles", dijo Kantún Rivera en una entrevista con Efe.
El nombre del centro ceremonial Tikal, por ejemplo, indicó el experto, es una expresión del "ti ak'al" de origen yucateco que se ha dado en traducir como "pozo de agua" o "lugar de agua", pero que no corresponde al idioma maya clásico.
"Le pusieron así porque la zona selvática es de abundantes recursos hídricos subterráneos", probablemente por una confusión o influencia con el yucateco, y desde entonces se conoce de esa forma.
Los estudiosos de la linguística aún no han determinado con precisión cuál habría sido el nombre real de esa milenaria ciudad ubicada en el departamento de Petén, al norte de Guatemala, fronterizo con México y Belice.
"Lo que sí hemos determinado, y nos ha sorprendido la coincidencia es que Uaxactún, que se traduce como 'nacida del cielo', es realmente el nombre que le corresponde" de acuerdo al maya clásico.
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