Rafael Quispe, dirigente del Conamaq, presentó hoy los documentos con el que supuestamente se comprueba un presunto plan de la Policía Boliviana para la intervención a la marcha.
Según este “plan de desconcentración”, el traslado de los marchistas indígenas se iba realizar en 10 buses de servicio público y con escolta de seguridad en seis camionetas. Sin embargo, el pasado domingo, los indígenas tras una violenta represión, finalmente fueron embarcados por la fuerza y maniatados en cuatro buses de color verde.


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