Dicen que el pecado de los asambleístas que representan a los pueblos de tierras bajas fue apoyar la marcha que lideró la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) el año pasado exigiendo atención a sus demandas, entre ellas aprobar sus estatutos autonómicos por usos y costumbres, la constitución de sus autonomías en Tierras Comunitarias de Origen, entre otras.
Indicó que los diputados indígenas no tienen una oficina en la Cámara Baja donde reunirse y muchos menos para atender a las personas que los buscan y tienen que atender en los pasillos limitando su accionar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario