Acompañada por el canciller boliviano, David Choquehuanca, Jiménez se convirtió en una aimara más, ataviada con el tradicional poncho rojo con el que se distinguen a las autoridades locales en el altiplano.
Ayo Ayo, a 80 km de La Paz, se engalanó para recibir a la ministra en un día de fiesta por la inauguración del plan de abastecimiento de agua puesto en marcha por la ONG local Adra y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).
Un grupo de 'cholas', las indígenas vestidas con el tradicional 'aguayo', a modo de mochila, y su típico sombrero de bombín, fue el encargado de dar la bienvenida al pueblo, situado a casi 4.000 metros de altura./EFE
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